HABLAMOS CON ELLOS SOBRE EL BLANCO, EL NEGRO Y SUS INFLUENCIAS, QUE VAN DESDE ALEMANIA HASTA JAPÓN.

Rafael y Pamela son Shiro Schwarz, ellos son el grupo mexicano que va más allá de lo que se escucha, también tiene un arduo trabajo visual y conceptual. Shiro Schwarz es un mundo, una forma de entender la vida.

Shiro es blanco en japonés y Pam es fan de la cultura japonesa y Schwarz significa negro en alemán y Rafa de la cultura alemana, cada uno se viste del color que lo representa.

¿Quién está detrás de este alter ego japo-alemán?

Pamela: Somos Pamela Rojas y Rafael Marfil y nos conocemos desde hace un montón, desde que tenemos 12 años. Nos conocimos en 1997-98 aproximadamente, en la secundaria, en la clase de dibujo técnico. Nos volvimos amigos, luego nos dejamos de ver por mucho tiempo y nos reencontramos casi diez años después. Desde entonces no nos hemos separado, empezando una relación tanto profesional como personal.

Para ese entonces Rafa ya había hecho varios proyectos musicales y le pidió a Pam que colaborara  haciendo vocales para algunas piezas que tenía. El resultado les gustó y comenzaron a hacer canciones juntos. De ahí comenzaron con varios proyectos que se acercaban en diferentes estilos musicales, incluso llegaron a tener hasta 5 al mismo tiempo, “tocábamos al mismo tiempo en diferentes escenas pero éramos nosotros siempre”.

Rafa empezó a hacer música de manera autodidacta en 1999 con una computadora porque me encontró una revista donde venían muestras de software gratuito para hacer música. Se dio cuenta que hacer música era su pasión y desde ahí no lo ha dejado de hacer.

Por su parte, Pam empezó a tener interés en la expresión visual desde la secundaria. Estudió diseño gráfico y se especializó en escenarios virtuales donde aprendió a modelar 3D, a hacer animación, video y mucho del material gráfico que hoy en día utiliza para el proyecto.

¿Lo musical marca lo visual o depende del proyecto?

P: Siempre la música, ya que provee la estructura rítmica de la que se sirven los visuales. Pero más bien trabajamos cada quien a su ritmo, Rafa se encarga de hacer el audio, las pistas musicales y yo estoy haciendo los gráficos para los visuales.

No influimos en el proceso del otro, uno es lo musical y otro lo audiovisual y los dos cantamos, y cada uno escribe las letras que va a cantar. Los dos hablamos de lo mismo y nos ponemos de acuerdo en el tema pero luego cada quien escribe sus versos porque tenemos ritmos muy diferentes. Entonces tenemos muchísima libertad creativa y mucho respeto por cada una de las áreas.

¿Qué inspira a Shiro Schwarz?

R: La música electrónica y psicodélica de finales de los 90’s principios de los 00’s. Mi aspiración era formar parte de eso y tocar para ese público. Y a partir de eso todo siguió una secuencia lógica pasando por el house, el deep house, de ahí al jazz que fue lo que hizo querer aprender un lenguaje musical y del jazz al funk.

¿Cómo definen su estilo musical?

P: Mucha de la base es funk pero, nunca me han gustado los géneros. Siento que es algo de mi
personalidad que no me gusta encasillar las cosas pero yo al proyecto le veo mucho de Funk y mucho de lo que hace Rafa, siento que nuestra música es muy Rafa, es su sonido.

Actualmente hay una escena que se llama Boogie y Modern Funk que se acerca mucho a nosotros, cada una de ella de la East Coast y West Coast respectivamente.

Háblenme un poco de su estilo a la hora de vestir y esta clave de el blanco y el negro.

P: A mi siempre me inspiró la revista Fruits de Harayuku. Una revista que fotografiaba el estilo del barrio de Harayuku en Japón. Era algo completamente distinto a lo que yo había visto en México. Esa manera de vestir de los japoneses, siempre me ha gustado la libertad de expresarse, no me gustan las normas y con la Fruits me di cuenta que con la manera en que te vistes puedes expresar y demostrar mucha libertad.

¿Dónde sientes que en México está esa libertad de expresión?

P: Nosotros solemos ir a la asociación México japonesa cuando hacen eventos, es un punto de referencia para nosotros. Es un lugar donde presentan elementos de la cultura japonés para acercarlos a México.

R: Es muy interesante cómo tratan de representar y traer tanto la herencia clásica de Japón como lo más reciente y es muy inspirador.

Ya que estamos hablando de Japón, ¿cómo reciben Shiro Swartz en Japón?

R: Es curioso porque esta escena del Boogie y el Funk es música que fundamentalmente se toca en vinil y esto genera una cultura de coleccionismo de viniles y Japón es uno de los países con más coleccionismo de viniles. Japón en nuestras estadísticas de Soundcloud aparece como el tercer país en número de reproducciones.

P: Nosotros trabajamos con una disquera de Chicago que únicamente sacan los discos en vinil y digital y nuestros viniles, además de en California se venden mucho nuestros viniles en Japón.

¿Dónde consumen música en la Ciudad de México?

R: Creo que al CDMX es excelente si te gusta la fiesta porque hay libertad, hay muchos lugares, hay mucha gente haciendo música. Pero también siento que por otro lado la ciudad es muy clasista y al mismo tiempo toda esa libertad la resta, y también siento que las tribus por llamarlas de cierta manera se están segregando y hay menos mezcla, y digamos que no hay una tribu que corresponda a nuestro estilo de música que tenga su lugar, su noche, eso puede ser una desventaja.

P: Generalmente vamos a Youtube para descubrir nueva música. Pasamos mucho tiempo en el
estudio produciendo y cuando salimos es para descansar y hacer planes tranquilos. Una cosa que nos encanta es salir de viaje, es una de nuestras prioridades. Nos gusta conocer nuevos lugares y culturas y bebemos mucho de eso. Siempre estamos buscando experiencias y podríamos decir que es a experimentación es donde buscamos crecer e inspirarnos.

 

 



  • FOTOS: Ana Cuéllar

  • TEXTO: Mariana Guell / Momoroom

Fecha de Publicación:
Jueves 25/10 2018