EL SONIDERO ES UNA INDUSTRIA TRADICIONALMENTE MASCULINA, PERO UN COLECTIVO DE MUJERES REÚNE A TODAS LAS QUE SE DEDICAN A HACERNOS BAILAR.

Amenizar una reunión social como una boda, graduación o una simple fiesta local es trabajo de los sonideros; con distintos equipos de sonido para modificar los bajos, medios, trompetas o en su defecto, la voz, promueven el valor que lleva la música y logran conquistar los cuerpos de los bailarines. El sonidero es aquel que con sus reverberaciones dan ambiente a estas reuniones sociales, dándoles un valor especial con la locución, música y contagiar las ganas de hacer bailar a los presentes.

El sonidero nació de la carencia de las personas que vivían en las vecindades o barrios que no podían costearse una fiesta grande en un salón; estas personas sacaban sus equipos de audio para celebrar improvisadamente. Con esto dicho, el efecto sonidero genera un vínculo entre los asistentes de la fiesta, ya que se encargan de anunciar a la gente que va llegando para darles importancia; desarrollando un sentido de comunidad y unión.

Esta importancia incluso ha ocurrido durante la pandemia, ya que estos clásicos saludos y anuncios sirven como forma de comunicarse con familiares que viven en otros países. Los sonideros se movieron a las redes sociales para poder seguir trabajando, con transmisiones en vivo e invitados de otros lugares.

El mismo público te pide el saludo. Los bailarines son muy importantes, los vas conociendo por la comunidad sonidera, llegan y te levantan la mano para que anuncies que ya llegó el pachuco y su rumbera; vas vinculando a la gente. Se siente bonito.

Las personas que amenizan el ambiente se identifican por su estilo y por la música que ocupan, incluso diferentes estados se caracterizan por tener sonidos particulares; en Monterrey es la cumbia rebajada, en San Luis Potosí la cumbia peñonera, e incluso los sonideros mexicanos que residen en Estados Unidos acostumbrar utilizar cumbia poblana; cada estado tiene su estilo, como si fuera un baile regional.

Origen

Se cree que este modo de celebrar se creó en los cincuenta, destacando como uno de los sonideros con más trayectoria al  “Sonidero Duende”, conformado por el padre y hermano de Marisol Mendoza. Marisol se autonombra promotora cultural (y también sonidera), con 13 años gestionando y enlazando, se vio rodeada de woofers y bocinas desde su niñez; por eso conoce a algunas de las sonideras pioneras como Lupita “La cigarrita” y Jacqueline Malagón. Después conoció a las hermanas “Sonidos la Morena” y “Sonido la Zeida” de la dinastía Perea, los cuales son conocidos por ser sonideros importantes, ya que trajeron la música colombiana y peruana a México. Marisol tuvo la idea de juntar a todas las mujeres que hacen sonideros ya que solo conocía a cuatro; en el 2014, junto con “La princesa del sabor” y Gatubela hacen el primer crew de sonideras llamado Sonideras de corazón.

Para abril del 2014, ya tenían su primer evento como Sonideras de corazón “Por el derecho a decidir”, en donde conoció a más sonideras; esto llama la atención aun organizador, el cual hace un evento con alrededor de 15 sonideras, pero desafortunadamente el evento fue cancelado sin previo aviso. Debido a que el cartel generó ruido, se acercó con el Sr. Mauricio Garcia del  Salón Candela, ubicado en la colonia Tabacalera de la Ciudad de México. Marisol le explicó que buscaba visibilizar el trabajo de las sonideras, él mostró interés pero opinó que el proyecto debería tener un nombre y logo.

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A los pocos días ya tenían un logo, en donde la sombra femenina representa a todas las mujeres que hacen sonidero y con letras sencillas se anuncia el nuevo nombre: Musas Sonideras. El primer evento se realizó el 19 de julio del 2017, tocando por primera vez en el “Salón Candela”, donde desfilaron 30 mujeres sonideras cada ocho días de dos en dos.

Actualmente

Esto fue ganando popularidad y realizaron diversas entrevistas, cápsulas, e incluso un mini documental. Han tocado en el Museo Soumaya, Museo Numismático, Museo de la Mujer, casas de cultura y en varias universidades como la UNAM y ELA. 

Debido a que las mujeres sonideras no tienen el mismo apoyo que los hombres, hasta el día de hoy, Marisol solo conoce a 10 mujeres con equipos de audio propios. El entorno doméstico tolera el sacrificio que hace un hombre para invertir en discos y equipo pero no en las mujeres. Además son criticadas constantemente por su apariencia, a los hombres sonideros se les permite envejecer pero a las mujeres se les exige que se mantengan jóvenes y atractivas. Incluso se les critica por su sexualidad; “Sonido Diversidad” una sonidera lesbiana y “Reina Rumba”, una mujer transgénero, han sido parte de Musas Sonideras.

Hasta que la sororidad se haga costumbre.

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Musas Sonideras promueve la visibilidad, teniendo como objetivo la sororidad, llevándolo a lo cultural y a lo tangible ; además de reconocer y recordar el legado de las pioneras. Muchos de los eventos tienen además de la fiesta, consciencia social, luchar por la despenalización del aborto, el acceso a salud de la mujer y lograr equidad de derechos. Las sonideras buscan promover bailes sin violencia, e incluso tratan de evitarla al igual que los robos. El sonido tiene un fuerte poder de convocatoria y de transformar el espacio público. En las campañas políticas también es usual escuchar a las Musas y ellas se involucran con la esperanza de que el gobierno proteja esta actividad, lo cual casi nunca ocurre.

Gracias a esta organización, Marisol conoce a más de 60 sonideras de las cuales 34 son parte de Musas. También es importante reconocer a las sonideras que residen en Estados Unidos, las cuales no pudieron llevar sus equipos de sonido, pero llevan la cultura sonidera.


  • TEXTO: Rodrigo De Noriega y Jessica Olivares

Fecha de Publicación:
Martes 27/07 2020