CONOCE LAS PROPUESTAS DE PAÍSES LATINOAMERICANOS QUE HAN REALIZADO OBRAS AUDIOVISUALES QUE RETRATAN LA DIVERSIDAD SEXUAL DE LOS PUEBLOS EN EL CINE

Durante muchos años la diversidad sexual y las culturas originarias han sido invisibilizadas. Por supuesto, esto no quiere decir que las disidencias no existan y que no merezcan nombrar su lucha y expresarse en plenitud. Actualmente, este tema converge en algunas producciones artísticas como películas, pinturas, performance, etc. En el cine, por ejemplo, uno de los medios que más ha estigmatizado a la población LGBTIQ+ con representaciones incorrectas, sin embargo, también existen producciones que llevan a cabo un proceso muy cuidadoso para realizar un diálogo reflexivo. 

Según la UNESCO en Latinoamérica y el Caribe hay más de 800 pueblos originarios, esto equivale a 58 millones de personas, mismxs que corresponden al 10% de la población del territorio. Comparando datos, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), tan sólo en México hay 5 millones de personas identificadas como LGBTIQ+. Con esto podemos cuestionarnos: ¿Cuántas personas de los pueblos originarios tienen una identidad de género disidente que no pueden expresar libremente?

La minoría de la minoría presente en el cine

En México, Colombia, Perú, Chile y demás países latinoamericanos, ya se han realizado obras audiovisuales que retratan la diversidad sexual de los pueblos en el cine. Algunas de las producciones relatan situaciones en torno a la doble discriminación a las que son sometidas. Por un lado son marginadxs por su origen y por otro debido a su identidad de género.

Por ejemplo, tenemos películas como Retablo, creada por Álvaro Delgado Aparicio, la cual narra los castigos sociales que el pueblo Quechua de Perú ejerce ante identidades disidentes. En ella somos testigxs de un tradicionalismo que se interpone entre la relación de un padre homosexual y el amor de su hijo. Otro ejemplo esMuxes: auténticas, intrépidas y buscadoras de peligro”, un documental dirigido por Alejandra Islas que nos muestra la vida de las muxes a la cultura oaxaqueña.

Escena de Retablo
Escena de “Muxes: auténticas, intrépidas y buscadoras de peligro”

Igualmente, contamos con Nudo Mixteco de Ángeles Cruz. En esta producción se narran tres historias sobre la sexualidad de las mujeres indígenas de la comunidad mixteca alta. Es así que aborda las relaciones lésbicas entre dos mujeres de un pueblo originario.

Dentro del catálogo mexicano también se encuentra Sueño en otro idioma de Ernesto Contreras. El largometraje sigue a un joven lingüista que se muda a un pueblo en Veracruz para documentar y preservar la lengua indígena “zikril”, hablada por solo dos personas. Sin embargo, descubre que estas personas no se hablan desde hace cincuenta años debido a una antigua pelea. Con la ayuda de la nieta de uno de ellos, se revela un romance pasado entre los dos hombres.

Afortunadamente, las películas de esta índole están comenzando a crecer en número, pues además de que son una importante fuente para crear nuevas narrativas, también visibilizan las ataduras con las que múltiples personas tienen que vivir para conservar un sentido de pertenencia, además de que son una oportunidad para enfrentar todas las formas de discriminación.

Más allá del concepto occidental en el cine

Una de las obras más recientes en cuanto a la diversidad sexual de los pueblos indígenas en el cine es “Aribada” de Simon(e) Jaikiriuma Paetau y Natalia Escobar. Se trata de un cortometraje que invita a reflexionar sobre la identidad y la comunidad a partir de “Las Traviesas”, un grupo indígena de mujeres transgénero pertenecientes al pueblo Emberá de Colombia.

La comunidad de las traviesas están en un limbo porque tienen que enfrentar racismo y rechazo de su comunidad de origen por ser mujeres trans. La película es la utopía de un espacio que está por construirse. Ha sido un proyecto muy complejo e interesante. 

Simon(e) Jaikiriuma Paetau

Las traviesas no usan el término mujeres trans, el español es su segunda lengua. Ellas se apropiaron del término de la “traviesa”, hicieron una conexión sexual y disidente. Aunado a esto también se identifican como campesinas, por lo que su nombre nace de ello, pues la “traviesa” es la cosecha que se cruza en el año y no es la que produce más café.

Su identidad de género va mucho más allá de la genitalidad del mundo occidental. Por estas razones, tardaron cuatro meses en bajar el concepto del corto y cuatro años en producirlo en su totalidad. Actualmente puedes encontrar este proyecto en plataformas de streaming como Mubi. 

¿Qué otra obra cinematográfica con esta temática conoces?

Nota publicada originalmente el 14 de julio del 2023.


  • Actualización texto: María Fernanda Carmona

  • Entrevista: Cristina Cruz

  • Fotos: Cortesía

Fecha de Publicación:
Viernes 9/08 2024