Foto de T K en Unsplash

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EL AJOLOTITO—DE CARIÑO—HA ESTADO PRESENTE EN LA CULTURA MEXICANA DESDE TIEMPOS DE LOS AZTECAS EN XOCHIMILCO HASTA LA ACTUALIDAD EN UN BILLETE. SEGÚN LA MITOLOGÍA MEXICA, ESTE ANIMAL ESTÁ RELACIONADO AL DIOS XÓLOTL, GEMELO “MONSTRUOSO” DE QUETZALCÓATL; ES DIOS DEL FUEGO, TRUENO, GEMELOS, DEFORMACIONES Y MÁS.

El otro día platicaba con mi roomie peruana y, al mencionar al ajolote, ambas coincidimos en una cosa: ese billete de $50 no lo puedes gastar. Me compartió que, al regresar a Perú en vacaciones, llevó dos de estos billetes como souvenirs para sus amigas peruanas. Resulta que ellas adoran al tierno animal y no podían esperar a tener este famoso billete. ¿Quieres saber más sobre esta especie y su importancia no solo medioambiental sino en la cultura mexicana? ¡Sigue leyendo!

El ajolotito azteca y Xochimilco

Nativo de Xochimilco, el ajolote (Ambystoma mexicanum) es un animal endémico de los lagos del Valle de México en peligro crítico de extinción desde 2006. Entre 2017 y 2018 empezaron campañas en redes sociales para salvar a este anfibio endémico mexicano. Algunas de estas involucraron desde animaciones o videos informativos, hasta invitaciones para restaurar la superficie agrícola de la zona lacustre de Xochimilco.

Su importancia dentro de la cultura mexicana radica en la época de los aztecas, que, según cuentan, los usaban como medicamento, alimento y objeto ceremonial. Más tarde fueron adoptados como mascotas. El ajolote—en náhuatl axolotl, “monstruo de agua”—se asocia a Xólotl, dios mortal y hermano gemelo de Quetzalcóatl. 


Foto de Matias Tapia en Unsplash

A Xólotl se le conocía como el “gemelo oscuro” de la serpiente emplumada, y por lo tanto era asociado con todo lo doble. Era patrón de los brujos y, además, podía transformarse, siendo una de sus transfiguraciones el guajolote. Suele representarse como un esqueleto o un hombre con cabeza de perro, a veces con las cuencas de los ojos vacías.

En su relación con el dios, el ajolote intrigó a los conquistadores españoles. Estos no entendían la composición del anfibio mexicano, pues era un “pez”, pero tenía patas. O, ¿quizás una salamandra con alas? Hay registros de la Conquista, como diarios, o códices antiguos donde se menciona la extrañeza y excentricidad de este animal capaz de regenerarse. ¡Leíste bien! Por su capacidad regenerativa, el ajolote ha sido objeto de estudio en la medicina, por eso se cree era usado medicinalmente en la antigüedad.  Este animal puede regenerar su médula espinal, el corazón y las extremidades. ¡Increíble!

Ciencia y ajolote: ¿futuro de la medicina?

Actualmente existen diferentes investigaciones científicas basadas en el ajolote y es protagonista en literatura, caricaturas, arte y hasta en emojis. En 2019, GACETA UNAM publicó un artículo sobre la capacidad regenerativa de este anfibio y su posible ayuda en tratamientos para el cáncer.

El ajolote tiene un genoma de 32 mil millones de pares de bases de ADN; el ser humano posee un décimo de esto. En el estudio de la UNAM, se mencionó que, descifrando la secuencia de su ADN, podría llegarse a entender los procesos moleculares de su regeneración. Así, este conocimiento podría utilizarse en la medicina regenerativa, lo cual serviría para tratar afecciones del cáncer y el envejecimiento.

A raíz de la pandemia, parece ser que su uso medicinal para tratar la tos aumentó. O bueno, creo que fue durante este tiempo que escuché por primera vez el famoso “jarabe de ajolote” para tratar la COVID-19. El caso específico del que tuve conocimiento fue el jarabe producido por monjitas dominicas de Michoacán. Si bien es de achoque (Ambystoma dumerilii), una salamandra originaria del Lago de Pátzcuaro, Michoacán, este animalito igual posee la habilidad regenerativa. Es un “primo” del ajolote, pues achoque viene del náhuatl achójki que significa “monstruo del agua”. Y no solo comparten nombre, también su situación en peligro de extinción.


Foto de Nathan Guzman en Unsplash

El género Ambystoma cuenta con 32 especies reconocidas actualmente, según la Comisión Nacional para el Conocimiento y uso de la Biodiversidad (Conabio). 17 de ellas habitan en México y 16 son endémicas de este territorio. Su hábitat son lagos y arroyos desde Chihuahua hasta el Eje Neovolcánico en el centro de México. Lamentablemente, la mayoría se encuentra en la misma situación amenazante con su desaparición.

A pesar de su uso medicinal, que implica su sacrificio, las monjas del monasterio de María Inmaculada de la Salud de Pátzcuaro han ayudado a su rescate. Han incrementado su población, donado algunos para su investigación y “curado enfermedades bronquiales y anemia a través de un jarabe dulce”. Este jarabe lo producen desde hace más de un siglo.

El ajolote comparte esta capacidad sanadora, por lo que ha sido utilizado medicinalmente y piensa usarse para proyectos más ambiciosos como los mencionados anteriormente. Sin embargo, parecer ser que su increíble cualidad regenerativa ha sido un factor “autocondenatorio”, pues es parte de sus razones de peligro de extinción. 

Futuro de la medicina, pero sin futuro propio

Según National Geographic, el ajolote está en peligro crítico de extinción debido a la pérdida de hábitat, la introducción de especies invasoras en su hábitat, la sobreexplotación, la contaminación y su consumo como alimento.

El declive de esta especie anfibia comenzó en los años 70, cuando autoridades gubernamentales introdujeron carpas y tilapias en Xochimilco. Su intención era generar proyectos acuícolas. Sin embargo, éstas invadieron de forma masiva los canales y se convirtieron en una de las peores amenazas para el ajolote.


Foto de Mattias Banguese en Unsplash

Aunado a eso, la contaminación de los canales y la explotación del animal empeoraron las cosas. Esto fue tan grave que su población pasó de 6,000 ejemplares por kilómetro cuadrado en 1998 a solo 36 en 2014, según cálculos de la UNAM. Se supone hay “esfuerzos emprendidos” para su rescate, como el Plan de Rescate Ecológico de Xochimilco, iniciado en 1989. Hoy no se puede conocer el número exacto de ejemplares que quedan, pero hay evidencia de que cada año ha disminuido su población. 

El año pasado, el Banco de México tomó la decisión de añadir a este animalito al billete de $50 pesos, dado que es una especie endémica. Pero más que tenerlo en un billete —que nos cuesta mucho gastar por ser tan bello—, se necesitan medidas urgentes para evitar su extinción. Si se llegara a perder esta especie se terminaría también con un ser vivo representante de nuestro pasado e identidad cultural. 

¿De cuántas especies más será verdugo el ser humano?

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Texto por Nate CS, activista, editora y reportero con formación en literatura, maestrante en estudios japoneses.

IG: @ncsn_n, Twitter y LinkedIn.


  • Texto: Nate CS

Fecha de Publicación:
Martes 23/04 2024