LA PANADERÍA 'ROSETTA' ABRE UNA NUEVA SUCURSAL UBICADA EN LA CALLE HAVRE. UN ESPACIO BIEN UBICADO Y DISEÑADO EN UN EDIFICIO QUE (PARECE SER) SERÁ REFERENTE EN ESTA NUEVA ZONA, LA CUÁL, MES TRAS MES, SE PLAGA DE CONCEPTOS COOL.

Lunes 21/10 2013
_

_

FOTOS: Rene Enríquez

_

Havre 73
Col. Juárez

_

_

Dice el dicho que no hay mejor olor que el del pan; y es quizás por esa razón que Elena Reygadas, sea probablemente una de las chefs más queridas por los habitantes de la Colonia Roma, pues cada mañana (y todos los días) provee de una de las mejores y más deliciosas selecciones de pan a los vecinos de esta zona; pero no satisfecha con hacer adictos a los circundantes de la calle Colima, hace al menos un par semanas apostó por abrir la segunda de sus panaderías bajo la firma de su primer restaurante “Rosetta” –ahora en la ‘bonante’ colonia Juárez–.

_

Elena Reygadas

_

Desde hace algunos meses, la colonia Juárez es sede de algunos de los proyectos emergentes más llamativos de la Ciudad de México en temas de entretenimiento, diseño, arquitectura y propuestas gastronómicas; es por ello que las principales marcas y algunos grupos de empresarios con “onda” están inviertiendo más que nunca en locales que serán renovados, rentados y habilitados con servicios y propuestas de primer nivel para los habitantes que ahí viven y el poder adquisitivo que emana el rumbo.

El concepto de Rosetta inició hace más de dos años, en una casona afrancesada, de techos altos e interior en tonos pastel que despide aroma a mantequilla. En donde –si tienes suerte (o reservación) puedes sentarte en el patio, de paredes blancas y discretos motivos florales. Los muebles vintage por momentos y con detalles modernos, crean un aire bucólico–, advirtió a su llegada la guía de especialidades, Time Out México.

_

_

Este nuevo espacio sucede así a los anteriores, pero hereda todo el potencial y el prestigio de una firma como la de Reygadas. El mismo menú que la panadería de la calle Colima, pero mucho más espacioso y pensado; café, bollos, galletas y lunches para comer ahí mismo o llevar. ¿Nuestro favorito? el rol de queso ricotta y cacao es el top.

El interiorismo ha sido pensado para crear una atmósfera tranquila y ad-doc con el concepto: la calidez de la madera, la elegancia de las vitrinas de cristal para el pan, los bien pensados detalles vintage y el color dorado como protagonista. Pisos que emulan un “ajedrez” a juego con los accesorios que evocan nostalgia y una terraza bastante agusto para ver pasar el tiempo. Cuenta también con un mini-segundo piso y una barra que da vista de todo el lugar, ideal para desayunar o pasar una tarde en la que no hay prisa que atender.

La recomendación está hecha, esta panadería se convertirá en uno de uno de los locales high de la calle de Havre, la que atraiga a muchos más adeptos y extraños que quieran apostar, comer, divertirse y sentirse distintos. Se trata de una colonia con ganas de renovación, de un barrio que intenta encuentrar su punto. Se trata de esperar a que los demás restaurantes, fondas, tiendas, boutiques lleguen y la pueblen, como a la Condesa o como La Roma hace 10 años, porque la mancha urbana así lo requiere, porque así será sucesivamente en esta ciudad.