NUESTRA ILUSTRADORA INVITADA DE MAYO COMPARTE SOBRE SU TRAYECTORIA ENTRE EL MUNDO EDITORIAL Y DE LA ILUSTRACIÓN

Liz Mevill estudió la licenciatura de artes plásticas y visuales en La Esmeralda (CNA), pero también le interesaba el diseño gráfico y el diseño industrial; su novio estudiaba diseño y fusionaron un poquito sus carreras, así aprendió muchas cosas que luego la ayudaron a realizar distintos proyectos. Platicamos con ella para saber un poco más sobre su trayectoria y el proceso creativo de sus obras.

En el ámbito laboral hice de todo; desde asistir artistas, asistir dirección de arte en producciones, asistí en diseño editorial y ahí fue donde más cómoda me sentí. En ese punto descubrí que los libros y la ilustración me encantaban, cuando no tengo comisiones y proyectos “me doy cuerda sola” y hago series de dibujos. También por esto fue que publiqué, en el inicio del furor de las imprentas risográficas; con Manuel Bueno en Macolen y con la editorial Gato Negro mi primer libro de artista “Chihuahuas Furiosos”. También hice algunas impresiones de unos dibujos de cabellos y se hizo un librito con ellos, con las mismas editoriales.

Por ese entonces conocí a Idalia Sautto, la editora en jefe de la editorial independiente Pitzilein Books; con quién tuve súper buena química y colaboramos un montón en proyectos, entre ellos mi segunda publicación “Lolitas”, y proyectos como “El Arte de Ser Gato”. También, parte importante de mi proceso ha sido colaborar la editorial Festina Lente, quienes me han dado la confianza de hacer las portadas de sus libros.

Ese vínculo entre editor y artista es una de las dinámicas más enriquecedoras para mí. No me gusta tomar las decisiones de los proyectos sola, sí me gusta involucrarme en el tema de cada texto; por eso me interesa la retroalimentación y el trabajo en equipo para con las publicaciones. Siempre trabajo con series de dibujos en libretas. Actualmente Festina publicará mi tercer libro “Cosmorama”, un libro de paisaje urbano sobre la Ciudad de México.

Todo este proceso me ha llevado a entender mis intereses, mis procesos, cómo influyen otras disciplinas como el diseño, la ilustración, incluso cuando hago trabajo publicitario; enriquece mi proceso como artista y que me han llevado a comprender y definir mi identidad, mis intereses y objetivos, a madurar como artista, a explorar otras soluciones y a abrirme a otros medios. En mi caso siempre la chamba ha ido de la mano de mi crecimiento creativo. 


Háblanos un poco de tu entorno, ¿cómo consideras que esto aporta a tu labor creativa?

El entorno creo que lo es todo, para mí o para cualquiera. Recién vi el documental del Secreto del Dr. Grinberg, y escuché algo que creo que explica la correlación entre el entorno y la labor creativa, lo que significa para mí trabajar a partir del entorno y de mi experiencia al transitarlo, vivirlo y experimentarlo: “La cualidad de la experiencia es conciencia, cuando ves una luz en  la cualidad luminosa está la conciencia, la luz no existe ni afuera ni adentro, no existe como fenómeno físico en el espacio, lo que existen son una serie de ondas eletcromagnéticas o cambios fotónicos, tampoco existe la luz en la actividad cerebral, como luz en esa cualidad perceptual es conciencia”.  

Creo que uno de los sentidos más importantes de la labor creativa es generar consciencia, abrir la percepción de nuestra mente y ver y vivir lo que tenemos enfrente. Me interesa trabajar observando lo que me rodea, lo cotidiano, lo que vemos todo el tiempo pero lo damos por hecho, lo normalizamos, desaparece y olvidamos que está ahí.

¿Cómo crees que se encuentra el ámbito local de la ilustración actualmente?

Yo creo que es fascinante ver cómo ha ido expandiéndose el ámbito cultural y de la ilustración; hace unos años me daba la impresión de que la ilustración no estaba tan integrada al medio del arte. Mi amigo Gibran Turón tiene varios años coordinando un evento cultural llamado “Dolor Local”.

Comenzó siendo casi un pequeño bazar en Guadalajara con artistas e ilustradores emergentes, y con el tiempo ha ido agarrando más fuerza y público hasta ser un evento mucho más complejo, nómada, pues ya se ha presentado en diversas ciudades; con muchas más formas, un happening multidisciplinario en el que se puede comprar y vender mercancía, tatuarte flashes de ilustradores y artistas siempre diferentes, conectar con personas que normalmente no conocerías en una inauguración. Por ejemplo, puedes escuchar música que no escuchas en Spotify, ni en la radio; un espacio para poetas, músicos, un lugar para cualquier tipo de persona.

Creo que este tipo de prácticas como Rayón también; son movimientos que se han gestado como parte de una nueva era en la que se abre el medio a muchas formas de expresión, y a darnos cuenta de que hay manifestaciones culturales y visuales que se han creado con nuestra propia generación. Desde la pandemia parece que se detuvo el mundo desde esa perspectiva del distanciamiento social, estos eventos se han adaptado o descansado; pero al menos desde las redes por ejemplo siento que el contenido visual y la producción gráfica al contrario de frenarse, se ha incrementado.

Es importante ser críticos respecto a contenidos y calidades de producción creativa, pero a mí me parece fascinante el fenómeno de cómo se van dando las cosas y considero que la cultura sólo se enriquece en cuanto se abren espacios y la gente se anima a organizar expos o eventos en los que la gente conecte y uno conozca más que “lo que ya está establecido” y aprobado por grandes empresarios y críticos culturales.

A mí me encanta el arte y tampoco estoy en contra de lo establecido, sólo que sí creo que es importante que haya diversidad y espacios para que haya mucho más eacceso a la gente para nutrir sus inquietudes culturales/artísticas. 

Platícanos un poco sobre tu proceso creativo ¿cómo empiezas los proyectos y los vas desarrollando? ¿cuáles son las temáticas que te inspiran?

Cuando me llaman para ilustrar un texto específico, investigo sobre el tema. Si tengo que ilustrar una portada de libro, por ejemplo, pido el script para leerlo; a veces me clavo demasiado en ese proceso como tomar conceptos clave, veo referencias, hago mi moodboard con un banco de imágenes. No me gusta imponer un estilo, me interesa proponer un resultado que le venga bien al proyecto.

Peloteo con el editor o cliente en cuestión para obtener retroalimentación, y tratar de encontrar ese acierto gráfico y visual. Hay proyectos que salen muy fácil, otros con los que el resultado es favorecedor y/o acertivo; hay proyectos con los que conecto perfecto; y a veces hay otros que me cuestan más trabajo de resolver, o que el resultado no me late tanto. A veces lo siento como un acertijo que no logro descifrar.

Me encanta la literatura, los ensayos, la teoría y, la verdad, con cada proyecto aprendo. Tengo ya varios años de experiencia y siento que apenas en mis más recientes proyectos me siento muy satisfecha con los resultados, con la lectura del proyecto completo (texto-imagen). Para mis propios proyectos, también tomo decisiones como definir el material, medio, salida; a veces sólo quiero explorar y no estoy pensando en los resultados sino trato de descubrir soluciones a ciertos temas.

Me interesa un montón el retrato; las formas en que modelamos nuestra imagen, el cabello, el entorno, los paisajes, el transitar, el movimiento del cuerpo a través de un espacio, los espacios mismos. Casi siempre hago de todo a la vez pero así es la forma en que construyo lo que hago.


Compártenos dos o tres proyectos, colegas o cuentas de ig que te inspiren y gusten mucho.

Admiro mucho la energía, el amor y tenacidad que tienen por sus proyectos editoriales Abril Castillo (Alacraña), Idalia Sautto (Pitzilein Books) y David González y Juan Antonio Del Monte (Festina). La verdad no hay proyectos más lindos que aquellos que se hacen con amor, constancia y paciencia, no se están haciendo ricos pero hacen una labor muy noble de publicar, autopublicarse; editar proyectos de calidad, con riqueza de contenido, y que a pesar de lo difícil que puede ser vender libros de manera independiente y lo caro que es producirlos, no se dan por vencidos.

Colaboro desde hace años con una gran ilustradora chilena Daniela Soto Figueroa, que coordina un proyecto en instagram de ilustración de portadas de discos El Disco del Día. Como recomendaciones, recién conocí el trabajo de una gran diseñadora y artista Andrea Carrillo Iglesias. También es inspirador el trabajo de investigación de la artista colombiana Adriana Salazar Vélez (Enciclopedia de cosas vivas y muertas del Lago de Texcoco). Sigo la cuenta @astraleyez, que tiene una curaduría de arte de cómic y narrativa gráfica. Otra recomendación, si te gusta el shitposting @alsostarring… también @verlapared, el instagram de Norberto Miranda que tiene un libro virtual de fotografía arquitectónica en instagram (@norbeister), recomiendo también la cuenta @drooomenon de Ismael Merla.  

¿Realizas otras actividades que inspiran tu trabajo? (foto, diseño, escritura, un diario, algún proyecto digital o hobbies)

Sí, el diseño gráfico, editorial, hago libretas de dibujos de manera casi obsesiva. Me encanta cocinar, amo las plantas, la música, caminar trayectos largos, andar en bici, explorar pueblos y lugares, dibujarlos… 

¿En qué proyectos andas o cuáles tienes a futuro?

Además de mi proyecto Cosmorama de México, que es un proyecto constante de registro fotográfico de todos los sitios del país en los que transito, y que es traducido al dibujo y pintura; tengo un proyecto en puerta con mi amiga Bris Pineda, es un proyecto editorial muy libre y que tiene su propio ritmo y tiempos llamado “Nuevos Pobres“; estamos trabajando en el segundo volúmen de su investigación de traducción “Narrativa Gráfica”, en la que ella ha traducido más de 200 términos de gráfica que existen en inglés; los nombra al español y lo ilustran varios artistas geniales.

Y, como para mí ese dicho de “el que mucho abarca poco aprieta” está caduco, me estoy acercando a la gastronomía y emprendiendo con mi hermana un proyecto culinario.  

¿Qué inquietudes o problemáticas te gustaría abordar o desarrollar más en tu obra Liz?

Me gustaría ser más ficcional, quisiera abordar más sobre el imaginario, fusionar esa obsesión por el mundo exterior y sus formas y la “fantasía”. Me encantaría hacer fanzines y cómics, por eso hice mi sello editorial, pero todo eso lleva tiempo y hay que ser muy pacientes y constantes. Allá vamos.


Fecha de Publicación:
Martes 11 /05 2021