SU INTERÉS POR LAS LETRAS DESDE EL PUNTO DE VISTA DEL DISEÑO, HAN LLEVADO A ANDRÉS OCHOA A EXPLORAR EL MUNDO DE LA TIPOGRAFÍA, EL LETTERING Y LA CALIGRAFÍA, CONVIRTIÉNDOSE TANTO EN SU HOBBIE COMO EN PARTE IMPORTANTE DE SU PROPUESTA CREATIVA.
Martes 14/ 07 2015
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FOTOS: Silvia Corzas
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Licenciado en diseño gráfico y apasionado tanto por la historia como por la creación de tipografía. En la búsqueda por explorar territorio desconocido, Andrés Ochoa decidió aún cuando estudiaba, enfocarse en el mundo del diseño de letras.
Ahora el lettering, la caligrafía y la tipografía se encuentran nuevamente en tendencia gracias a las plataformas digitales, sin embargo Typebrain, el proyecto alterno de Andrés, salta a la vista por su impecable calidad y cuidada propuesta, ganando la atención de clientes y medios especializados alrededor del mundo.
Platicamos con Andrés para conocer mejor su faceta como letrista: proceso, proyectos y entusiasmo por esta disciplina.
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¿Cómo fue que empezaste a interesarte por la tipografía?
Fue en el segundo año de la carrera. Todos en mi generación querían ser ilustradores, a mi no me daban muchas ganas de hacer lo mismo, fue entonces que me llamó la atención la clase de tipografía, que a nadie más parecía interesarle, así que pensé en clavarme en esto para ser el único, aunque ahora hay mucha gente que quiere dedicarse a ello.
En 2010 empecé a subir mis cosas a las redes, primero usé Flickr, después Tumblr. Nunca me interesó tener muchos seguidores pero que hubiera gente que le daba like me empezó a motivar, además entre los que me siguen hay gente importante, gente que admiro, así fue como me publicaron en blogs sobresalientes como Design Work Life.
¿Por qué el nombre de Typebrain?
En un principio yo no quería yo ser Typebrain, la onda es que en la universidad, en la clase de tipografía hicimos una revista donde cada quien proponía una portada y un nombre para la revista, yo propuse Typebrain e hice una portada que era un cerebro con letras.
Cuando abrí Instagram y Twitter para ver de qué iban las redes sociales, como no le quería poner mi nombre a todo le puse Typebrain. Mi intención era que fuera un colectivo de gente a la que le gusta la tipografía, hacer algo juntos para llamar más la atención. Después la gente se empezó a desinteresar y sólo yo subía cosas.
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¿Qué es la tipografía para tí?
A mi me apasiona, y cada vez me meto más en cuestiones de semiótica y filosofía acerca de la letra, pero en un principio me llamó mucho la atención porque es el único elemento gráfico que tenemos los diseñadores que puede transmitir dos mensajes.
Está el mensaje lingüístico y también está el mensaje visual, que pueden ser complementarios o pueden ser contradictorios pero el chiste es que en un sólo elemento tienes dos maneras de comunicar a dos niveles.
Nunca he sido mucho de color, en diseño siempre he usado negro y tal vez un detalle de color para llamar la atención y creo que va mucho de ahí, porque la tipografía al final es una relación entre el blanco y negro, y esa es la relación que me interesa.
¿Cómo has visto el boom de la tipografía?
La gente se enfoca mucho en el producto final pero no le importa como llegaste. No es que esté mal, sino que la mayoría de las veces no tiene un buen fundamento, sólo se trata de unas letras decoradas y yo estoy en contra de eso.
Al haber un boom la idea sería que las cosas mejoren, pero aquí parece más bien que hemos ido hacia atrás porque teníamos cierto nivel que ha bajado ya que ahora es bien aceptado cualquier cosa que se vea medio estético, sin importar el concepto o que esté bien hecho.
A lo mejor es una cuestión no sólo de la tipografía sino social, yo lo que trato en conferencias y en cursos es decirle a la gente que no se conforme, vamos a mejorar para en un futuro tener una mejor letra escrita y decir que el boom del 2014, 2015 la impulsó.
¿En qué tipo de proyectos has trabajado?
Hago muchísimo ropa, playeras, gorras. Trabajé con tres marcas de Los Ángeles el año pasado, me contactó un chavillo que estaba muy metido en el mundo del apparel. Hice desde el logo, las etiquetas, las playeras, y ya después también ilustración, no sólo lettering, estuvo súper bueno. Él mismo me recomendó con sus amigos y terminé haciendo tres marcas más.
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¿Has pensado en dedicarte por completo a ser letrista?
Sí lo he pensado, es algo que reflexiono mucho, mi estudio enfocado al branding y diseño gráfico me encanta, y le dedico mucho más tiempo que a Typebrain, pero al final aunque suene cliché, es mi hobbie y no he hecho mucho para que funcione y ha funcionado, es el clásico ejemplo de que haces lo que te gusta y te da dinero.
Construyo en el estudio para el futuro, es parte de mi proyecto de vida. Este año bajó muchísimo el trabajo de letrista porque ya hay mucha gente famosa haciéndolo, que no es tan buena pero al final a las marcas les interesa que jales un buen de gente. Está bien y no me preocupa porque yo lo hago por gusto y si eso me ha llevado a tener trabajo pues bien, de hecho en México casi no he tenido trabajo, la mayor parte de mis proyectos vienen del extranjero.
¿Qué viene para ti como letrista?
Mi interés se ha volcado en una parte muy teórica, estoy escribiendo un libro. Empecé hace dos años a dar cursos, sin tener idea de cómo hacerlo pero con la idea de que la gente se tenía que llevar algo sustancioso, darles herramientas para que ellos hagan lo que quieran a través de lo que yo les enseñe.
Hice 10 puntos y lo llamé el ‘Decálogo del Letrista’, que abarca: legibilidad, composición, inclinación, modulación, ritmo, fluidez, coherencia, equilibrio, configuración y ornamentación.
La caligrafía es el arte de escribir bellamente, la tipografía es un sistema de caracteres que te ayudan a escribir, antes de plomo ahora digitales y todos tienen consistencia para que se vean de la misma familia, de ambas hay suficiente bibliografía, pero del lettering es la letra dibujada, como diseñada y puede ser bajo cualquier técnica: tinta, digital a lápiz, no hay mucho.
Pensando en las letras como un vehículo para la comunicación me he dado cuenta que gracias a internet y la comunicación digital, hay un vacío gigantesco en el cual no podemos expresarnos bien. A todos nos ha pasado que quieres decir algo y se malinterpreta, que tratas de hacer un sarcasmo y no se entiende, y es simplemente porque a través de las aplicaciones nos comunicamos de una manera como si fuera hablada pero está escrita, por eso hay un limbo extraño.
Se han ido haciendo esfuerzos, hay mucho interés por los emojis para poder brindar cierto significado más allá de lo que te puede dar una letra, sin embargo siento que los emoticones son muy ambiguos, depende de cómo lo uses en tu círculo.
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Cuando trabajas un proyecto ¿cómo escoges la tipografía a utilizar?
Me he ocupado en aprender mucho de la historia de la tipografía, la caligrafía, de la letra en general, relacionado mucho con la época, con el contexto histórico para después poder aludir esos conocimiento y utilizar algún estilo de letra en específico.
Por ejemplo, una vez en el Museo de Antropología hicieron una exposición de China y utilizaron una tipografía que se llama ‘Trajan Pro’ que salió de la columna de trojano de Roma. Ese tipo de cosas no puedes dejar que te pasen si eres un profesional de la letra.
Cuando el proyecto tiene alguna necesidad en específico, para referenciar a cierta gráfica, a cierta época, me voy a las cuestiones históricas. Si es algo meramente estético hago una exploración de varios estilos que creo que le pueden ir bien y me voy por el que más guste.
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