UNA GUÍA PARA MUJERES QUE QUIERAN COMENZAR POR EL CAMINO DE LA MATERNIDAD COMO SÁFICAS O LESBIANAS

Durante el mes de mayo se habla ampliamente sobre la maternidad; pero la información y experiencias de mujeres lesbianas y sáficas que deciden ser madres no suele tener la misma atención en el espacio público. Maternar desde este lugar de enunciación es complejo; no sólo por lo que supone enfrentarse a una sociedad lesbofóbica, sino por las particularidades burocráticas, legales y médicas que suponen las familias lesbomaternales. Ahora bien, muchas mujeres han cuestionado estas nociones y han creado redes de apoyo para ayudar a las nuevas familias que se van gestando en México. Una de ellas es Ana de Alejandro; activista, feminista, lesbiana, madre y madrastra. En 2012 fundó la Red de Madres Lesbianas en México, y cuenta con una maestría en Estudios de la Mujer por la UAM-X en la que precisamente se enfocó en las lesbomaternidades a través de su tesis, titulada Manual de apoyo a docentes para entender familias lesbomaternales. Actualmente se desempeña como Asesora Legislativa de la Comisión de Igualdad de Género del Congreso de la Ciudad de México. Esta conversación pretende ser una pequeña introducción a todas las mujeres lesbianas y sáficas que tengan curiosidad o quieran iniciar su camino en la maternidad. ¿Cómo empezar? ¿Qué tener en cuenta? Ana de Alejandro nos comparte su experiencia y algunos consejos para maternar en comunidad.

¿Cuál es el primer paso que sugerirías para las mujeres lesbianas/sáficas que han decidido ser madres?

El primer paso para las lesbianas, o mujeres sáficas que quieran ser madres es prepararse. ¿Cómo? Bueno, la maternidad lésbica también se “gesta” o prepara desde antes. Es necesario investigar, aprender y saber a qué vas. Desromantizar la maternidad. Entender que los lazos biológicos no significan nada. Buscar una red de apoyo. Yo les recomiendo, entrar a la Red de Madres Lesbianas en México o algún grupo afín en su localidad. Para todo lo práctico de cómo cuidar bebés, funciona casi igual que en cualquier familia, pero a nosotras nos atraviesan el género y el estigma social.

¿Por qué es importante (o no) hallar grupos de apoyo para lesbomaternidades?

Es muy importante encontrar redes y grupos de apoyo, porque eso permitirá a las madres entender que no son “la única madre lesbiana en el mundo entero”, sino que ya varias hemos andado el camino y hemos ido abriendo brecha. Unas pueden recomendar a otras cómo hacer trámites, o cómo lidiar con el día del padre en la escuela, etc.

¿Cómo encontrar estas redes o formar redes nuevas?

La primera forma para crear o encontrar redes es entre las mismas amigas lesbianas, con el método de bola de nieve, una te lleva a otra y vas conociendo a más lesbianas interesadas en la maternidad o que ya la ejercen o que conocen a otras que saben. 

También se puede recurrir a las redes sociales y ahí encontrar grupos de Madres Lesbianas, tanto de México como de otros países. Lo mejor es buscar pares en edad, en tipos de crianza y de ser posible, de localización geográfica, porque uno de los propósitos es contar con un sistema de apoyo y cuidados en caso de necesitar ayuda en la crianza y maternidad. 

¿A quiénes es importante tener dentro de las redes de apoyo para el embarazo y la crianza?

Es importante tener amigas, personas que te apoyen y te den su respaldo. Personas que conozcan las leyes y que puedan aconsejarte para proteger tanto social, como legalmente a tu familia.

Solemos escuchar mucho sobre los obstáculos que supone la maternidad, particularmente de mujeres disidentes, ¿pero cuáles son algunas de las experiencias más gratificantes que has vivido en este proceso?

Llámame romántica, pero nada supera escuchar la voz de les hijes llamándome “mami”, aún ahora. Por decisión personal, la madre de mis hijos y yo elegimos ser llamadas “mamá” (ella) y “mami” (yo). Así que, vivir, cuando eran bebés y aprendieron a hablar, el proceso de diferenciar a una y otra fue el acto más grande de amor. Más cuando el mundo, incluso mi padre, me señalaba ante ellos como mamá, y ellos corregían y señalaban ella es mami. Ahora, son adolescentes que superan el metro setenta de alto y se siguen acurrucando junto a mí y me dicen “mami”. Nada le gana a eso.

Ahora bien, lo tuvimos complicado como familia. Yo decidí maternar con la que era mi pareja y había sido mi mejor amiga desde la prepa. Nunca tuve dudas de que es la madre de mis hijos, incluso si se gestaron en mi cuerpa, ella es LA mamá. Y ciertamente, esto fue complicado en 2006, cuando ellos nacieron, porque el estado los reconocía sólo como míos. En 2010, ella y yo ejercimos el derecho al matrimonio igualitario, y sus hijos seguían sin poder llevar los apellidos de ella. No fue sino hasta 2013 que, mediante un litigio estratégico se pudo lograr el reconocimiento por parte de la madre no gestante. Ya con eso, la certeza jurídica fue otra. Pudimos sacar pasaportes y visas para ellos con los apellidos de ambas. Y cuando, llegado el día, ella y yo decidimos separarnos, ellos pudieron quedarse a vivir con ella como la madre que es.

Ahora yo tengo una nueva pareja. Ella también tiene hijos. Otros dos varones. Cuando los míos pasan temporadas con nosotras, son cuatro pelados en casa; 3 de 15, casi 16 y uno de 11. La locura. Y es muy interesante ver cómo los hijos de cada una nos integran a la otra en su vida. A mí me da mucha satisfacción reconocer que la familia no se conforma por lazos genéticos, y a veces tampoco legales, sino por lazos afectivos. Familia es el grupo de personas con quienes decides compartir la vida.

Y bueno, sin duda, una de las satisfacciones más grandes de mi vida, es haber fundado y creado la Red de Madres Lesbianas en México. Saber que llevo más de 10 años acompañando a más de 3,500 madres lesbianas (bisexualas, asexualas, pansexualas, mamás trans, papás trans, xadres no binaries, etc.) a realizar trámites que den certeza legal a sus familias, a buscar clínicas y otras opciones para reproducción asistida o casera, a sensibilizar escuelas, etc. Son 10 años trabajando por las maternidades lésbicas visibles y el reconocimiento de las familias lesbomaternales, produciendo material, escribiendo artículos, dando consejería y participando en la incidencia política para la creación de nuevas leyes y políticas públicas que nos incluyan a las madres lesbianas. Me hace sentir plena y satisfecha.


  • TEXTO: Jumko Ogata

Fecha de Publicación:
Viernes 3/06 2022