EL MUSEO NACIONAL DE SAN CARLOS ES EL REFLEJO DEL TRABAJO ARQUITECTÓNICO DE MANUEL TOLSÁ. UN SITIO QUE VALE LA PENA VISITAR PARA TODO AQUEL AMANTE DEL ARTE NEOCLÁSICO.
Miércoles 15/01 2014
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FOTOS: RENE ENRÍQUEZ
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Hablemos de museos dentro de la Ciudad de México, hablemos de aquellos espacios que albergan estética e historia por medio del arte y aprendamos de su pasado para entender el presente en el que hoy vivimos, ya que siempre es importante saber el inicio de las cosas para entender el rumbo que éstas toman.
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El Museo de San Carlos es un espacio ubicado cerca del Centro Histórico del Distrito Federal, el cual alberga el acervo de arte europeo de los siglos XIV a principios del XX. Desde 1968, constituye uno de los más importantes de Latinoamérica; tiene su origen en la colección que comenzó a formarse a finales del siglo XVIII en la Real Academia de las Tres Nobles Artes de San Carlos de la Nueva España y que a principios del siglo XIX se incrementó con obras de los propios maestros y con las realizadas por alumnos durante sus viajes de estudio a Italia, así como las que presentaban para obtener el grado de académicos; en este periodo se incorporaron además piezas provenientes de coleccionistas particulares, de la Academia de San Lucas en Roma y de conventos clausurados.
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En la primera década del siglo XX el gobierno mexicano hizo una importante donación de obras pictóricas adquiridas durante la Exposición Española de Arte e Industria. En los años veinte se integra la Colección Pani y en los años treinta la Secretaría de Hacienda dona importantes piezas de los siglos XIV al XVII. Las últimas adquisiciones importantes por el número y calidad, se dio en las décadas de los setenta y ochenta, gracias al interés del Instituto Nacional de Bellas Artes y de coleccionistas nacionales y extranjeros.
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La arquitectura del lugar también es un dato que vale la pena mencionar, pues su construcción se llevo a cabo a finales del sigo XVIII y principios del XIX a cargo del famoso arquitecto Manuel Tolsá, autor de numerosas edificaciones dentro de la metrópoli mexicana.
A lo largo del siglo XIX sirvió de residencia para distintos personajes de la historia de México. Ya en el siglo XX, el edificio tuvo fines distintos a los residenciales. Por ejemplo, fue sede de la Tabacalera Mexicana, de la Lotería Nacional y de la Escuela Nacional Preparatoria N° 4, entre otros. Finalmente en 1968 el edificio es cedido al Instituto Nacional de Bellas Artes y es destinado a albergar la colección de arte europeo antes resguardada por la Escuela Nacional de Bellas Artes (antigua Academia de San Carlos).
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Este edificio de evidente corriente neoclásica muestra a través de su fachada principal una simetría propia de la época perfectamente equilibrada. Definitivamente podemos ver la maestría del arquitecto en la armonía y equilibro del edificio, y en el cuidado a detalle de cada elemento, sea éste estructural u ornamental.
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Entre las exposiciones que actualmente podemos encontrar dentro del inmueble se encuentran las siguientes:
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La Colección del Museo Nacional de San Carlos.
Integrado por pinturas, esculturas, estampas y dibujos, las piezas permiten un recorrido por la historia de las corrientes estilísticas desde el siglo XIV al XX. La riqueza histórica, temática y técnica de esta colección brinda un panorama donde destacan tablas del gótico catalán; ejemplos de la pintura alemana del siglo XVI, como Adán y Eva de Lucas Cranach, el viejo (1472 – 1553).Un punto más a destacar es la colección de arte español del siglo XIX y XX, en donde se puede apreciar una obra del pintor valenciano Joaquín Sorolla, quien junto con él los cuadros de Vázquez Úbeda y Pierre Ribera, concluyen el recorrido de arte europeo que presentan las salas del Museo Nacional de San Carlos.
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Manierismo
El arte después de la perfección, exposición que muestra la elegancia en los modos y las formas del arte del siglo XVI, constituye una exploración panorámica sobre algunas de las escuelas pictóricas europeas del siglo XVI, especialmente las italianas, y sus reverberaciones en la Nueva España.
En esta colección de 46 piezas podemos encontrar el reflejo y el entusiasmo por la perfección y el profundo conocimiento que se tenía por a anatomía humana impreso sobre diferentes óleos, así como el detallado reflejo de la naturaleza en el dibujo, características que se manifestaban en cinco cualidades que hacen que una pieza sea una obra de arte: regla, orden, proporción, dibujo y estilo.
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La Divina Proporción en la obra de Franco Maria Ricci y Massimo Listri
Esta muestar es un homenaje rendido a dos grandes artistas que han hecho de la edición, el diseño, a fotografía y en general de la cultura, un estilo de vida: Franco Maria Ricci, aclamado editor, diseñador y bibliófilo y Massimo Listri, uno de los más importantes fotógrafos de la escena contemporánea, cuya pasión por los libros y por el arte los ha otorgado mancomunado en una de las más atractivas labores: la creación de libros de arte.Integrada por más de cien libros, láminas, grabados, tres obras de Hermenegildo Bustos, esculturas de Messerschmidt y Tenerani y treinta fotografías de gran formato, esta muestra –que habla de libros y hábitos de lectura, de imágenes y gustos visuales- permitirá entender por qué a Ricci se le consideras “el editor de arte más grande del mundo” y a Listri, uno de los fotógrafos más apreciados internacionalmente. Asimismo, esta exhibición permitirá acercarnos a uno de los conceptos clave del arte occidental, como es “la divina proporción”.
