LOS PROGRAMAS MASIVOS DE CAPTACIÓN DE LLUVIA EN VIVIENDAS Y ESCUELAS SE HAN CONVERTIDO EN UNA HERRAMIENTA DE POLÍTICA PÚBLICA CADA VEZ MÁS ATRACTIVA PARA SUBSANAR LA CRISIS DE ACCESO

El diseño industrial “frugal”, basado en el potencial, busca atender las necesidades más urgentes de las poblaciones históricamente excluidas y hacer valer los derechos más fundamentales. Por ejemplo, el Derecho al Agua. Por lo tanto, estos esfuerzos también poseen una visión de expansión masiva para tener un impacto significativo a la escala de las crisis hídricas actuales. 

La descentralización de la infraestructura a través de ecotecnologías surge como respuesta al fracaso de los sistemas centralizados de abastecimiento hídrico tradicionales. Los modelos hídricos más comunes son extractivistas y lineales (extracción → uso → desecho). Es así que generan sobreexplotación y exacerban las desigualdades socioeconómicas. Es imperativo plantear, de forma paralela, acciones a diversas escalas que permitan:

1) Diversificar las fuentes de agua.

2) Tratar y reintegrar las aguas servidas.

3) Regenerar y conservar los sistemas naturales de recarga de las fuentes de agua de las que dependemos (ríos, lagos, acuíferos). 

Desarrollar y mejorar las herramientas de política pública

Isla Urbana trabaja desde 2009 en el desarrollo de tecnologías y metodologías sociales para masificar la captación de lluvia en techos y generar un abastecimiento local. Esto con el fin de desarrollar herramientas y capacidades para cosechar y potabilizar la lluvia en cada construcción en que se implementen. De esta manera, las personas en sus casas, escuelas, industrias, etc, no dependen de pozos, ni pipas, y mucho menos del acarreo, durante la temporada de lluvias. A la vez, también es posible brindar infraestructura descentralizada a lugares a los que es económica y geográficamente inviable llevar infraestructura tradicional. 

Pero, ¿cómo pueden estos esfuerzos tener un impacto a nivel regional? La respuesta está en las herramientas de política pública. Específicamente, en los programas y proyectos masivos de subsidios, los incentivos fiscales, la reglamentación, y el monitoreo y revisión de todas las anteriores.

Los incentivos fiscales siguen siendo limitados en México. Por su parte, la reglamentación de captación de lluvia no es nueva, existe desde 2003, cuando la SEDEMA del Distrito Federal impulsó la obligatoriedad del “Sistema Alternativo” para todos los nuevos edificios de tipo B y C.

Incluso, Isla Urbana participó en la actualización de su guía técnica en 2019, junto con dependencias del gobierno, así como otras empresas y organizaciones, percatándose de un detalle clave: sin presupuestos y herramientas para el soporte técnico y el monitoreo, estos reglamentos difícilmente obtendrán los resultados esperados. A la fecha, poco se sabe de la aplicación real de este reglamento y de sus impactos. Isla Urbana también ha participado en el desarrollo de otras herramientas para incentivar la expansión de la práctica. El manual “Cosechar la Lluvia”, publicado por la SEDEMA, está basado en sus conocimientos teóricos y prácticos, y su equipo estuvo a cargo de su coordinación y redacción.

Por otro lado, se han vuelto cada vez más comunes los programas municipales o estatales de captación de lluvia. Desafortunadamente, el programa federal PROCAPTAR, que debería ser el más vistoso e importante, sigue a la sombra del ojo público; nunca se han presentado resultados contundentes de los no-insignificantes recursos que ahí se han invertido. A pesar de esto, los programas masivos de captación de lluvia en viviendas y escuelas se han convertido en una herramienta de política pública cada vez más atractiva para subsanar la crisis de acceso al agua directamente en las casas y escuelas, e Isla Urbana ha jugado un rol central en este proceso. 

Convertir la herramienta en una práctica

Después de 15 años de trabajo y más de 45 mil sistemas instalados podemos afirmar lo siguiente: los proyectos de ecotecnologías que no integran procesos de desarrollo de capacidades humanas resultan en altos índices de abandono. 

Un sistema de captación de lluvia es una herramienta, pero la captación de lluvia es una práctica, y para lograrla, se requieren capacidades específicas, acompañamiento, y monitoreo. Desde sus inicios, Isla Urbana trabaja para aprovechar el potencial de abastecimiento que representa la lluvia frente a la escasez, y diseña sistemas sencillos de captación de lluvia adaptados a distintos contextos. En paralelo, pero siempre al mismo nivel de importancia, diseña metodologías sociales para el desarrollo de capacidades en las poblaciones que atiende.

Mucho del éxito de Isla Urbana, que se refleja en sus altos índices de adopción en proyectos masivos (más del 80%), se debe a la importancia que se le ha dado a los procesos sociales y al diseño iterativo y frugal. Al diálogo abierto y la retroalimentación de las comunidades que reciben estas tecnologías, a la generación de confianza con la usuaria (como es la mayoría de los casos). La concepción del diseño como un proceso continuo que integra el desarrollo tecnológico y el social para generar modelos replicables y escalables, que se nutre del monitoreo y evaluación para adaptarse y mejorar.

La escalabilidad del proyecto; el paso a una política pública

Del 2009 a 2018 fue un periodo de mucho “picar piedra”, plagado tanto de errores como de éxitos. A partir de 2013, la sistematización de los procesos de implementación de proyectos de captación de lluvia en casas (la combinación de la tecnología y las metodologías sociales) resultó en interés político a nivel municipal y los primeros proyectos masivos de subsidios. Este proceso llegó a un punto de inflexión en 2018, cuando Isla Urbana fue llamada a co-diseñar el Programa de Cosecha de Lluvia en Viviendas de la CDMX, basado en su metodología (Isla Urbana implementó el proyecto en 2019 y algunas etapas más pequeñas en 2021 y 2022).

Este programa es el antecedente más importante de captación de lluvia en México y un ejemplo a nivel internacional, que ha inspirado el diseño de programas exitosos en otros estados, como Nidos de Lluvia en Guadalajara con su metodología social única, entre otros. Estos le han valido reconocimiento tanto a los gobiernos como a las empresas implementadoras, a la vez que representan oportunidades de analizar carencias y errores para seguir construyendo y expandiendo programas innovadores a través del país.

Modelos sostenibles de abastecimiento hídrico

La detonación y crecimiento del mercado de la captación pluvial desde 2019, y la escala masiva de los proyectos actuales – más de 60,000 sistemas instalados en la capital, más de 12,000 en Jalisco, y miles más en municipios a través de todo el país – es más que alentadora. Con voluntad política y sensibilidad social, los programas de captación de lluvia serán una parte fundamental de la solución a la crisis hídrica. La política pública de agua en México puede y debe ayudar a construir sistemas complejos que abracen la diversidad de tecnologías y la pericia existente en la sociedad civil, para convertir los modelos actuales de abastecimiento en modelos más cíclicos y sensibles a los sistemas naturales de los cuales dependemos.



  • Texto: Emilio Becerril Laversin. Director de Gestión de Isla Urbana

  • Fotos: Cortesía

Fecha de Publicación:
Lunes 9/09 2024