ENTRE LA VEGETACIÓN TROPICAL DE LA REGIÓN MAYA, UN NUEVO ESPACIO SURGE PARA MARCAR UNA PAUTA EN LA ESCENA DEL ARTE EN TULUM Y EN TODO MÉXICO.

La galería de arte IK LAB abrió sus puertas para ser un recinto donde la creatividad, la consciencia y una nueva visión del entorno de los conceptos físico y metafísico serán fomentadas en la Península de Yucatán. Fusionando múltiples perspectivas de artistas de diferentes nacionalidades, su director Santiago Rumney Guggenheim y Eduardo Neira Sterkel, dueño y CEO de Azulik, plantean el espacio ideal donde el misticismo de la región maya y el arte contemporáneo buscarán redefinir los parámetros conceptuales y espaciales del arte como experiencia.

Es por ello, que a través de su primera exposición, en colaboración con obras de Tatiana Trouvé, Artur Lescher y Margo Trushina, se explorará el recorrido humano entre los complejos mundos físico y el metafísico.

¿Quiénes son las mentes detrás de este proyecto? Primeramente, Eduardo Neira Sterkel, arquitecto autodidacta, emprendedor social y fundador del complejo eco-friendly Azulik, quien aprovechó el entorno natural y sus materiales para desarrollar la propuesta de diseño de este recinto. Haciendo mancuerna con el bisnieto de la famosa Peggy Guggenheim, Santiago Rumney, co-fundador de RGB Art Advisory, es quien se encargará de la dirección de esta galería cuya arquitectura explora los límites del espacio arquitectónico contemporáneo.

IK LAB, es más que una galería, aspira a proporcionar un marco para que las mentes creativas más finas del mundo interactúen con la arquitectura de la galería y exploren nuevas formas de creación”

–Santiago Guggenheim.

El diseño de IK LAB captura y reinterpreta la esencia de la abundante naturaleza y la rica herencia espiritual de la cosmovisión maya de la Península de Yucatán, presentando este proyecto como un nuevo modelo de inspiración futura para la arquitectura.

Al acceder, el entorno pareciera distorsionarse. En realidad, pareciera no haber espacio contenido, una sensación de infinitud permea con esa escala y perspectiva misteriosa, mientras que la fluidez de sus curvas otorga una sensación de calidez y protección. Para poder continuar con el recorrido es necesario caminar descalzo, sentir el espacio en su totalidad como un organismo vivo. Un piso de cemento pulido y bejuco (planta típica de la región) pareciera desbordarse hacia los muros. Por encima, una cúpula ilumina a la galería gracias a sus ventanas circulares que unifican perfectamente el exterior con este inusual interior. Es así como se rompe con la idea tradicional de la galería blanca, creando una nueva y orgánica relación entre el arte, el espectador y su entorno.

 

 



  • FOTOS: Meg Huckaby

  • TEXTO: Isaac Cruz

Fecha de Publicación:
Viernes 25/05 2018