EN EL CONTEXTO MEXICANO, EL RACISMO SE ABORDA CON MAYOR FRECUENCIA EN EL ESPACIO PÚBLICO, ACOMPAÑADO DE MANERA FUNDAMENTAL DE LAS MISMAS PREGUNTAS: ¿CUÁLES SON SUS DINAMICAS? ¿COMO NOS AFECTAN? Y SOBRE TODO ¿CÓMO COMBATIR ESE SISTEMA DE OPRESIÓN?

Junto con la discusión del racismo también se ha introducido un término nuevo; el antirracismo. En este sentido, debemos tener conciencia sobre a qué nos referimos cuando hablamos de racismo y a qué nos referimos por antirracismo, para poder tener claridad y respaldar nuestras ideas con acciones coherentes que hagan frente al racismo sistémico.

En este sentido, las personas blancas también son parte importante en la lucha contra el racismo, pues al ser las voces más escuchadas y tener acceso prioritario a un gran número de espacios pueden hacer uso de ese poder para desmantelar el sistema que les beneficia. ¿Cómo pueden ayudar a las personas racializadas sin pretender centrarse en la discusión?

En primer lugar, partamos con una definición clara de lo que entendemos por racismo; el racismo es de manera fundamental una forma de opresión que opera a partir de la creación de “razas” (pues estas distinciones biológicamente) y la jerarquización de ellas.

La raza “blanca” es concebida como la superior y todas las demás como inferiores, variando de acuerdo con su proximidad percibida a “lo blanco”*. Estas formas de jerarquización se traducen en desigualdad y violencia hacia las personas racializadas, es decir, no son personas que son biológicamente de otra raza, sino que nuestra cuerpo es percibido de esta forma por lxs demás en el espacio público y nos tratan de acuerdo con dicha categorización.

La racialización también está construida por las lenguas que hablamos, el acento con el que las hablamos, la forma en la que vestimos y el lugar del que venimos. Es por ello que es posible la creación de categorías tan amplias y poco específicas como “latino”, “indígena” o “negro”, pues las personas que se encuentran en esta categoría son tan diversas entre sí como en contraste con otras “razas”.

Estas percepciones sobre el cuerpo definen la manera en la que nos moveremos por el mundo y nos harán más fácil o más difícil el acceso a ciertos espacios y a educación, salud y vivienda de calidad (por ejemplo).

Utilizando esta definición podemos entender cómo es que fenómenos como “el racismo a la inversa”, sencillamente no existen. Una persona blanca puede ser discriminada a nivel individual por otra persona, pero a nivel sistémico seguirá siendo beneficiada y tendrá acceso prioritario a lo mencionado anteriormente. 

Ahora bien, esta definición, junto con mucha otra información respecto al tema se encuentra disponible de manera gratuita en muchos espacios en el internet y en una variedad de formatos que hacen más accesible la educación sobre el racismo. En las redes sociales también existe una gran diversidad de cuentas que hacen divulgación al respecto y que pueden ser útiles para comprender los matices al respecto y a conocer la historia de este sistema de opresión y su relación con otras formas de opresión y violencia.

No obstante, es importante destacar que la divulgación y educación que se comparte sobre el tema también es trabajo, por lo que, antes de pedirle a una persona racializada que te eduque sobre algún tema referente al racismo considera si tu duda se puede resolver a través de una búsqueda en Google, o si tienes la disposición de pagar por una asesoría que atienda puntualmente tus preguntas.

Si tienes espacios o proyectos visuales a tu disposición, considera incluir a personas racializadas en el equipo de trabajo para contribuir no sólo a construir junto on ellas sino para evitar perpetuar representaciones racistas que suelen repetirse frecuentemente y cuyo origen suele ser el hecho que el equipo está constituido únicamente por personas blancas que desconocen la violencia que suponen estas representaciones.

No se trata de contratar a personas racializadas simplemente por el hecho de serlo, sino pensar en que históricamente hemos sido excluidxs conscientemente de muchos espacios y áreas de trabajo por ser personas racializadas. Ahora las personas racializadas tenemos mayor presencia en muchos espacios artísticos que habían sido reservados únicamente para personas blancas, no obstante, únicamente somos objetos, modelos, la imagen retratada.

Esta representación no puede ser la meta final, pues se seguirán mostrando imágenes y representaciones que provienen de los sesgos de la mirada externa, en lugar de que las comunidades racializadas tengamos el poder de mostrarnos y definirnos en nuestros propios términos.

En cuanto a la discusión sobre apropiación cultural indebida es fundamental escuchar las voces de las personas de las comunidades de las cuáles se extraen estos elementos — ¿Por qué es indebido? ¿Cuál es la importancia que tienen para su cultura? De esta manera el propósito es crear un sentido crítico propio y no sólo saber que se tratan de actos de apropiación indebida, sino entender por qué es indebido y por qué es una acto violento. No se trata de pedirle permiso a una persona para poder usar x o y elemento, sino escuchar a las comunidades y entender por qué el uso de ciertos elementos es violento e irrespetuoso hacia esas culturas.

Por último, y lo más importante; todas las personas crecimos en un contexto racista, porque así es la sociedad que nos rodea. Por ello, tenemos ideas racistas que hemos naturalizado — tomar conciencia de estas ideas y acciones es parte del proceso antirracista, no basta nombrarnos así sino hacer la labor constante de cuestionar las propias ideas que tenemos respecto a nosotrxs mismxs y otrxs que son racistas. En este sentido, cuando alguien nos señala que algo que hemos dicho o hecho, es imperativo escuchar y tratar de mejorar en lugar de intentar justificarnos porque no queremos pensar que somos personas racistas.

La fragilidad del ego no tiene cabida dentro del antirracismo; todas las personas somos capaces de cometer errores. A la vez, todas las personas somos capaces de aprender, de cambiar y de hacer el esfuerzo por reparar el daño que hemos hecho hacia nosotrxs mismxs y a lxs demás.

Todas las personas son capaces de ser racistas, ahora les pregunto ¿Tienen la capacidad de ejercer el antirracismo?

* Para mayor información consultar “Cómo ser antirracista” de Ibram Kendi.


  • TEXTO: Jumko Ogata

Fecha de Publicación:
Jueves 28 /01 2021