Proyecto de Rozana Montiel estudio de arquitectura, Unidad Habitacional de San Pablo Xalpa. Foto: Jaime Navarro


DURANTE EL MES DE LA MUJER, ENTREVISTAMOS A ROZANA MONTIEL, ARQUITECTA DESTACADA EN MÉXICO QUIÉN COMPARTIÓ OPINIONES ACERCA DE GÉNERO, SU TRABAJO E INSPIRACIÓN.

La labor profesional de Rozana Montiel, al frente del estudio de arquitectura que lleva su nombre, contempla múltiples proyectos en el sector público o privado de tipología residencial, vivienda social, industria, espacio público e investigación académica. Entre sus proyectos destacan Común Unidad en colaboración con Alin V Wallach y Vacío Circular en colaboración con Dellekamp Arquitectos; y el recién terminado Fresnillo, en Zacatecas, que ha producido una regeneración positiva en una de las zonas más violentas del país.

¿El trabajo de qué creativa (arquitecta, diseñadora o artista) ha informado tu práctica?

Siempre miro desde otro lugar para hacer arquitectura. Retroalimento mi producción del espacio con referentes musicales, fílmicos, literarios, y pictóricos. Para diseñar me inspiro en el arte porque siempre parto de mi experiencia personal del espacio, de mi percepción de la materialidad conformando distintas atmósferas. Mi referente arquitectónico más importante es Lina Bo Bardi porque innovó en la integración del espacio público, le interesaba el potencial social del diseño; su edificio SESC – Pompéia es icónico no sólo por su trabajo de reciclaje sino por la eficacia de su programa. Fue una arquitecta propositiva en materia de vivienda, mobiliario, arte popular, museología, restauración, educación. Le importaba la habitabilidad y la conciencia colectiva en la producción cultural.

Mi arquitectura “hace lugar”: crea espacios de interrelación humana a través del diseño. Detrás de mi diseño hay una reflexión sobre cómo los espacios nos conectan con otros; sobre el tipo de identidad que generan y el modo en el que dialogan con un contexto histórico y material. Un espacio tiene muchas lecturas; es programa y atmósfera: texto y subtexto. El diseño, para mí, es una forma de materializar una idea, pero también de pensarla y experimentarla; de abrir juegos de percepción que diluyan el borde entre realidad y ficción.

Asumamos que no hay equidad o igualdad de género en ninguna industria, desde tu posición como arquitecta líder, reconocida y visible en la profesión, ¿cuáles consideras que serían las medidas a tomar para que ésta sea una profesión ejercida en igualdad?

En principio, yo no hablaría intercambiablemente de igualdad de género y de equidad de género. Son cuestiones distintas: la igualdad elimina las diferencias, mientras que la equidad se ocupa de dar una misma base de oportunidades a ambos géneros. Los hombres y las mujeres somos distintos, y esas diferencias son valiosas, lo que debemos cuidar es que tengamos oportunidades semejantes.

El desafío más significativo que he enfrentado en mi práctica arquitectónica trasciende el hecho de ser mujer; está relacionado con el modo en que nos enseñan profesionalmente a hacer arquitectura. Mi profesión es más equitativa cuando los que la ejercen asumen que la arquitectura puede beneficiar a todos: niños, adultos mayores, jóvenes, discapacitados, hombres, y mujeres, GLBT [Gays, Lesbianas, Bisexuales, Transgénero], madres y padres con tipologías distintas de familia. Si el espacio público, por ejemplo, ignora o excluye a un sector, estamos ante una forma de discriminación estructural. La consecuencia económica de esta forma de segregación social es atroz y silenciosa porque queda enterrada en nuestras rutinas y espacios cotidianos. Y como arquitectos y diseñadores urbanos podemos perpetuar esta situación o cambiarla.

¿Qué proyectos desarrollan actualmente en el estudio?

Actualmente estamos produciendo varias publicaciones e impartiendo un estudio de diseño sobre espacios urbanos transfronterizos en la Universidad de Cornell, Ithaca, NY, así que definitivamente un área importante de mi despacho es la investigación, y la estamos orientando hacia espacios públicos y culturales que faciliten la integración social a través de las artes y la labor artesanal.

Este año, mi despacho Rozana Montiel Estudio de Arquitectura fue el único estudio mexicano invitado a participar de manera individual en la 16a. Muestra Internacional De Arquitectura de La biennale di Venezia curada por Yvonne Farrell and Shelley McNamara, con el tema “Freespace” que se llevará a cabo del 26 de mayo al 25 de noviembre 2018, en Venecia, Italia.



  • FOTOS: Sandra Pereznieto / Jaime Navarro / Iwaan Baan

Fecha de Publicación:
Martes 27/03 2018