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LAS POBLACIONES LGBTIQ+: LAS MÁS VULNERABLES ANTE UNA CARENTE ATENCIÓN DE SALUD PÚBLICA A CAUSA DE LA VIRUELA SÍMICA.

El título original del artículo es: Exorcizar la impotencia. Estigma y viruela símica.

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– Te lo buscaste. 

– Se te advirtió. 

– Yo por eso sí me cuido. 

– ¿A qué lugares te metes, amix? 

– Ya ves, eso te pasa por andar de putx. 

– Si nos contuvimos por la Covid, era lógico que teníamos que hacer lo mismo con la monkey. A ver si así te calmas y ya aprendes. 

Estas son algunas de las sentencias que he escuchado en conversaciones con amigues, compañeres de trabajo y/o familiares a propósito de personas que han sido diagnosticadas con viruela símica. Use la palabra “sentencias” porque cada uno de estos señalamientos va precedido de un duro juicio moral y acompañado de una ineludible condena. El enfermo, un convicto, y la enfermedad, un castigo bien merecido para quienes tienen conductas que escapan a la norma. Una vez más los ajusticiados parecen seleccionados con precisión: los hombres que tienen sexo con otros hombres (HSH); las personas que realizan trabajo sexual; personas viviendo con VIH y usuaries de drogas en contexto sexual. 

Más allá de ser un signo de usual falta de sensibilidad y empatía ante la vulnerabilidad de aquelles quienes exponen un diagnóstico; este tipo de declaraciones resultan en extremo preocupantes. Pues no son sino un eco de la actitud que han tomado los funcionarios y las instituciones de la salud pública frente a este problema. ¿Cómo hacer visible lo silenciado por aquelles cuyo trabajo es contener las crisis, canalizar el apoyo y brindar tratamiento y cuidados? ¿Qué hacer con un mutismo institucional que perjudica, estigmatiza y deja a la deriva a las personas que han sido diagnosticadas con esta enfermedad o están en riesgo de contraerla? 

Para recalcar que no hemos aprendido nada tras una convivencia de cuatro décadas con la epidemia de VIH. Un nuevo virus aparece y ataca a ciertos grupos que parecen no ser dignos de atención institucional. Una vez más, las redes de afectividad y contacto sexual se convierten también en redes de transmisión; sin que pueda calcularse con certeza la dimensión del problema.

Todo esto ante la vista esquiva de organismos que escudan su displicencia con “tendencias de reducción”1 y que no son capaces de reconocer esta situación como un problema de salud pública. El problema se agrava cuando al desamparo institucional, se le suman los estigmas y la discriminación que sufren comunidades ya vulneradas por su orientación sexual, su identidad y expresión de género, condición serológica, o por las distintas formas en que deciden ejercer su sexualidad. 

Sólo las personas con un diagnóstico positivo a esta infección parecen estar a la altura de esta enfermedad. Y sólo elles se agencían estrategias que les permiten sobrellevar sus síntomas. Sólo elles se encargan de movilizar sus cuerpos, una vez más, lejos de la abyección y los prejuicios. Hemos decidido colocarnos a su lado, como lo han hecho otres aliades (médiques, colectives y amigues). Estamos con, por y para elles, exigiendo no sólo visibilidad, sino un programa de acción capaz de hacer frente a esta emergencia. Lo mismo con atención médica y tratamientos que con mecanismos de prevención. 

Si has llegado hasta este punto del texto, suponemos que este tema te interesa. Quizá porque conoces a alguien que está padeciendo esta enfermedad. O porque tú mismo tuviste que hacerle frente. O quizá justo ahora te percatas de que, para algunas personas, éste es un problema que requiere de una intervención pronta y efectiva. Por eso estamos aquí, para alzar la voz y exigir que se reconozcan nuestros derechos y se nos otorguen herramientas para proteger nuestra vida. 

¿Qué es la viruela símica o monkeypox?

Recordemos que la viruela símica, también conocida como monkeypox, es una infección que se distingue por producir lesiones en la piel, erupciones dolorosas que aparecen por todo el cuerpo, principalmente en genitales, ano y boca. Otros síntomas son fiebre, dolor de cabeza, ganglios inflamados, dolor muscular y molestías en el recto. Aunque no se trata de una infección de transmisión sexual, sus canales de contagio implican la cercanía de les cuerpes, razón por la cual hay mayor probabilidad de transmisión durante un encuentro sexual.

Esto ha sido motivo de polémica y juicios infundados. Se ha dicho que se trata de una infección exclusiva de los HSH (algo similar sucedió durante los primeros años de la crisis del SIDA, el primer nombre que recibió la enfermedad causada por el VIH fue GRID, siglas en inglés de Gay Related Immune Disease), o que la práctica del chemsex (utilizar drogas con fines sexuales) es una causa de contagio,2 entre otras cosas, que contribuyen a la desinformación y a la replicación de estigmas. 

Esta situación, sumada a un manejo somero de las estadísticas, ha sido aprovechada por las instituciones para justificar su falta de respuesta. Por eso hemos decidido lanzar este pronunciamiento y cuestionar a los gobiernos y dependencias estatales por no ser capaces de garantizar que todas las poblaciones permanezcamos seguras frente a una emergencia sanitaria de esta índole. 

Éste es también un llamado a la empatía de quienes aún piensan que la viruela símica es una suerte de lección moral merecida. Intentemos escuchar las necesidades de las personas afectadas antes de emitir un juicio y amplifiquemos sus historias para luchar contra el estigma. No podemos permitir que la enfermedad y el dolor de les otres se configuren desde nuestras instituciones como estrategias punitivas; evitemos volverlos un pretexto para el escarnio y la burla, y rechacemos su uso como instrumentos de control poblacional.

Sistema de salud público

Porque de pronto pareciera que el sistema de salud mexicano ha puesto en marcha una maniobra necropolítica que hace de la enfermedad algo que se puede “administrar”, dejándola prevalecer, sin ningún tipo de atención, al interior de ciertos grupos en condiciones de vulnerabilidad, poniendo en juego su vida. Prueba de esto no es sólo el tema que aquí nos ocupa, sino los constantes desabastos de tratamiento antirretroviral para pacientes que viven con VIH, la deficiente respuesta ante la reciente crisis sanitaria, o el poco interés en responder con seriedad a temas tan complejos como el consumo problemático de sustancias en determinadas poblaciones. 

Pareciera que aquellos que encabezan las instituciones tienen poca voluntad de contacto con las poblaciones que les reclaman reconocimiento y atención. Este texto es un intento por exorcizar la impotencia, por plantarle frente a los rostros impasibles de las instituciones que, incapaces de imaginar nuestro miedo y sufrimiento, carecen del sentido de la urgencia. Su indiferencia es injustificable, lo mismo que el tiempo perdido con acciones que no ponen una solución al problema y permiten que la gente sufra.

Gente a la que, en el caso de la viruela símica, se le podría evitar pasar un rato amargo mediante la compra y aplicación de vacunas. Pero, hasta ahora, invertir en ello no es una prioridad del Estado. En su lugar, promueven una única herramienta preventiva: “dejar de tener sexo.” Parece sencillo y lógico, pero no es así, la respuesta no puede ser un llamado forzoso a la abstinencia. Cada día sin acceso a vacunas es un día más en que se vulneran nuestros derechos y se nos impide vivir una vida saludable y plena.

Por un lado, la salud es una garantía que no puede ser quebrantada; por el otro, no queremos terminar este ejercicio sin dejar bien claro que nuestra intimidad y las formas en que ejercemos nuestra sexualidad son territorios autónomos, exentos de toda gobernabilidad. Así que no, no te pongas en ayunas, mejor todes juntes salgamos a exigir las vacunas. 

Por último, queremos darte información sobre a dónde acudir si crees que tú o alguien que conoces padece viruela símica. En la CDMX puedes acudir a la Clínica Especializada Condesa. Sólo necesitas llevar tu Identificación Oficial y acudir de 8 a 14 hrs. Si estás en otro estado, acude al Centro Ambulatorio para la Prevención y Atención en SIDA e Infecciones de Transmisión Sexual (CAPASITS) más cercano a ti. Recuerda que la información es poder, no olvides compartir este post con tus redes de apoyo para juntes combatir el estigma contra esta enfermedad.

  1. Secretaría de Salud. Curva epidémica de viruela símica, con ligera tendencia a la reducción de casos, consultado el 24/09/22 en: https://www.gob.mx/salud/prensa/543-curva-epidemica-de-viruela-simica-con-ligera-tendencia-a-la-re duccion-de-casos?idiom=es

2. “Fiestas chemsex: qué son y por qué se las vincula con la viruela del mono”, El Universal, 22/05/22, recuperado de: ”https://www.eluniversal.com.mx/mundo/viruela-del-mono-fiestas-chemsex-que-son-y-por-que-se-las vincula-con-esta-enfermedad


  • Tonatiuh López, Guillermo Moreno, Oscar Mondragón
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Fecha de Publicación:
Miércoles 30/11 2022