EL JUEGO ES UN DERECHO DE LA INFANCIA, ¿INCLUYE LAS PANTALLAS?

Las cartas a los Reyes Magos experimentan cambios notorios. Los juguetes clásicos como muñecas, carritos y peluches, han sido desplazados por la omnipresencia de dispositivos electrónicos, celulares, tabletas e incluso kits para youtubers o streamers. ¿Es esta transformación una transgresión a la infancia o un indicio del creciente adultocentrismo en el mundo infantil?

La tendencia ha llevado a algunas marcas de juguetes a adaptarse, y han creado reproducciones de dispositivos electrónicos para mantenerse relevantes en el gusto de las infancias. Este fenómeno plantea preguntas sobre el impacto en el desarrollo infantil y el papel de la tecnología en la formación de valores desde temprana edad.

¿Juguetes tradicionales o dispositivos?

A medida que los niños reciben regalos cada vez más centrados en la tecnología, también surge la preocupación sobre el tiempo que pasan frente a pantallas. La Academia Americana de Pediatría ofrece recomendaciones sobre esto:

Los niñxs de 0 a 2 años no deben pasar ningún tiempo en las pantallas, pues sus cerebros aún no están suficientemente desarrollados para recibir tantos estímulos. De 2 a 5 años el tiempo estimado es de entre media y una hora al día. Por su parte, respecto a la edad de 7 a 12 años se recomienda una hora bajo la supervisión de unx adultx.

Foto de Giu Vicente

A pesar de todo, es crucial destacar que los dispositivos no son intrínsecamente perjudiciales. Más bien, se presenta una oportunidad para guiar a los más pequeñxs hacia un uso positivo y educativo de la tecnología. Fomentar el desarrollo de habilidades digitales desde temprana edad puede prepararlxs para enfrentar el mundo que les espera, equipándolxs con las destrezas necesarias en una sociedad cada vez más digitalizada.

Foto de Robo Wunderkind

No obstante, no debemos olvidar que para el desarrollo en la infancia, el juego es esencial. A través de estas actividades se aprenden habilidades para interactuar con el mundo, pues beneficia la socialización, la expresión de emociones, el desarrollo psicomotriz y la creatividad. En 1959, la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó que el acto de jugar es un derecho de la infancia. Por su puesto, lxs adultxs tienen la obligación de velar por ello.

***

En última instancia, la clave reside en encontrar un equilibrio que nutra la creatividad y el aprendizaje, pues permite que la niñez no sólo se adapte al cambio tecnológico, sino también a prosperar en un futuro cada vez más digital. Por supuesto, sin olvidar que son personas que merecen tener una infancia saludable, que sí, puede que incluya uno que otro juguete que no sólo provenga de grandes marcas, sino también de productores locales y artesanales.

¿Tu qué piensas sobre estos cambios en las tendencias de juego?


  • Texto: María Fernanda Carmona

  • Fotos: Cortesía

Fecha de Publicación:
Lunes 23/12 2024