LA COLECCIÓN DE LA MARCA HOMÓNIMA DE SABRINA OLIVERA ES UN GRITO DE REIVINDICACIÓN HISTÓRICA

Es fácil olvidar lo permeado de sistemas opresivos que está el mundo y cómo afectan pequeños detalles de la vida cotidiana. Una tela cortada y cosida de cierta forma puede tener fuertes connotaciones políticas. A finales de 2019 la curadora Lou Stoppard inauguró The Hoodie, una exposición donde muestra a la sudadera como un hilo que cuenta historias de desigualdad social, racismo, privacidad, subculturas, miedo y moda. Sabrina Olivera parte de ésta última para explorar con Soldaderas, a través de textiles y prendas, la historia sociocultural de la mujer mexicana, y subrayar la violencia de género que atraviesa México.

“La violencia contra las mujeres en México no se conoce fuera del país.” Cuenta Sabrina Olivera, la diseñadora de moda mexicana radicada en Nueva York. “Una vez acompañé a mi amiga Rebeca a recitar un poema. Ella traía una camiseta donde se leía “10 mujeres al día son asesinadas en México solo por ser mujeres”. Eso conmocionó a mucha gente en el recinto por lo ilógico y perturbador que es. En verificación con una consulta de 2018 del INEGI ese dato es correcto.

Sabrina, como debut de su marca homónima que tiene la intención de crecer como un proyecto de arte multimedia, lanzó la colección Soldaderas.

La idea nació de las mujeres de la revolución mexicana; las Adelitas y las Valentinas, mujeres que se encargaron de la esfera doméstica, de cuidar a la familia, de luchar y de liderar ciertos grupos revolucionarios.”

Soldaderas es una línea bastante completa. Hay pantalones de trabajo con diferentes bolsillos, prendas oversized, tops en tejidos de punto que incorporan la idea del slow fashion, telas para manteles, estampados reconociblemente mexicanos y detalles gráficos característicos de las Adelitas como la cruz o las trenzas. Sabrina trabajó con diferentes materiales que pudieran evocar los conceptos que tenía en mente, así como la idea de los pantalones como armadura.

Históricamente las mujeres no pudieron usar pantalones durante muchísimos años. Hubo mucha restricción social y cultural en la ropa alrededor de lo que podíamos o no usar. El pantalón fue lo último que nos dieron.

En la historia reciente fue una controversia cuando en 1966 Yves Saint Laurent creó Le Smoking para la mujer esto a pesar de que la segunda ola de feminismo ya había sucedido y que las mujeres comenzaron a usar pantalones por necesidad de trabajar alrededor de 1900. “Me inspiré en el workwear, en las prendas utilitarias, y usé telas que están hechas de algodón tejido, pero pesado. Hice mi interpretación de un pantalón de utilidad con bolsillos para mujer y le incluí costuras que simulan movilidad.”

En el siglo XVIII, el bolsillo comenzó a desaparecer de las prendas femeninas a medida que se introdujeron prendas ceñidas al cuerpo para mostrar la figura, optando por pequeños bolsos decorativos, donde apenas cabían un pañuelo y una moneda. Esto fue esencialmente una encarnación del hecho de que las mujeres no tenían acceso al dinero o la propiedad, por lo tanto no necesitaban un bolsillo funcional. 

“Aún existen muchas prendas de mujeres como pantalones o faldas que no tienen bolsas, yo opté por ponerle cuatro bolsillos gigantes como un sello.” En conjunto con el pantalón creó una chamarra como parte de la “armadura”; una pieza oversized con bolsillos en lugares aleatorios “detalles que no han sido dados a las mujeres”. Junto al patronaje grande se hizo el cuello alto para poder esconder la cara, esto como respuesta de vivencias personales. 

¿Las preocupaciones por la violencia y el acoso influyen al momento de vestirse?

“Hay mujeres que se sienten seguras de sí mismas estando descubiertas, con escotes pronunciados o faldas cortas y eso lo respeto mucho. Cuando empecé a vivir en distintas áreas de Nueva York, sentía que dependiendo de cómo cubría mi cuerpo era la cantidad de acoso que recibía. Si salía con una falda lo sentía mucho y las prendas oversized siempre las he sentido como una protección. Me hacen sentir cómoda.” Lo que recuerda también a la manera como Billie Eilish, el ícono juvenil musical, se viste. Esto con el fin de que no la juzguen por su cuerpo. “Que no la objetifiquen. Es poner el enfoque en otras características. El cuerpo de la mujer es bello, precioso e importante, pero cambiar el enfoque aún resulta necesario para muchas.”

Este enfoque del que habla cobra importancia sobre todo para las mujeres en un país donde no están seguras ni en la calle, ni en sus casas, ni con familiares, ni con amigos.

“Las Soldaderas de la revolución tienen todo que ver con las mujeres de hoy en México porque estamos en una lucha constante. Nos tenemos que cuidar todo el tiempo y estar en guardia. Al tomar esto como inspiración para mí era importante cerrar el círculo donando las ganancias -después de cubrir los costos de producción- a la Red Nacional de Refugios México, una organización que supervisa y provee de las necesidades básicas a los refugios donde se encuentran víctimas de violencia de género y a ADIVAC que ayuda con apoyo legal, psicológico y médico a mujeres que han sufrido violencia, abuso y violación.”

Para Sabrina es claro que su proyecto, por más pantalones que venda, no es la solución para cambiar el sistema y erradicar el problema de violencia hacia la mujer, estructural y sistemático que existe en México y el mundo. “Es más bien un homenaje a estas guerreras, a la fuerza de las mujeres mexicanas. No creo que una prenda sea la solución para luchar contra la violencia de género. Para mí es informar, sensibilizar y hacer un homenaje con una nueva perspectiva que es la moda. Haciéndolo lo más sensible posible.”

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Esta lucha hizo ruido este año con la marcha feminista el pasado 8 de marzo y al día siguiente con el paro nacional histórico de mujeres mejor conocido como #UnDíaSinNosotras que cuantificó la participación de alrededor de 22 millones de mujeres. Cada vez resuena más, el pasado 4 de septiembre el Frente Ni Una Menos tomó el edificio de la CNDH en protesta contra la violencia de género y los feminicidios que quedan impunes en México.

Están buscando apoyo internacional porque el gobierno mexicano está reaccionando de manera muy negativa y ahora sí está este grito de ayuda. Mi sueño sería ser comisionada por el gobierno mexicano, la Secretaría de Cultura y hacer una ONG de moda, donde podamos informar y sensibilizar sobre el tema al mismo tiempo que traemos dinero a organizaciones contra la violencia género. A lo mejor no un subsidio del gobierno porque quizás eso sería imposible con el actual, pero sí de una institución privada.

Sabrina por el momento describe su marca como utópica porque posiblemente su proyecto debut no pueda autosostenerse por mucho tiempo, pero para ella es un tema importante. Cuenta que quizás lo más fácil hubiera sido presentar una colección bonita sin trasfondo pero quería retar a la industria de la moda y crear un proyecto sin fines de lucro. “Todo es muy nuevo, tengo que seguir avanzando para ver qué tan sostenible es. Estoy produciendo todo en Nueva York por la pandemia, pero en realidad me gustaría producir en México, traer trabajos a mi país. Tengo que buscar diferentes caminos, inversionistas quizás, para que pueda trabajar a largo plazo.”

Estos meses pasados de prueba y error le han dado a Sabrina una claridad mental tanto creativa como racional. Sabe dónde está parada y cuál es el paso que sigue. La continuación de Soldaderas es un proyecto con la cineasta Camila Arroyo, con quien está planeando un fashion film. Al mismo tiempo que trabaja con el diseñador gráfico Albert Mestres para crear playeras y junto con su amiga poeta Rebeca Leal Singer, con quien va a hacer una publicación de poemas e historias cortas inspiradas en los temas de los que parte la colección; la esfera doméstica y la ropa como armadura.

Diferentes iteraciones debutan con Soldaderas, pero se desprenden de la marca Sabrina, quien seguirá luchando con y por sus proyectos como buena Adelita. 

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La colección Soldaderas está a la venta en su página web.


  • TEXTO: Alan Gómez B. y Daniela Navarrete

  • FOTOS: Cortesía

Fecha de Publicación:
Viernes 16/10 2020