UBICADO EN EL CORAZÓN DE LA CIUDAD DE QUERÉTARO NOS ENCONTRAMOS CON O-LAB, UN ESTUDIO DONDE TRES DISEÑADORAS SE HAN DEDICADO A EXPERIMENTAR CON LA CERÁMICA DESDE HACE CASI 7 AÑOS.

Martes 15/ 03 2016

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FOTOS: Rene Enríquez

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Hace algunos días estuvimos explorando la capital de Querétaro con la misión de acercarnos a los proyectos y a los personajes que impulsan a las industrias creativas en México desde este punto. En nuestra ruta incluimos una visita al taller de o-lab, un estudio de diseño cerámico emocional que propone objetos funcionales con detalles extraordinarios.

Nuestra visita, coincidió con los preparativos de la celebración de los siete años de de o-lab, para la cual sus fundadoras, Leticia Perea, Paola Alanis y Arasi Kanthimanthinathan, las tres diseñadores industriales, se preparan para iniciar una nueva aventura extendiendo el rango de materiales y posibilidades del estudio.

 

¿Cómo fue que se convirtieron en un estudio de diseño cerámico emocional?

Las tres nos enamoramos del material cuando estábamos trabajando en la escuela, así que en un inicio decidimos empezar a trabajar con cerámica, el material se nos hacía súper sencillo y es muy manejable, te deja experimentar mucho.

Cuando empezamos y no conocíamos bien la complejidad de lo que es iniciar una nueva empresa, teníamos la idea de tener colecciones en un material nuevo cada seis meses o cada año. Eso definitivamente no pasó, hasta ahorita nos hemos clavado solamente en cerámica, pero empezamos ya a meter un poco de otros materiales con la cerámica, como madera en algunas piezas. Nuestra tirada es empezar a trabajar con otras cosas, esperamos en este año sacar la primera colección que no sea de cerámica, sino otro material por completo, estamos ya trabajando en ello.

¿Cuál ha sido el hilo conductor en sus colecciones?

Hemos sacado algunas piezas que se relacionan entre sí. Las colecciones tienen poquitas piezas y realmente lo que las unifica a todas es que buscamos crear alguna emoción en las personas, que cuando vean las piezas o las usen no sean totalmente indiferentes, sino que reaccionen de alguna manera, se saquen de onda, se rían o se enojen, pero que no pasen desapercibidas.

La nueva colección va a ser la primera que hacemos como de vuelta a lo básico, a formas más sencillas y piezas muy funcionales, pero con la característica de que tiene colores totalmente nuevos, que nunca habíamos usado y que son experimentos.

O-Lab_20

¿Cómo ha sido la evolución como empresa de o-lab a través de estos siete años?

Fue una evolución difícil, las tres somos diseñadoras y los primeros meses prácticamente todas peleábamos por el papel de sólo ser diseñadoras y no queríamos clavarnos en nada más. Poco a poco de manera natural fuimos agarrando caminos, dependiendo de lo que se nos facilitaba a cada una. Yo me fui enfocando más hacia el cliente, se me facilita más hablar con las personas y lo disfruto, Lety que es muy ordenada por naturaleza se fue a la parte más administrativa, y Paola se enfocó en hacer tangibles los diseños que entre las tres hacíamos, porque todavía el proceso de diseño lo seguimos haciendo las tres, pero se queda a nivel de bocetos, ya lo que es la definición de producto y volverlo una realidad queda en manos de Paola.

Los últimos años hemos estado puliendo esos aspectos, hemos tenido asesoría de programas de emprendurismo privados, de gente que hemos contratado para que nos ayuden a definir roles, a especializarnos más y también nos hemos tratado de rodear de gente que nos ayude y que nos pueda enseñar un poquito, estamos muy abiertas a aprender.

¿Y cómo ha sido la evolución creativa del estudio?

Después de tanto explorar tantas formas diferentes, porque una cosa es lo que sale a luz en el catálogo, pero también otra cosa es los miles de bocetos que tenemos de piezas que se han trabajado y que no se han hecho al final; después de darle tantas vueltas a algo, empiezas a simplificar. Ya lo trabajaste de una manera y vas sintetizando poco a poco hasta que llegas a algo más sencillo que igual puede comunicar un montón de cosas, lo cual muchas veces parece simple, pero el proceso es lo más difícil.

¿Qué estaremos viendo próximamente de o-lab?

Tenemos una nueva colección de cerámica que saldrá en un par de meses. Son varias piezas: jarrita con vaso, mezcalera, especieros, macetas, una tabla de picar; estamos haciendo las pruebas de color porque experimentamos con este material por primera vez. La colección se llama Mineral, porque son óxidos de la tierra y cada pieza reacciona diferente. De repente surgen texturas y manchas de color que son diferentes, son accidentes que la pieza sufre durante su proceso. Es algo súper natural, es la tierra convertida en cerámica y eso fue lo que nos encantó.

Luego viene la colección con materiales distintos a los que hemos trabajado, la cual queremos unir con los siete años de o-lab. Somos un poco apegadas a ese tipo de cosas, como es nuestro primer septenio y creemos mucho en el tema de la evolución y los siete años es un número fuerte, entonces estamos marcando un cambio en nuestro diseño y por eso pensamos que este es un buen momento para meter otro material. Ya pasó la primera etapa de o-lab, ya tenemos un poco más de madurez como estudio y como empresa, también tenemos más estructura y creemos que estamos en el momento de poder desarrollar otros materiales sin perder control del primero.

En los últimos años hemos tratado de hacer proyectos en colaboración con otras personas, la última que hicimos fue en noviembre, para las ilustraciones de las Chongudas y la taza orejona, lanzamos una convocatoria para diseñadores gráficos, ilustradores y artistas en general, y a los seleccionados les dimos las piezas para que las intervinieran. Ahorita también estamos viendo todo eso, tenemos ya los resultados y todavía no decidimos qué camino sigue para ellos.

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Estaremos al tanto de esta nueva colección y nueva etapa de o-lab, cuyas piezas buscan hacer sonreír a sus usuarios. Puedes consultar su catálogo en línea visitando su página web, donde también se encuentra toda la información sobre puntos de venta.