EN LA SEGUNDA INDUSTRIA MÁS CONTAMINANTE, ES NECESARIO REGRESAR A PROCESOS SUSTENTABLES

La industria de la moda se considera la segunda más contaminante. Muchas veces al pensar en contaminación nos remite sólo a los desechos, pero existen procesos que comprometen al medio ambiente y a las personas que en ellos intervienen. El 20% del total de las aguas residuales a nivel mundial provienen de procesos textiles. En nuestro país el 70% del agua dulce está contaminada, en eso han participado diversas plantas de marcas tanto mexicanas como extranjeras localizadas -principalmente- en la zona bajío del país. 

Con una advertencia rotunda de parte de la ONU sobre las consecuencias que tendrá la contaminación para el año 2030, es momento de cambiar nuestros procesos de producción. En México existen algunas marcas preocupadas por buscar alternativas a los procesos húmedos, específicamente de teñido. Eilean es una marca de Querétaro que se destaca por sus procesos orgánicos y sustentantes. Algunos de sus textiles son reciclados, por lo cual los colores son los que tienen el material a reciclar. Esta firma, al igual que Amor & Rosas, también emplea los materiales en crudo. Esto quiere decir que el color es el natural de las fibras, así que no se somete a ningún proceso de teñido. 

En cuanto a teñidos naturales, se debe aclarar que para que pueda fijarse a las fibras, estas tienen que ser también naturales. Tanto fibras como tintes pueden ser de origen animal o vegetal. Se prepara primero el material que fungirá como colorante: desde semillas, cortesía, hojas o pétalos, hasta insectos. El primer paso es preparar las fibras para el colorante por medio del mordentado de las fibras, esto es colocar un fijador. Se emplea desde sal con vinagre, tequesquite, cal, estaño, pulque y hasta orines.

Posteriormente se realiza el teñido. El material elegido puede pigmentar la fibra en frío o caliente. Agnes Lab es un taller de teñido natural liderado por Carla Qua, quien prefiere realizar el teñido en frío para así ahorrar recursos como gas o luz. Primero se realiza una infusión y ahí se sumergen las fibras, las cuales pueden durar desde horas hasta días, dependiendo del material o el tono a lograr. Maria Maria Studio reutiliza el agua que ya se ha empleado para tintar otras fibras, esto con el objetivo de lograr tonos más claros y no aprovechar al máximo los recursos. En el caso de Agnes Lab, si se desea un tono rosa -por ejemplo- se tiñe con cochinilla para obtener rojo y después se hierve con limón, lo que decolora la fibra. 

Los textiles o fibras se exprimen y se ponen a secar a la sombra para posteriormente ser comercializados o empleados en la confección. 

Agnes Lab sugiere para el cuidado de estos textiles no lavar continuamente las prendas. Cuando sea momento de lavar, emplear jabón neutro y agua fría y secar a la intemperie. Maria Maria Studio además, sugiere el lavado a mano y secar a la sombra. 

La duración de los teñidos naturales dependerá además de los cuidados, del origen. Los de origen animal como añil y grana cochinilla duran más que cualquiera. En el caso de los vegetales tallos, hojas o troncos duran más que emplear pétalos.

Los teñidos naturales son procesos artesanales que representan una alternativa a la abrumante contaminación que produce la industria de la moda. Pero más allá de los procesos es importante que seamos responsables y conscientes de nuestro consumo. La clave es informarnos sobre la producción de nuestras prendas y tomar la decisión que beneficie tanto a nosotros como al medio ambiente. 



Fecha de Publicación:
Jueves 30/05 2019