UN ESPACIO EN SAN CRISTÓBAL DE LAS CASAS DEDICADO A LOS INGREDIENTES MÁS FRESCOS DEL MAR

La historia de Mesa Madre empieza con su chef Sara López. Ella vivía en Cádiz, España y se mudó primero a la Ciudad de México, donde trabajó en varios restaurantes; después llegó a Chiapas, a San Cristóbal de las Casas y aunque la oferta de cocina tradicional es vasta, y los ingredientes locales extraordinariamente frescos, se dió cuenta de que faltaba una oferta de comida de mar con propuesta en la ciudad. Las playas más cercanas están a aproximadamente tres horas de distancia y hay mucho producto interesante que no llegaba.

Abrió primero Mesa Madre en un espacio reducido en el centro de la ciudad; pero trás el éxito obtenido, ahora tiene una nueva sede más amplia en la misma zona. Sara trae pesca fresca de pescadores de la región cada semana y además del restaurante se ha vuelto una especie de dealer para los entusiastas de este tipo de cocina; a través de un grupo de Whatsapp manda directo lo que hay disponible esa semana. Mejillones, cucaracha de mar, jaiba, langosta o pulpo, se pueden comprar a través de ella o probar en su cocina.

El espacio

De atmósfera desenfadada, fresca, amigable e ideal para una cena con amigxs; el diseño del espacio y selección de mobiliario estuvo a cargo de su novia, Jimena Larrondo. Cada elemento de diseño realza el espacio sin pretensión y la distribución de la casa en un solo nivel presenta diferentes ambientes en interior y exterior.

La comida

Langosta, cucaracha de mar, camarones o pinzas de jaiba, se pueden servir a la mantequilla, condimentadas con poro o ajo negro. Lo ideal es pedir varios platillos al centro (para poder probar de todo) y compartir.

Los mejillones a la crema de vino blanco y el pulpo asado con tuétano, son dos apuestas seguras que con pocos ingredientes realzan el sabor de sus protagonistas.

Para botanear el camembert empanizado con chutney de tocino y maple será una entrada perfecta. Y para terminar la velada, la crema catalana con gelatina de chai y frutos rojos va a volar.

Una variedad de vinos, cocteles y mezcales, complementan cada platillo. Vale la pena preguntar al mesero por las recomendaciones y algunas especialidades de temporada, ya que la idea es que la carta se adapte a la oferta de ingredientes.

OPINIÓN EDITORIAL:

La manera en que Sara transforma los ingredientes y logra acentos de sabor que escapan de la cocina regional es muy refrescante. Los precios están acorde al tamaño de porción y al tipo de lugar que ha creado.

La recomendación general sigue siendo quedarse en casa. Pero, si decides salir sigue todas las recomendaciones de cuidado pertinentes.


  • TEXTO Y FOTOS: Rodrigo De N. Colmenero

Fecha de Publicación:
Viernes 12/03 2021