A UNA CUADRA DE REFORMA, UNA DE LAS CALLES MÁS CAÓTICAS DE LA CIUDAD, SE ENCUENTRA ESTE NUEVO HOTSPOT EN DONDE TE SENTIRÁS PROTEGIDO, SEGURO, COMO EN CASA.
El nombre viene por la alegoría de regresar a tu origen, a la familia, al hogar, a lo que te hace sentir bien, a tu nido.
Eduardo Plaschinski (@cazadordelomejor) desde pequeño desarrolló pasión por la comida y la hospitalidad, heredado por su mamá. Este emprendedor culinario siempre buscó involucrarse en el área gastronómica, y durante varios años desarrolló conceptos entorno a la industria, siendo Minggu uno de ellos.
Karen Drijanski, mamá de Eduardo, comenzó a cocinar a los 5 años de manera natural e influenciada por sus abuelas una polaca y la otra austriaca. Curiosa por naturaleza, en sus viajes acostumbra a entrar a las cocinas de los locales, de donde ha aprendido una gran variedad de recetas y truco que ahora aplica en Niddo. “Para mí la comida es la acción de dar; dar amor, alegría y un buen momento”.
Mauricio Reyes Retana Casillas, ingeniero industrial de profesión y a quien siempre le apasionó el tema gastronómico, se involucró en el concepto “porque ayudé a hacer las proyecciones financieras hasta que me enamoré por completo del proyectó y decidí asociarme”.
Los tres son los socios fundadores y el alma de Niddo, un restaurante de soul food que lleva apenas una semana en operación en el que los tres están en servicio por la pasión que le tienen y para poder trasmitir lo que realmente es, tanto al equipo como a los comensales.
Sentados en un café en Tokio, Eduardo y Karen diseñaron el proyecto que por mucho tiempo tuvieron en la mente: un espacio sin divisiones para ver la acción de la cocina, en donde se rompen las barreras y se crea un vínculo directo entre cocina y salón.
Encontraron la esquina de Dresde y Oxford en la Juárez de manera casual, desde ese momento supieron que ese era el lugar, sin embargo, tuvieron que esperar –alrededor de 8 meses– para que estuviera disponible. A partir de ese momento, les tomó 5 meses la ejecución del montaje.
Tres espacios diferentes
En la plata baja se encuentran dos locales: sobre Dresde el café para pasar por algo sencillo –un café, un pan dulce para llevar– y sobre Oxford el restaurante propiamente.
En la planta alta, existe una terraza pensada para en un futuro próximo realizar eventos y experiencias más inversivas.
Diseño
El branding estuvo a cargo de Arturo Osorio, mientras que la arquitectura e interiorismo fue un trabajo en conjunto entre los socios y Regina Galvanduque y Andres Mier y Teran.
Rojo, adobe, cacao, cochinilla y maíz rojo son los colores que componen el lugar y que le dan el toque de apapacho que se buscaba, además los detalles tienen un toque de Locura, como los bordes de la sillas, las plumas y algunos trapos.
Los arcos, en la cocina y los espejos están inspirados en la época de lo 40 una década muy importante para la colonia Juárez.
El mobiliario –desde las sillas y sillones que “te abrazan”, hasta mesas, sillas, lámparas fue hecho especialmente para Niddo por MYT.
La vajilla es de Taller Experimental de Cerámica en Coyoacán
Gastronomía
La experiencia de Niddo empieza por la cocina, una isla grande en donde se hace la producción de los platillos, mientras se exhiben todos los ingredientes para que puedan ser vistos, los cuales son elegidos cuidadosamente de productores como Yolcan. o el café, chiapaneco, de Jesús Salazar quien trabaja directamente con familias productoras de café en aquel estado de México y cuida muchos los procesos.
Los platillos tienen influencias de todo el mundo: Tailandia, África, Italia. Karen lo define como comida del mundo, “porque no hay fronteras” .
Desde el pan de dulce, los huevos shakshuka para desayunar, el grilled cheesse sandwich para comer es comida sin complicaciones, que no te cansa y que quieres volver a ella.
El menú se propondrá de acuerdo a la temporada, siempre con insumos frescos. Los domingo el menú es diferente, pues se ofrece un brunch de 9am a 4pm.
Niddo contigo
También han desarrollado una serie de productos que puedes llevarte a casa, como bolsas de té en colaboración con Escuela Mexicana del Té, café de los mismos productores con los que trabajan o tazas de cerámica de alta temperatura de Taiga.
Por otro lado, “Petrel” es una línea cosmética que crearon en colaboración con una perfumista y que alude al ave que al reconocer cierto olor regresa a su nido. Jabones, crema y velas con olores que te recuerdan a la cocina como la mandarina, naranja, jazmín, cardamomo.
Niddo, un proyecto con mucho amor en donde la gente trabaja con pasión, pues todo el equipo disfruta lo que hace y lo transmite haciéndote sentir realmente apapachado y en casa.
Compartir artículo
FOTOS: Fernanda López
TEXTO: Abigail Quesnel
Dresde 2, Colonia Juárez, CDMX
M-S: 8am a 12:30pm y 1:30pm a 6pm | D: 9am a 3:30pm
Fecha de Publicación:
Viernes 06/12 2018
if( have_rows('efn-photos') ) { ?>