EN UN MISMO ESPACIO, TRES CONCEPTOS QUE CREAN UN COMEDOR FUSIÓN QUE REUNE COCINA FRANCESA, ITALIANA Y JAPONESA

Transitar por Real de Romita, en la Colonia Roma, es escapar de la Ciudad de México. A pesar de su cercanía a principales avenidas como Cuauhtémoc y Chapultepec, la calle adoquinada y estrecha tiene un aire a una ciudad pequeña. Aquí se sitúa Trattoria Lingua Franca, que en días recientes se ha popularizado como Café Romita, pero también es Ramen Mogra. Parecería confuso el hecho de tener tres cocinas en el mismo lugar: una italiana, otra francesa y la japonesa.

El dueño de Grupo Mog -al cual pertenecen estos tres conceptos- es oriundo de Japón, pero tiene 20 años en el país. Kosuke Tani deseaba replicar la experiencia de Mog en un ambiente más relajado y con precios más accesibles. En apoyo con el chef ejecutivo del grupo Masayuki Aida decidió integrar cocina francesa, en la cuál este se especializa y mezclarla con inspiración italiana. 

Las fusiones pueden resultar confusas pero el resultado es delicioso. Arquitectónicamente existe una división, al transitar por la calle la primera vista es la barra del café: Café Romita. Aquí se preparan las bebidas, desde café, cervezas artesanales y coctelería con mezcal. Se cuenta también con una interesante selección de ginebras japonesas. Entre los cocteles destacan el Mutual Misundertanding a base de maracuya, clara de huevo, jarabe, limón y amargo de angostura; recomendado como aperitivo. Otro imperdible es la Fiesta de Granjeros preparado con mango, menta, limón, jarabe y agua mineral. O el Emperador Negro: amaretto, jarabe de menta y espresso; ideal para la digestión.

El siguiente punto de atención es la barra de ramen. Si bien, la pasta no se produce en casa, los platillos no tienen igual. Por ejemplo el Tsukemen que consiste en una salsa espesa de caldo de pollo, cerdo y pescado con salsa de soya. En un plato aparte se sirve fideo grueso, huevo, menma, chashu, nagenagi y nori. El ritual es tomar los ingredientes secos, sumergidos en la espesa salsa y llevarlos a la boca. 

El resto de la primera planta es una terraza con mesas con vista a un hermoso jardín diseñado por la paisajista Ana María Martínez. Aquí se encuentra la cocina abierta con los platillos de Trattoria Lingua Franca. La Burrata y Anchoa destaca en el antipaso: queso burrata y anchoas con jitomate seco. Las pizzas estilo Nápoles elaboradas en su horno de leña. La Bolonia es una versión de la clásica margherita con mortadela, ralladura de limón eureka y pistache. El Spaghetti Wasabi y Shisho con Ikura es un excelente ejemplo de fusiones: pasta de wasabi, mantequilla, shiso, nori, ikura y cebollín.

En los postres la Terrina de Chocolate -con crema inglesa y helado de vainilla- o el Créeme Brulee -de castaña y espresso, con helado de fresa y salsa betabel- son un buen cierre. 

La ambientación del lugar es acogedora. En la decoración se encuentran diversos elementos parte de la colección privada de Kosuke Tani. Las horas pueden pasar en la sobre mesa, ya sea en alguno de los espacios del primer nivel, de las terrazas en el segundo o en el jardín. 

Entre sus planes a futuro está ofertar desayunos estilo japonés, continuando con el concepto italiano de una barra de paso. 



  • FOTOS: Vanessa Flores

  • TEXTO: Isra Vázquez

  • DIRECCIÓN: Real de Romita 13, Col. Roma, CDMX

  • HORARIO: Miércoles a Lunes de 01:00pm – 11:00pm

Fecha de Publicación:
Jueves 23/05 2019