EL DESPACHO DE ARQUITECTURA FACI LEBOREIRO FUE EL ENCARGADO DE CREAR NOSO, UN RESTAURANTE DE COCINA DE AUTOR EN EL QUE CUIDARON CON DETALLE CADA PARTE DEL PROYECTO PARA QUE EL DISEÑO DEL LUGAR EN CONJUNTO, PERMITA AL COMENSAL DISFRUTAR Y CONCENTRARSE EN LA COMIDA.

Los arquitectos Carlos Faci y Marina Leboreiro, de Faci Leboreiro Arquitectura, son la mente maestra detrás de la arquitectura e interiorismo de Noso, un restaurante de cocina de autor ubicado en Polanco y que fue inaugurado en noviembre del año pasado.

Desde el momento en que se abren las puertas del elevador, lo primero que resalta a la vista es el nombre del restaurante iluminado sobre una superficie de piedra que es un monolito de granito inspirado en los hórreos de Galicia, las construcciones utilizadas para almacenar y preparar los cereales antes de molerlos. Los hórreos, además de su funcionalidad, son una gran parte de la cultura gallega y de la tradiciones agrícolas del noroeste de la península ibérica.

Después de esto, en el pasillo se pueden apreciar las vigas de madera que descienden del techo y continúan por la pared del lado izquierdo, que recuerdan a las viñas y viñedos con sus líneas separadas que le dan ritmo y continuidad a lo largo del pasillo que se va iluminando cada vez más, como si se fuera caminando por la oscuridad y el destino final fuera el paraíso.

Al recorrer este pasillo, del lado derecho se puede ver parte de la cocina. Mientras te asignan la mesa puedes observar la manera en que trabajan en ella y la preparación y montaje de los platillos, lo cuál es una agradable experiencia pues por lo general las cocinas de los restaurantes quedan siempre alejadas de la vista pública, quitando una parte importante en la experiencia completa y la relación que puede tener el comensal con la comida que degustará.

Una vez en el salón, se aprecian las mesas y los sillones grises, que junto con los demás materiales como concreto blanco pulido y madera y la gama de colores tenues, crean un espacio iluminado y sobrio. Las celosías de acero sirven para dar privacidad e intimidad y en la noche, cuando se iluminan, fungen como un faro que atrae la mirada de la gente que pasa por fuera.

Al centro, se encuentra la mesa del chef, donde también se guarda la cava de Noso. En esta mesa de mármol para 10 personas, se sirve un menú especial de degustación.

Este proyecto ganó el primer lugar de Prisma (Premio de Interiorismo Mexicano) y también está nominado al premio Firenze entremuros, del que se darán a conocer los resultados en septiembre del presente año.

 

 



  • FOTOS: Ana Cuéllar / Cortesía

  • TEXTO: Andrea Young

  • Masaryk 311, Nivel 3, Polanco

Fecha de Publicación:
Lunes 13/08 2018