EN EL MARCO DEL FESTIVAL 'PORTFOLIO' 2014, CHARLAMOS CON 'CORINNA KOCH' Y 'PABLO ORTÍZ MONASTERIO' SOBRE SU LABOR Y MÁS RECIENTE TRABAJO.
Lunes 11/08 2014
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FOTOS: Rene Enríquez
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Actualmente el proceso de la fotografía ha mutado, se ha convertido en una disciplina que cada vez tiene más adeptos y que en el panorama artístico intenta crear nuevas maneras de observarla, es decir, desde un punto de vista técnico y pragmático, muchos ‘creadores de imágenes’ (la mayoría móvil o digital) suele llegar a auto-denominar sus tomas como “arte” y el verdadero oficio del ‘fotógrafo’ está siendo reducido a un término tan común como popular, pero como afirma Jordí Socías: “Todos tienen cámara pero no todos son fotógrafos”. ¿Qué hace entonces a un creado visual, fotógrafo? ¿cómo se concibe esta profesión en nuestros días?
Durante el marco del Festival Fotográfico Portfolio 2014, nos dimos entonces a la tarea de sentarnos a hablar con dos invitados a esta jornada: Corinna Koch [Fotógrafa alemana y actualmente co-editora de la colección Círculo de Arte, CONACULTA] y Pablo Ortíz Monasterio [Fundador del Centro de la Imagen, así como creador visual publicado con once libros autorales con su trabajo fotográfico] en un dialogo a través de la función de la imagen en nuestros días.
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Pablo, ¿cuál es tu percepción acerca del quehacer fotográfico en México?
Por una parte están sucediendo fenómenos asombrosos, modernos, interesantes, que están cuestionando y en general existe un muy buen nivel técnico y teórico, pero sucede también que existe un atraso en torno al sistema de este país. Hace algunos días estuve en Hermosillo y me quedé alucinado con lo que se está generando allá. Ahora todo el planeta cree ser fotógrafo y eso da paso a una generación visual inmensa.
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Corinna, ¿cuál sería el rasgo que más te impresiona o llama la atención del trabajo que se está realizando en México vs. Alemania?
Hay diversidad en todo el mundo, en Europa también existe ese rasgo, pero sucede que todo allá es más “intelectual”, hablamos de trabajos muy conceptuales entre los creadores. En México las propuestas tienen un sentimiento que viene más “del estomago”, de piel.
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¿Cuáles serían las características para que una imagen sea una fotografía considerable, Pablo?
“Por qué es buena una fotografía”, es el nombre de una presentación que siempre muestro en mis talleres y ahí considero 15 categorías. Puedo mencionar sólo tres: 1. Momento Decisivo, se trata de un término que acuñó Cartier Bresson (Francia, 1908) y considera ese instante donde todos los sentidos tienen su momento y existe un segundo para ser registrado por medio de la foto. 2. Elocuencia Narrativa, ese concepto se puede ver en la obra de Duane Michaels (E.U. 1932) donde en cada una de sus series te cuenta cosas y lo entiendes perfectamente, o en el trabajo de August Sander (Alemania, 1876) se trata de una intención más profunda, hablamos de práctica y estilo, de códigos corporales. 3. Belleza, cuando las fotos son bellas sin duda alguna, vale la pena; pero tenemos que cruzar ese término cultural.
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¿Qué hace a un fotógrafo un buen fotógrafo, Corinna?
En los días que corren se trata de tener una obra muy personal e individual.
Ya no hay que explicar tantas cosas, no se trata de mostrar el mundo de una manera o de retratar, porque eso sucede a diario. Lo más importante es crear alrededor de un tema más auténtico e íntimo, que sólo ese creador pueda trabajar. Hablamos de la reflexión y del dialogo entorno a un punto especifico.
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¿Hacia dónde va la fotografía actualmente?
Hay una cacofonía bestial, con Instagram o las redes sociales.
El verdadero trabajo fotográfico se trata de tener una mirada original, tener un tema y desde su propia visión individual de artista, observar el fenómeno y dar cuenta de ello. A partir de eso, existe un fenómeno de proyecto. Lo que sucede con los nuevos medios o los medios digitales es que cada segundo hay miles de imágenes, pero es sólo eso, ‘fotos individuales’ en donde no hay un discurso, se trata sólo del LIKE. Necesita existir un contexto para que surja la comprensión. Con los “nuevos medios” todo mundo se vuelve idiota, porque no hay forma de articular un imaginario, es sólo el Me gusta y Next. Todo se pierde.
Todo mundo es fotógrafo sí, pero pocos son autores fotográficos. Se trata de tener una obra y un discurso utilizando la fotografía para dar cuenta de ello.
Lo triste que es que en las fotografías actuales ya no importa mucho lo que significa realmente. No necesitamos tener tanto respeto por las imágenes, pero todavía tenemos la capacidad de decir cuál es una imagen buena y cuál no vale tanto.
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Corinna y Pablo se encuentran trabajando ya en una serie de libro para CONACULTA titulados ‘Círculos de Arte’ y a parte de ello, la obra individual de estos dos creadores sigue en proceso. Nuestra recomendación como siempre es no pierder de vista su trabajo.
