HELLO WORLD, EL PRIMER FESTIVAL DE MUJERES Y CREATIVIDAD DIGITAL EN CDMX, BUSCA VISIBILIZAR EL TRABAJO DE MUJERES EN LA TECNOLOGÍA.

La computación poética* es el momento en que el lenguaje se encuentra con las máquinas y la lógica con la electricidad. Pero hay otro tipo de conexiones, irracionales e imposibles, como cuando nos hace reir un GIF, nos duele la caída de un celular, o nos tortura ver dos palomitas azules y una ausencia de respuestas. ¿Qué sucede cuando lo que nos produce empatía son nuestras interacciones cotidianas con una máquina?   

Del 12 al 14 de abril se llevó a cabo Hello World 1.0, un festival de mujeres que usan la tecnología como forma de expresión creativa. Con el tema de “Biosensaciones” y bajo la curaduría de Nancy Mookiena, 10 artistas exhibieron proyectos que exploran la interacción entre tecnología y relaciones afectivas por medio de instalaciones, arte sonoro, y arte digital.

Como parte del festival también se realizaron fiestas con actos en vivo, talleres, y dos conferencias.

En la primera conferencia Mónica Aguilar y Anabel Becerril de Laboratorio118, organizadoras del evento, hablaron sobre cómo combinan estrategias artísticas con la gestión cultural. Su motivación para crear el evento fue la necesidad de visibilizar el trabajo de mujeres en la tecnología, así como la decisión de no esperar a ser invitadas a algún evento y generar las actividades que desean que existan en la Ciudad de México. Hablaron también sobre algunos de sus proyectos como Santuario Digital”, realizado para el Festival Internacional de Mapping de Morelia, el cual parte del concepto de un santuario natural para crear uno de mariposas digitales. El efecto de la pieza va más allá de ser meramente contemplativo al contribuir a la reactivación de actividades culturales en la zona. Su pieza “Entre Nubes, presentada en el Abierto Mexicano de Diseño y el Carnaval de Bahidorá, fue un set interactivo con nubes inspirado en el trabajo de René Magritte. Explicaron los retos de crear experiencias 360º en las que la audiencia pueda caminar libremente dentro de la instalación y además interactuar con los visuales en tiempo real. Enfatizaron la necesidad de revalorizar los productos culturales y cómo las estrategias de crowdfunding y colaboración comunitaria funcionaron para obtener fondos que financiaran la gestión del festival. Concluyeron proponiendo estrategias para apoyar a creadores locales: consumir sus productos, difundir su trabajo, y asistir a sus eventos.

En la conferencia de Anni Garza Lau, la artista visual habló sobre empatía digital y cómo aprender a programar ayuda a entender el funcionamiento del mundo digital. Su trabajo se enfoca en el uso de dispositivos tecnológicos para el desarrollo de experiencias afectivas y cognitivas. Explicó cómo funciona el mapeo de emociones a través del big data y los riesgos que se desatan cuando son las corporaciones –y no gobiernos u organismos de organización ciudadana– quienes manipulan grandes conjuntos de datos. Enfatizó la importancia de entender que no es nuestra información individual la que más impacto tiene (y el error de pensar que no importa compartirla porque no hay nada que ocultar), sino la agregación de los datos de toda una población lo cual la hace más vulnerable a campañas publicitarias, burbujas de información, manipulación, y segregación social. Es por esto que no se debe subestimar la capacidad expresiva de los datos y recordar que las máquinas están siempre predestinadas a producir algún error. Habló también sobre el significado político y ontológico del like y la capacidad adictiva de las redes sociales. Por ejemplo, el que a uno lo dejen “en visto” puede jugar un rol en la manipulación de nuestras emociones, e hizo un llamado (por respeto a uno mismo) a observar estos extremos de irracionalidad digital para controlar qué tanto permitimos que las interacciones virtuales tengan un efecto sobre nosotros. La pieza que produjo para el festival, “De uno mismo (self awareness)”, es una instalación sonora interactiva en la que el visitante es invitado a leer un texto sobre el hiperindividualismo fomentado por redes sociales y cómo esto distorsiona nuestra visión del mundo y de nosotros mismos. El uso de un distorsionador sonoro obliga al usuario a escucharse a sí mismo con un pequeño desfase, lo cual va lentamente dejándolo sin habla y en estado de balbuceo.       

Festivales como éste son importantes porque acercan el tema de la tecnología a un público que cada vez se cuestiona más el significado de la experiencia humana en los espacios digitales. El contenido teórico detrás de las piezas exhibidas permite que sean leídas bajo múltiples perspectivas, desde algo lúdico hasta fuertes críticas sobre el impacto de la tecnología en la construcción de nuestra identidad. Espero que el éxito de la campaña de Kickstarter y la gran audiencia que convocó el festival signifique que habrá una segunda versión el próximo año, ya que este tipo de eventos contribuyen a ampliar el diálogo sobre cultura digital en el contexto mexicano.   

__

*La computación poética es un término acuñado por el artista Taeyoon Choi que trata al código como una forma de poesía y experiencia estética. Sus manifestaciones pueden ir desde la exhibición de imágenes de lenguaje ASCII hasta talleres conceptuales para aprender los fundamentos de la computación.   

***

Aditi Ruiz es una diseñadora e investigadora interesada en las utopías contemporáneas. Su filosofía del diseño se basa en un enfoque crítico y la exploración de escenarios ficticios. Su trabajo se enfoca a fenómenos sociales, experimentos conceptuales e inducir la reflexión a través del diseño.

Puedes leerla hablando de política  en la nueva edición de EmergeMX.



  • FOTOS: Cortesía

  • TEXTO: Aditi Ruiz

Fecha de Publicación:
Jueves 10/09 2018