UN DIÁLOGO ÍNTIMO Y HONESTO CON TINO PORTILLO DONDE NOS COMPARTE SOBRE SU EVOLUCIÓN EN LA MODA Y LA IMPORTANCIA DE CUIDAR LA SALUD MENTAL EN LAS INDUSTRIAS CREATIVAS
Con más de 13 años de trayectoria como stylist, Tino Portillo ha decidido dar un paso más allá y abrazar una nueva etapa en su carrera: la del creativo. En los últimos cuatro años, su enfoque en la salud mental lo ha llevado a un profundo crecimiento personal y profesional. Hoy, su trabajo ya no se define solo por la moda, sino por una forma de ver el mundo que cruza lo político, lo artístico y lo espiritual.
Aunque muchos podrían asumir que su camino comenzó desde el diseño, Tino estudió mercadotecnia, una formación que le dio lo que él llama una visión “antropológica” de la moda. Para él, esta se construye desde tres ejes: la cultura, la economía y la política. Desde ese enfoque empírico y consciente, ha creado una propuesta que no responde a tendencias ni a reglas estéticas, sino a la conexión entre identidad, contexto y mensaje.
En este íntimo acercamiento con Tino Portillo, no solo conocemos su recorrido en el mundo de la moda, sino también su crecimiento y evolución como creativo, una palabra con la que hoy se identifica porque abarca su historia, su ideología y todo lo que crea.
De activista a creativo
Para Tino, su historia no comenzó en las pasarelas ni en editoriales de moda, sino en las calles de Ciudad Juárez, con una pancarta en mano y el corazón lleno de ganas de cambiar el mundo. En 2006, formó parte de un grupo de jóvenes activistas que salían a marchar, movidos por la indignación y la esperanza. Sin embargo, como muchas veces pasa con quienes alzan la voz, las amenazas llegaron, y tuvieron que dejar este movimiento atrás.
Durante 15 años militó en lo político siendo parte de la primera generación marcada por lxs asesinadxs en Juárez, una experiencia que lo formó profundamente.
“Yo quería salvar el mundo, y nadie va a saber el cómo te sientes respecto a un tema si no lo has vivido. Todas las personas que somos de la frontera tenemos ese feeling”
Su contexto lo llevó a crecer en un ambiente chicano, entre dos culturas y muchos desafíos. Estudió la universidad en Estados Unidos y ahí también vivió el peso de la discriminación: “frijolero”, “beaner”, fueron algunos de los insultos que tuvo que escuchar. Hoy, al ver cómo ciertos códigos culturales chicanos se han vuelto tendencia en la moda, Tino confiesa que le genera emociones encontradas.
“Yo no soy chicano, pero crecí con chicanos, y sufrí mucha discriminación… entonces, ver el impacto de esta tendencia se me hace muy padre, pero en lo personal, ya no se me hace algo tan nuevo porque fue algo con lo que crecí”
No habla desde la distancia, sino desde la vivencia. Su mirada es política, pero también humana. En su caso, la moda nunca ha sido un simple acto estético: es memoria, historia y experiencia personal.
¿Moda? Sí, pero también arte y estrategia
Tino no ve la moda como una simple elección estética, sino como parte de un sistema mucho más amplio donde influyen el arte, la mercadotecnia y las estructuras de poder.
“Todo lo que nosotros vemos es marketing, está pensado por un grupo de personas que están arriba de nosotros”
Un ejemplo de ello son lxs cholxs o lxs modelxs plus size, quienes en la actualidad han sido presentadxs erróneamente como una tendencia, cuando en realidad son personas y culturas que siempre han existido. Antes vivían en la marginación y ahora reciben apoyo y visibilidad, o bien, continúan luchando por obtenerlos.
Después de más de una década de carrera como stylist, Tino se replantea el lugar que ocupa en la industria y cómo se identifica dentro de ella.
“Yo me considero un obrero de la moda, soy de las personas que están detrás, vistiendo a esas personas que están en el poder”
Su trabajo es profundo, cargado de sentido, y lo entiende como algo que trasciende las temporalidades:
“Mi trabajo yo lo veo como si yo fuera a una galería de arte, quiero que en 200 años vean esa editorial y les siga resultando impactante”
El paso del tiempo, la sobreoferta de creativxs y la presión por destacar han hecho que ya no se sienta igual que cuando comenzó. Pero si algo ha aprendido es a dejar atrás la comparación, el hambre de validación y el encasillamiento. Hoy, se asume como un creativo, con una visión amplia y personal que no depende de etiquetas ni tendencias.
El estilismo en México
Aunque lleva más de una década dedicándose al estilismo, Tino no olvida que esta sigue siendo una profesión joven en México, con una historia de no más de 35 o 40 años en el país. A pesar de los avances, aún persisten muchos estigmas e ideas erróneas en torno a este oficio. Enfrentándose a marcas y personas que reducen su trabajo a “crear looks bonitos”, lo cual abre la puerta a una reflexión más profunda sobre qué consideramos bonito o feo, y quién tiene el poder de decidirlo.
Desde el inicio de su carrera, lidió con el encasillamiento, al ser etiquetado como un stylist especializado en streetwear. Pero Tino buscaba algo más: que lo reconocieran por su versatilidad. Hoy, tras años de trayectoria, los retos han evolucionado. Hay quienes opinan que “ya cobra mucho” o que “se le subió”, sin considerar que lo único que ha hecho es empezar a cuidar su salud mental.
“Me interesa ser feliz, me interesa crear, y si a una persona le gusta, esa persona debo ser yo”
Con claridad, Tino desmonta la falsa creencia de que del arte no se puede vivir:
”Debemos aprender a generar ingresos con la creatividad. ¿Cómo? Educando al consumidor”
Para él, es urgente que lxs creativxs aprendan a valorar su trabajo, dejen de intercambiarlo por menciones o productos, y comiencen a cobrar lo justo, ya que al final del día es un empleo como cualquier otro, que debe cubrir rentas, víveres y demás necesidades. Tino tiene claro que todo proyecto debe nacer desde la pasión por crear, y reconoce que el momento que atraviesan las industrias creativas en nuestro país es especialmente poderoso.
“México está en un muy buen momento, hay que ir para arriba, hay que agarrarnos y hay que realmente hacer comunidad”
El dilema de las nuevas generaciones: creatividad vs tecnología
Sin problema en decirlo con claridad, Tino mantiene una postura crítica frente a la tecnología y las herramientas digitales, pues desde su perspectiva, daña mucho a lxs creativxs. Aun así, reconoce que la evolución es necesaria. Su posición nace de una preocupación legítima por la pérdida de profundidad en los procesos creativos.
“Las verdaderas referencias no se encuentran en plataformas rápidas ni en algoritmos” nos afirma. En su visión, todo lo que consumes —lo que ves, lees y escuchas— se convierte en material para crear.
“Es importante inspirarse en cosas que puedes pensar que son old school, pero el conocimiento de un libro nunca se comparará con Google o la IA”
Esta reflexión lo lleva a compartir una observación sobre las nuevas generaciones y nos hace una invitación a seguir el instinto y crear desde el corazón.
“Habrá quienes, desde su frustración, quieran inculcarles inseguridad; por lo que debemos ser íntegrxs, creer en nuestros ideales y ser resilientes”
Un mensaje de Tino para quienes sueñan con crear
A lo largo de su carrera, Tino ha aprendido que en esta industria lo más valioso no es encajar, sino mantenerse fiel a una voz interior. Por eso, cuando piensa en quienes están dando sus primeros pasos en la moda, su consejo es claro:
“Trabajen desde el alma y el corazón, no sigan tendencias, no traten de encajar; pero sobre todo que no se te pegue lo hater de la industria”
Desde su propia experiencia, sabe que crecer profesionalmente puede parecer cuesta arriba, sobre todo cuando el entorno está cargado de presiones externas y juicios. Pero insiste: la autenticidad siempre debe ser prioridad.
“No vean esto como una carrera, sino como aprovechar un don que tenemos lxs creativxs, ser conscientes de que tenemos un privilegio que es sanar a través del arte”
Reconoce que el hate en redes puede desgastarnos emocionalmente, sembrar inseguridad e incluso detonar el síndrome del impostor. Por eso, resalta la importancia de construir una identidad sólida, que no dependa de la validación externa. “Vivimos en un casting continuo: ¿cuál imagen funciona?, ¿a quién escogemos?, ¿a quién contratamos para este proyecto? En un entorno donde todo parece medirse por la apariencia”, Tino invita a ir más profundo.
“Creo que si cada quien se enfoca en sí mismx, no tendríamos que estar preocupadxs por criticar a lxs demás”
Crear desde la evolución: Los nuevos proyectos de Tino
Durante la pandemia, Tino comenzó a explorar otra faceta de su creatividad: el diseño. Fue en agosto de 2020 cuando empezó a bocetar sin presión, pero con mucha intención. Al ver una colección de Willy Chavarría, algo hizo clic en él. Supo que era el momento de lanzar su propio proyecto.
La colección que empezó a tomar forma, es una mezcla de identidades que lo atraviesan: un cholo asiático, un chicano de Los Ángeles y un cholo de Juárez y El Paso, Texas. Una propuesta 100 % streetwear que, casi ocho años de trayectoria, abraza esta estética con orgullo y autenticidad, sin reservas.
“Nadie encuentra entre el hilo negro, pero me siento muy orgulloso de lo que hice y lo que haré”
Para él, crear no es un camino individual. Siempre reconoce a su equipo como parte fundamental del proceso y camina junto a ellxs, nunca detrás, porque esa persona que va a tu lado podría ser quien te ofrezca trabajo algún día.
Con una mirada inconforme y un espíritu que no deja de imaginar, Tino se define con claridad:
“Soy una persona que está en construcción de hacer nuevas cosas”
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Tino será parte de nuestras charlas creativas que conmemoran nuestro 16 aniversario. Te invitamos a visitar nuestras redes y futuros contenidos para no perderte este encuentro.
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