SINGULAR ES UNA FIRMA CON BASE EN #GDL, JALISCO, DEDICADA A INSPIRAR Y A SEDUCIR A TRAVÉS DE LOS MUEBLES. UN SELLO QUE REÚNE Y CONCENTRA LO MEJOR DEL DISEÑO INTERNACIONAL EN MÉXICO.

Jueves 26/06 2014

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CORTESÍA DE WWW.CREAM.MX

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Singular– Plaza Unicenter
Avenida Real Acueducto 160-2
Zapopan, Jalisco

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Siempre da gusto toparse con novedades, sobre todo si terminan por ser del agrado de uno. Mi más reciente sorpresa consistió en por fin conocer de cerca un proyecto (y a la gente detrás de él) que llevaba tiempo en mi radar: Singular.

Singular es el nombre de la más reciente aventura de Álvaro Hecht, Karla Vázquez y Kenia Rodríguez en el ámbito del diseño. Singular nace de años de experiencia. Diez de la sociedad entre Karla y Kenia en interiorismo, bajo el sello MUMO; 15 de Álvaro con Interi, en la fabricación, comercialización y diseño de muebles.

Sin necesidad de tener a un interiorista al lado, en Singular rápidamente es posible adentrarse en una antología de ambientes creados para inspirar y seducir. Todo aquel que haya tenido que amueblar un departamento, renovar un espacio o simplemente sea un entusiasta del diseño, encontrará objetos, muebles y composiciones que querrá ver montados en su propio hogar. La premisa es hacer accesibles las propuestas de marcas, casas de diseño, artistas y diseñadores que los tres han conocido a lo largo de su trayectoria y que continúan descubriendo.

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En los espacios de exhibición podemos encontrar luminarias de la casa italiana Artemide, del inglés Tom Dixon y del neoyorquino Patrick Townsend, pasando por muebles de Blu Dot (Estados Unidos), Saba (Italia), y hasta de Laura Noriega, diseñadora industrial de Guadalajara, entre otros más. En Singular, la selección de muebles y objetos no corresponde a ninguna geografía en particular, ni mucho menos a un estilo específico; aquí los conceptos son varios y cubren un amplio espectro.

El discurso de diseño de Singular es plural y global. Está formado por las propuestas de diseñadores, artistas y casas de diseño de diferentes partes del mundo y que en Singular encuentran un espacio de convivencia y conciliación. Justo como se va construyendo un hogar: los objetos no se nos aparecen como un conjunto, sino como “muchas cosas”. Como dice Kenia Rodríguez, “estamos viviendo un momento muy interesante en el diseño, en el cual los objetos, más allá de su propósito funcional, hablan de nosotros.”

Kenia, Karla y Álvaro coinciden en que existe una mayor exigencia sobre lo que buscamos en los muebles y objetos. No es suficiente que sean útiles, según su propósito inicial. En el caso de una recámara, ya no es aceptable que solamente presente un colchón o que brinde el máximo confort posible, sino que debe integrar un espacio de descanso y de recuperación al momento de dormir. Buscamos, lo sepamos o no, que nuestros muebles y objetos, traducidos en nuestros lugares y espacios, sean parte de nosotros.

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Sin adornos

En Singular es más que evidente que el diseño no es visto como decoración, como un conjunto de meros adornos que, encima de cualquier superficie, aderezan la vista de quien visita. Más bien, aquí el diseño se plantea desde la resolución de espacios y la creación de ambientes. Este empeño logra concebir entornos atemporales y duraderos, de los cuales sus habitantes se apropian sin conflicto.

En este mismo tenor, el arte es parte vital en la práctica de Singular.
Actualmente, en colaboración con dos galerías de la ciudad, Curro y Poncho y Arena México. Singular exhibe, junto a los muebles y objetos, obra de artistas locales como Gonzalo Lebrija, Francisco Ugarte, Fernando Palomar, JIS, Javier Rodríguez, Luis Alfonso Villalobos y Álvaro Argüelles.

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El arte hace que el espacio se vuelva íntimo, personal. Más allá de los populares y trillados cuadros decorativos, la apuesta por el arte real en los espacios que habitamos, conforma aquellos acentos que finalmente se requieren para hacerlos íntimos y propios.

Singular aporta en más de un sentido, por una parte mostrando la obra de artistas locales en un contexto distinto al de una galería, algo que de entrada comienza a derribar paradigmas sobre el arte mismo. Además, plantea una posibilidad interesante sobre los objetos y muebles, colocándolos sutilmente, solo sutilmente, al nivel de las obras que exhibe. Después de todo, tanto obras como objetos hablan de quienes somos.