EL TOKENISMO EN LOS PRODUCTOS CULTURALES.

La cuestión de la inclusión y la diversidad de los repartos en los productos culturales, ha sido ampliamente discutida. Por una parte se habla de la importancia de mostrar otro tipo de cuerpos en las series y películas que están a nuestra disposición; mientras que al mismo tiempo muchxs fans se quejan de una “inclusión forzada” de personas diversas que les parecen innecesarias. Pero, ¿de dónde viene esta discusión? ¿Cuáles son algunos puntos de partida para pensar este fenómeno llamado tokenismo?

¿Qué es tokenismo?

En primer lugar, es necesario hablar sobre el “tokenismo”; este es un anglicismo de la palabra token, que significa ficha. Pero de manera particular, hace referencia a la dinámica que invita a una persona perteneciente a una comunidad minorizada a participar en un espacio que le ha sido históricamente negado o en el que suelen estar únicamente personas blancas, cisgenero, heterosexuales, etc.

No se les invita necesariamente porque las personas que componen el espacio quieran cambiarlo y abrirlo a una audiencia más diversa; sino que a través de la inclusión de una persona marginalizada, pueden argumentar que con eso es suficiente y desentenderse de hacer mayores esfuerzos por volver más justos sus espacios de influencia.

FOTO: Greg Rosenke via Unsplash

Se usa la palabra “token”, porque justamente se utiliza a las personas como ficha; como una muestra supuesta del compromiso que se tiene con el cambio. En realidad, este tipo de dinámicas únicamente tiene como consecuencia que la persona “amablemente incluida” viva la violencia institucional persistente en estos espacios; mientras que la misma institución se beneficie de la imagen que le da la persona invitada. En otras palabras, estas dinámicas son violentas porque, en lugar de modificar espacios para desmantelar la opresión sistémica que en ellos se manifiesta; se introduce a un par de personas que viven opresión como supuesta evidencia de progreso. Sin preocuparse por las condiciones de los espacios que puedan resultar dañinas por la forma en la que fueron construidas.

El tokenismo se manifiesta cuando a las personas que viven alguna o varias formas de opresión se les invita a ciertos espacios para exponer nuestro trabajo. Pero siempre con el límite de no incomodar tanto, de sólo resaltar ciertas variedades de diversidad; aquellas que resulten menos amenazantes para la institución en la que se está.

Un ejemplo de las discusiones en torno al tokenismo tiene que ver también con la inclusión en los medios. En lugar de apoyar obras escritas y dirigidas por personas que han sido históricamente excluidas, se les pone unos momentos delante de la pantalla en papeles que no fueron necesariamente escritos para ellxs y se les deja a la deriva cuando se enfrenten a las quejas racistas, misóginas, homofóbicas, etc, de la audiencia.

Así ha ocurrido en el caso de series como Star Wars, en el que varios de los actores negros y asiáticos han formado parte de la saga pero tuvieron que cerrar sus cuentas en redes sociales debido al acoso racista por parte de los fans.

Entre la ficción y la representación en productos culturales

También fue el caso del actor Steve Toussaint al interpretar a Corlys Velaryon en la nueva serie “La Casa del Dragón”; ya que muchos fans decían que no era canon que el personaje fuera negro y tuviera cabello rubio. En la misma serie también existieron quejas de las representaciones gráficas de violencia sexual contra las mujeres. Miguel Sapochnik, uno de los showrunners declaró que “no se puede ignorar la violencia que los hombres perpetraron contra las mujeres en ese momento. No debe minimizarse y no debe glorificarse”.

Esto resulta desconcertante si pensamos que el universo de Juego de Tronos y la Casa del Dragón es enteramente ficticia. Aunque sí emula la Edad Media en Europa. Si hay brujas inmortales, dragones y seres sobrenaturales de hielo, ¿por qué hay que adherirse a la realidad de la violencia contra las mujeres? ¿Por qué las personas negras no pueden tener el pelo de colores? De cualquier manera, esto sólo muestra que mientras las series sean dirigidas enteramente por las mismas personas, sólo tendremos migajas de esta supuesta inclusión.

Es importante preguntarnos quiénes podrían escribir historias que muestren a personajes racializados, de diversidad sexual y con discapacidades de una manera digna. Y no como caricaturas o intentos por reinventar las mismas historias de toda la vida.

Contar otras historias

Por otra parte, esto tampoco pretende ser una ataque a las personas que toman estos papeles o son parte de proyectos como los mencionados anteriormente; ya que la inclusión en estos espacios sí les abre las puertas para contar con los recursos necesarios y contar las propias historias. Crear otro tipo de representaciones. Tal es el caso de Quinta Brunson, una actriz, guionista y productora que llegó a la fama por su trabajo en Buzzfeed. Le permitió eventualmente llegar a desarrollar su propia serie llama “Abbott Elementary”, que ha sido aclamada por la crítica y está por estrenar su segunda temporada.

Más allá de cuestionar las acciones individuales, me parece importante mirar las dinámicas institucionales que apoyan a una élite y evitan el paso a personas que no pertenecen a estos grupos. Los productos culturales son una parte importante de este fenómeno, me gustaría que pensáramos, más allá de si el elenco de Bridgerton es “realista” o no; ¿qué otras historias de ficción podemos contar que no ocurran en una sociedad como la europea en los siglos XVIII y XIX? En lugar de preguntarnos qué nuevas actrices pueden interpretar a Alicia en el país de las maravillas, ¿Por qué no contar las historias de otras niñas? Niñas negras, indígenas, asiáticas, ¿cómo son sus culturas? ¿cómo serían sus aventuras si quisiéramos contarlas?

***

La lucha contra el tokenismo es la lucha por historias que dejen de ser consideradas como excepciones raras o no sean supuestamente, de interés general. Luchar contra la exotización. Que nuestras historias sean tan comunes y tan valiosas como lo han sido las historias contadas por personas dentro de contextos hegemónicos. No sólo queremos un lugar en la mesa, sino que nos sintamos a gusto en ella. Tener la libertad para decir y mostrar los proyectos en los que hemos vertidos toda nuestra atención.


  • TEXTO: Jumko Ogata

    FOTOS: Cortesía

Fecha de Publicación:
Martes 13/09 2022