EL ESTUDIO DE VIDRIO SOPLADO EN OAXACA ESTÁ INNOVANDO UNA TRADICIÓN EN DESUSO.

Platicamos en Oaxaca con Diego Vides, el fundador de este estudio que está recuperando la tradición del vidrio soplado. Su forma de innovar la tradición y la experimentación con otros materiales les ha llevado a colaborar con otros despachos de diseño.

¿Cuánto tiempo llevan en Oaxaca?

Llevamos tres años aquí. Empezamos a construir el taller hace tres años. Yo lo diseñé con el dueño de La Calera, la idea era seguir la línea estética del lugar sin comprometer la funcionalidad del taller. De los hornos sólo importamos uno, los otros los hicimos nosotros. Traje a mi maestro de Australia y a mi mejor amigo que es escultor para que los hicieran. Diseñamos todo, la resistencia, los tabiques, estos sistemas que se ajustan solos porque como el calor se expande, se mueven conforme a eso. Algunos son eléctricos y otros son de gas.

¿Cuál fue tu formación?

Estudié diseño industrial en la UAM Xochimilco, luego me fui a Australia para hacer mi maestría. En el 2016 me mudé a Oaxaca. Antes estaba exponiendo mucho en la CDMX, pero entonces no era el momento para poner el taller. En ese momento exponía lo de Nuvel, de hecho, de vez en cuando colaboro con Michael en algunas cosas. Hay mucho interés por el trabajo del vidrio en México, pero hay algunos estudios que son muy caros. 

Ya en Oaxaca surgió la oportunidad de poner un taller en La Calera. El estudio se divide en tres, la primera sección es donde se desarrollan nuestras colecciones, el espacio más importante para el proceso. Aunque también le vendemos mucho a otros artistas, arquitectos y a diseñadores. Luego está la educación, que se divide para formar las otras dos secciones, residencias y cursos en el taller. 

¿A qué tipo de diseñadores y artistas le produces?

Ahora estoy trabajando mucho con Caterina Moretti, de Peca. De hecho, presentamos una colección en el MUNAL, durante el Abierto Mexicano de Diseño. También con Luisa Restrepo, con ella expuse en Ángulo Cero. Con Duco Lab, Longinos, es mi socio, entonces trabajamos mucho juntos. Longinos y yo decidimos unir fuerzas y ofrecer cosas más de interiorismo. Hacemos muebles y no sólo objetos de vidrio. Por eso estamos introduciendo nuevos materiales como madera y metal y nuevas técnicas. Estamos haciendo impresión 3d en cerámica y queremos probar con vidrio, metal y piedra. Lo que ofrecemos es acceso para que otros puedan realizar su proyecto. Ellos pueden mandar un boceto sencillo y nosotros lo digitalizamos, damos una cotización, hacemos un prototipo, básicamente generamos el proyecto. Esta forma de trabajar ha funcionado muy bien.

Platícanos más sobre la parte educativa.

Acabamos de dar un curso a los de Ducolab. Cada quién diseñó una pieza y la hicimos. Hemos estado dando cursos perolo que queremos hacer es traer a un país invitado y generar un intercambio. Queremos que sea el diseño o la artesanía contemporánea la que genere estas conversaciones. Como yo estudié en Australia, queremos mandar a cuatro chavos de aquí y recibir a cuatro de allá. Así generar una exposición y ver cómo el contexto delimita o determina tu modo de producir. Es muy diferente, ya que el nuestro viene desde la artesanía y el abaratamiento del trabajo, por lo que se pueden hacer proyectos muy diferentes en comparación a Australia o EUA. Y eso tiene partes positivas y partes negativas. Los artistas se quedarían aquí y expondrían los resultados, tanto aquí en México como allá.

¿Cómo ha sido trabajar una marca desde Oaxaca?

Desde que volvimos, mi novia y yo, ya no queríamos vivir en la CDMX. En Oaxaca hay otros dos talleres de vidrio, Gorila Glass y Xaquixe. Estamos descentralizados por estar ubicados en Oaxaca, sin embargo casi todo nuestro mercado y las exposiciones están en la CDMX. Sólo llevamos una vida más tranquila aquí, pero voy una vez al mes a la ciudad.

¿Cómo ves el futuro de este oficio?

El vidrio soplado está desapareciendo en México. Es una tradición que se está perdiendo y por varias razones: es muy caro producirlo, no hay una plataforma que enseñe a soplar vidrio, ninguna de las universidades grandes tiene un taller de vidrio soplado porque es muy caro tenerlo. Además las exportaciones de productos chinos, que producen cantidades masivas mucho más barato. El contexto está empujando a que desaparezca y nosotros no estamos retomando la tradición. Por lo que nosotros estamos tratando de retomar este oficio, pero con más propuesta y diversidad.

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Para conocer más del trabajo de Diego Vides, consulta su página web.


Fecha de Publicación:
Viernes 22/11 2019