¿Por qué importa la arquitectura?

Pienso en temas como: ¿existe el discurso social? ¿cómo entra este en la arquitectura mexicana? ó tal vez desarrollar como la manera de construir de una comunidad dice todo de ella. Pero, entre papeles arrugados en mi bote de basura con taches de posibles temas, volteé a ver el libro de Paul Goldberger – Why architecture matters? y encontré la respuesta. Sin embargo, mi curiosidad está enfocada en qué piensa el usuario. Aquel que, aunque no analice rasgos estilísticos ó sepa nombres de recónditas piezas de ornamentación,  perciba el efecto (aunque sea de manera sutil) de la arquitectura. Ya que al final, está en todo lo que nos rodea.  Decidí escribir sobre la importancia de la arquitectura cuando le pregunté a un estudiante de arquitectura, sus respuestas fueron:

Porque a través de la arquitectura es cómo consigues tener espacios funcionales y estéticos -se refiere al proceso de proyección y edificación- que generen un bienestar para el usuario. Importa porque genera un discurso social, porque genera la oportunidad de cambio.

Anónimo que no quiere revelar su identidad para no ser juzgado por los lectores de Coolhuntermx

El problema es que acabamos dando la respuesta más pretenciosa inflándose con términos que ni entendemos. Así que me salté los términos adornados, rechazando el lenguaje privado de los arquitectos para buscar uno más intuitivo. Entre un grupo de personas con profesiones variadas hice la misma pregunta y esto me respondieron:

“Es una herramienta esencial para la supervivencia y nuestra mejor oportunidad para mejorar la calidad de vida”. Karen, estudiante de derecho.

“¿Por qué importa? Porque es nuestro reflejo. Representa quiénes somos”. Carlo, fotógrafo.

“Es un reflejo de la época, del contexto sociocultural y económico que a veces usamos cómo muestra de poder.” Max, estudiante de psicología.

“Importa porque nos da un beneficio común, hablo de la belleza visual.” Lucas, analista.

“Inspira, te hace sentir.” Sofia, blogger.

“Es un orden definido antinatural por el hombre y hoy hace simbiosis con la tecnología.” Miguel, estudiante de filosofía.

“Da la oportunidad de decir algo más de nosotros.” Juan Carlos, (arquitecto frustrado) diseñador de albercas.

“Trascendencia.” Armando, constructor.

“Porque eleva al humano. ¿Cuevas? Cualquier animal puede vivir en cualquier espacio que provea mediana seguridad. Nosotros buscamos belleza, estructura, evolución.” Jorge, Psicoanalista.

“Por su obvia funcionalidad: protegernos y proveernos de ciertas necesidades básicas.” Pablo, estudiante de psicología.

Se me hizo provechoso volver a la opinión sin anteojeras, que representa la teoría que cargamos los arquitectos. Extrayendo lo capital del criterio del usuario final, podemos decir que la arquitectura es ego, un símbolo, objeto, espacio, oportunidad, negocio o la oportunidad de un camino mas verde (al menos eso creemos). Sin embargo hubo respuestas que sobresalieron más que otras, en especial expresiones como “representa quiénes somos” y “eleva al humano”. Hablemos un poco de estas últimas características para saber qué más nos dicen de esta.

La arquitectura la podemos encontrar desde el acto de una italiana  pintando su puerta de color azul, hasta en la planeación de una nueva ciudad. Sí, la arquitectura importa cuándo hace algo más que protegernos de los elementos. Cuando nos dice algo de nosotros y si la escuchamos… ¡Cuánto habla! Pensemos en cómo las plazas de Brasil cuentan la historia de la fuerte separación de la iglesia con el pueblo al fijarnos en donde están ubicadas sus catedrales. Mientras en México, podemos ver que la plaza de la Constitución está construida de tal manera que el personaje protagónico es la Catedral Metropolitana.

La arquitectura moderna también es simbólica -y nos dice mucho de nosotros- aunque no tenga la intención de serlo. En el libro “Learning from las Vegas” de Denise Scott Brown, Robert Venturi y Steven Izenour nos dicen que “It is an architecture of communication over space; communication dominates space as an element in the architecture and in the landscape […] Objects of art were used to reinforce architectural space at the expense of their own content.”¿A qué se refieren con esto? Las Vegas es una ciudad comercialmente diseñada. Su arquitectura es el mecanismo de sustitución omnipresente para que el usuario comprenda su alrededor de inmediato.

La arquitectura también representa quiénes somos cuándo está ligada al poder. A lo largo de la historia se ha construido basándose en el concepto de la realidad y cómo entendemos el mundo. Está ligado a como una comunidad o nación quiere ser vista: con poder. Del 80 d.C. podemos tomar como ejemplo al Anfiteatro Flavio (Coliseo) en Roma. Del siglo XIV podemos tomar el lujoso Palacio de Mysore en la India. Y ahora podríamos poner al edificio más alto de nuestra época como ejemplo: Burj Khalifa (2010), 828 metros. Incluso yo pensaba que la arquitectura importa -y aquí entra mi ego- porque me daba la oportunidad de demostrar mi creatividad ante usuarios alrededor del mundo.

Veía la arquitectura como un escenario, donde los starchitects tienen la mayor cantidad de aplausos, y yo quería tomar el micrófono. Un compañero en la universidad alguna vez me dijo “¿acaso nos damos cuenta del poder que tenemos como arquitectos? Podemos literalmente mover montañas.” ¿Quién no se siente atraído por esa idea? Sin embargo, recordemos que la historia del arte llegó a un punto en que todo tocado por el artista era considerado arte -hasta un migitorio-. ¿Estará pasando lo mismo con los que tienen el micrófono en la arquitectura? Podría ser, pero también es parte del encanto de la arquitectura. Y además de reflejar, ¡posee la riqueza de no ser un envoltorio neutro!, siempre alberga algo (música, teatro ó finanzas) y eso la hace única.

La arquitectura importa porque es nuestro mejor símbolo físico para expresar nuestros ideales. Y como objeto hace un espléndido recorrido histórico entre generaciones. Es la clara representación de nuestra gran imaginación humana y nuestras más profundas complejidades con simples figuras geométricas. Podemos hacer magia reutilizando simples elementos como lo hace el arquitecto Henry Bacon para el Monumento a Lincoln o transformaciones más complejas como la iglesia de Sant´Ivo en Roma.

La arquitectura es significativa cuando nos transforma. Cuando cruzas la puerta de la Sagrada Familia y, a pesar de la multitud de gente, te sientes más ligero. No porque sepas algo de la complejidad de su construcción, sino por su entrada de luz natural a través de los grandes vitrales. También por sus columnas imitando la forma de árboles y los bellos elementos orgánicos que aceleran tu corazón y sales sin ser la misma persona. Es influyente porque hay lugares que tienen “alma” sin entender cómo se generó. La arquitectura es valiosa porque habla por sí misma.