EL CONCEPTO DE WHITE SPIDER TIENE COMO EJE CENTRAL LA CURADURÍA DE ARTE Y LA LABOR QUE CONLLEVA EL DESARROLLO DE UN CONCEPTO, QUE CONJUGE LOS ELEMENTOS NECESARIOS PARA QUE UNA EXPOSICIÓN SEA LLEVADA A CABO COMO UN ESPACIO ÍNTEGRO.

Creado por Karen HuberWHITE SPIDER es un proyecto mexicano de arte contemporáneo, que a partir de una serie de exposiciones temporales busca lograr la unión entre la obra de artistas jóvenes y el público interesado, con el objetivo de transportar a los espectadores a espacios fuera de la cotidianidad, construyendo atmósferas especialmente pensadas para cada proyecto.

El concepto de White Spider tiene como eje central la curaduría de arte y la labor que conlleva el desarrollo de un concepto, que conjuge los elementos necesarios para que una exposición sea llevada a cabo como un espacio íntegro. Su nombre viene precisamente de la conformación de una telaraña y la estructura necesaria para que tome forma: ‘darle forma a una red, uniendo puntos inconexos‘.
Los espacios para Karen, son parte fundamental para concebir las exposiciones, ya que en su haber el proyecto cuenta ya con 8 proyectos formales, el último CADÁVER EXQUISITO, fue una exposición realizada en una casa de la colonia Condesa que reunió a más de 20 artistas y que estuvo basada en el juego surrealista de las piezas, apropiándose de todos los espacios del edificio y convirtiéndola en laberínticos corredores donde cada habitación era fue escenario para los creadores. Platicamos un poco con ella del arte en México, lo que sucede y lo que viene. Aquí la entrevista:
Karen, desde tu perspectiva ¿cómo habría que acercarnos al arte contemporáneo?
– Yo lo hago a través de la curaduría. Es decir, sin una curaduría una exposición se vuelve una “muestra”, se vuelven muestras donde entras, ves y no necesariamente te “toca”, o haga que la persona se acerque; quizá le gusta por gusto o porque es decorativo y les atrae los colores o la técnica y la forma… pero a través de la curaduría, yo trato de acercar a la gente a un lugar diferente. 
Yo lo hago mucho desde una manera psicológica de bajar la guardia, en este mundo en que todos vamos tan rápido y que estamos como si viviéramos en internet, porque nada está aterrizado y todo está como volando, pretendo precisamente aterrizarlo, tomar a las personas y llevar a espacios donde no es común y cuando existe el factor sorpresa, en ese momento se empieza a afectar a la gente.
El arte contemporáneo por ejemplo, se necesita explicar un poco más, se necesita un poco de conocimiento previo para entender -no en todos los artistas- pero cuando es muy conceptual sí… se necesita más texto, un poco más de lectura y justo eso es lo que nosotros hacemos. No es necesario hablar en un idioma muy alto, ese no es el fin, porque lo que quiero es que se entienda y la explicación por medio del texto es esa pastilla del Matrix que se toma para ‘entrar’.
¿Cómo ves el arte contemporáneo en México?
– En México hay muchos artistas que están haciendo cosas increíbles, de que hay talento lo hay, pero de pronto siento que muchas veces “jala” el mercado del arte, más de un lado que a la propuesta de arte. En México se olvida mucho la alternativa, que no por ser alternativas quiere decir que es menos de lo que está en boga… México es muy “de modas” y eso limita a que existan otros proyectos con ese mismo valor. 
En México somos muy celosos, todo es muy celoso; en el circuito de las galerías, a veces es muy difícil que un artista nuevo entre, precisamente por ello.
¿Quiénes son para ti, tres de los artistas jóvenes/emergentes que están generando proyectos interesantes?
– Victor Pérez Rul, que está inclinado a las piezas sonoras, considero que es de un talento exquisito, podría parecer que es muy fácil infectar a una persona de sonido, pero es muy difícil. Andres Orjuela, aporta mucho a la estética y a las vanguardias. Y Fernando Pizarro, un muy buen artista de dibujo expansivo. 


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