Collage Kenya González Mancilla

Collage Kenya González Mancilla


LA ARQUITECTURA VERNÁCULA Y LAS COSMOVISIONES ANCESTRALES TIENEN LAS RESPUESTAS AL DESEQUILIBRIO ECOLÓGICO DEL PLANETA

La cosmovisión en la arquitectura

Llamamos arquitectura vernácula a las construcciones realizadas por personas de una comunidad con técnicas tradicionales y materiales locales con diseños que responden y se adaptan a su entorno, además de generar parte de una identidad cultural, constructiva e incluso ideológica. La supervivencia de la arquitectura vernácula representa la supervivencia de las cosmovisiones ancestrales: la manera de percibir la realidad que nos rodea, de ver e interpretar el mundo, de actuar y vivir en él.

Muchas de las cosmovisiones de pueblos originarios alrededor del mundo son holísticas, es decir, se saben parte de un sistema más grande en el que las partes conforman el todo y no pueden separarse. Esta forma de pensar llevó a muchas culturas a desarrollar una conciencia colectiva que guió su manera de habitar sus territorios y construir sus comunidades respetando siempre su entorno.

En los territorios de los pueblos originarios, tanto el real y el simbólico, como la naturaleza, cultura, orden social y orden natural, son conceptos que siempre están unidos y crean una sinergia que les permite existir y entenderse con el mundo y el medio ambiente con armonía.

Materializar el universo en la construcción

La casa maya es un micro universo, en ella se expresan a través de su proceso y los elementos constructivos la creación del universo y del hombre, incluso la casa se concibe como un ser vivo. Para hacer la planta absidal se mide con un cordel los cuatro lados y se levantan cuatro postes, cada uno orientado hacia un rumbo del cosmos (como se describe la creación en el Popol Vuh). Algunos elementos constructivos e incluso comparten nombres, como el belcho’ (camino del ratón) y el ka’aac (brazo de tortuga).

Diagrama de las partes de una casa maya. Ilustración: Bettina Vargas
 Fachada de una casa maya. Foto: Viviana Pozo vía Revista del Sureste.

Además de los aspectos simbólicos y el uso de materiales de construcción del mismo entorno natural, la casa maya se consolida como vivienda eficiente gracias a su comportamiento bioclimático. Tiene dos accesos alineados en la vivienda, uno frente al otro, para generar ventilación cruzada, techo de palma a cuatro aguas para que no se estanque el agua de las precipitaciones, se asienta en una plataforma de tierra comprimida que aisla la temperatura y humedad del suelo y la altura al interior de la casa permite que el aire caliente salga por el techo. Todo respetando su terreno y el entorno que le rodea.

“En la cosmovisión maya, como seres humanos, guardamos una relación con la naturaleza, con los otros seres que la habitan y con el cosmos; de allí que el bienestar de cualquier ser viviente sea indispensable para el equilibrio universal”

Carmen Álvarez, activista maya k’iche’

Carmen Álvarez. Foto vía: Revista Azacuan.

Somos parte de lo mismo

En la selva amazónica se encuentra la comunidad Yanomami, su población oscila en 50 mil habitantes distribuidos en distintos asentamientos a lo largo de los ríos de la selva entre Venezuela y Brasil. Los Yanomami viven en casas comunitarias llamadas yanos o shabonos, hechas de troncos de madera y hojas de palma de la selva.

La forma de la planta de la vivienda es circular y se compone por la unión de tapirís, que son los techos paravientos inclinados. Cada tapirí es ocupado por una familia hasta formar el yano y generar un espacio común al centro donde se llevan a cabo actividades colectivas. Para los yanomami, su vivienda debe de propiciar la interacción con su comunidad, además de tener una parte al aire libre para poder ver el cielo y estar en contacto con los espíritus que ahí habitan, los xapiri.

Vista aérea de un yano en la selva. Foto: Universidad Central de Venezuela.
Interior de un yano, espacio comunitario. Foto: Universidad Central de Venezuela

“Estamos a favor del medio ambiente, nosotros somos el medio ambiente. Nosotros somos la selva. Tenemos que cuidar nuestra Casa Común”

Davi Kopenawa, líder y activista Yanomami

Davi Kopenawa. Foto: Revista Folha.

¿Dónde empieza nuestro hogar?

En el Ártico, las culturas Inuit y Sápmi no conciben sus hogares como solamente la construcción, sino que también incluyen el paisaje que rodea esa construcción. Su hogar comienza en el entorno natural.

Para “Nuna” (tierra), su instalación y estudio de iglú reimaginado, Asinnajaq (artista Inuit) genera una cúpula con una estructura modular de triángulos plegables, siguiendo con la idea efímera del iglú, pero volviendo reutilizable la estructura. Propone hacer el cielo el techo de su tienda, lleva el arroyo al interior con un grifo, el musgo como cama, la piedra como encimera. Introduce un tradicional qulliq de piedra con una luz neón como la flama para el corazón del espacio del hogar.

Instalación Nuna. Foto: Centro de Arquitectura Canadiense.
Instalación Nuna. Foto: Centro de Arquitectura Canadiense.

“Nuna” estuvo en la exposición colaborativa ᐊᖏᕐᕋᒧᑦ / Ruovttu Guvlui / Towards Home curada por arquitectos y artistas Inuit y Sámi para explorar lo que significa para las comunidades del Ártico la vivienda y lo que sigue para sus prácticas arquitectónicas.

“Quiero crear un espacio que sea seguro al interior, pero que reconozca la belleza de nuestra casa exterior. Es un recordatorio de que el universo es tu casa, que la Tierra es tu casa.”

Asinnajaq, artista Inuit

Asinnajaq. Foto: Centro de Artes Inuit.

Escuchar(nos) en la Tierra

Escuchar y aprender sobre el conocimiento ancestral del medio ambiente que tienen los pueblos originarios es vital para investigar en la ciencia, practicar la arquitectura, crear comunidades y en conjunto combatir el desequilibrio ecológico por el que el planeta está pasando, creando conocimiento y sensibilidad de forma unitaria.

Si bien no se trata de replicar las viviendas de los pueblos originarios, es esencial poner en valor el conocimiento de la arquitectura tradicional en cada comunidad y asentamiento para encontrar el punto medio entre la sabiduría y experiencia del pasado con las ventajas que puede brindar la arquitectura contemporánea y preservarla para el futuro.

Escucharnos y escuchar a la Tierra nos permitirá hacer arquitectura y comunidades resilientes que puedan enfrentar la adversidad y mirar hacia el futuro sabiéndonos parte de algo más grande que nosotros mismos.

“Lo que le hacemos a la montaña, nos lo hacemos a nosotros”

Activista Navajo Klee Benally y su esposa protestan por proteger una  montaña sagrada en Arizona.
Foto: Justseeds.

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Texto por Kenya González, arquitecta, fotógrafa y creativa de la Ciudad de México. Busca fusionar sus disciplinas mediante el arte, la divulgación y volver el internet un espacio museal.

IG: @kenya_gm_


Fecha de Publicación:
Jueves 18/04 2024