"CIUDAD MERCED", UN DOCUMENTAL DE PABLO MARTÍNEZ ZÁRATE. UNA SINFONÍA VISUAL QUE RETRATA EL ICÓNICO BARRIO DE LA MERCED DE UNA FORMA DIFERENTE A LO QUE ESTAMOS ACOSTUMBRADOS.

Miércoles 19/03 2014

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“A punto de tumbar lo que había y levantar en su lugar lo que se piensa nuevo, la ciudad fue alterando su semblante para fingir progreso, para inventarse a fuerza de imposturas una modernidad de pocos, bajo la cual quedaron sepultados nuestros “cachos” de historia; nuestros hondos recuerdos, el complicado mundo de personas que gestó el mestizaje y propagó entre gritos y trabajos de parto eso que llaman, los que saben, la identidad de un pueblo”. Eso escribía Vicente Leñero en un pequeño texto que lleva por nombre “La ciudad en el centro” y que hoy, podría servir para ejemplificar y poner en palabras cómo la Ciudad de México se ha transformado a lo largo de su historia y cómo el desarrollo de sus barrios le hace única. Ciudad Merced «el proyecto que presentamos hoy» también lo hace.

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Creado por Pablo Martínez Zárate, “Ciudad Merced” se podría describir como un documental independiente que retrata uno de los barrios más emblemáticos de esta ciudad. Una visión real, noble, optimista y auténtica sobre el acontecer en la Merced día a día, con una variedad de elementos tan grande y distinta como las calles que hoy conforman la zona. Un documento que mapea y le da voz a los rostros, los personajes, locales, las calles y los puntos que le dan particularidad a esta colonia.

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Ciudad Merced abarca actividades educativas y artísticas en torno a la vida cotidiana e historia del barrio de la Merced. Del trabajo de campo se obtuvieron cuatro productos, un programa de talleres con residentes de la Merced y otros participantes, una bitácora, un documental sobre el barrio y por último, una plataforma digital donde convergen los registros de cada una de las actividades. El último, un documental interactivo que, si bien responde a impulsos poéticos, pretende también el diseño de una versión mas compacta: un sistema de documentación y participación urbana exportable a otros contextos.

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Con motivo de la próxima proyección del material en el marco de MEXTRÓPOLI, hace un par de semanas nos sentamos a platicar con Pablo en las instalaciones de ATEA «en pleno corazón de la Merced» para hablar sobre el quehacer que implicó y la manera en que él concibe este proyecto. Aquí la charla:

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* Estudié comunicación en la IBERO y tengo una Maestría en la Universidad de Edimburgo en ‘Medios Digitales y Cultura’. Me dedico a dar clases de Narrativa y Cine, a la par de una relación que tengo con la escritura de poesía y la literatura, por lo que siempre he tenido una inquietud por la manera en que se cuentan y presentan las historias.

Pablo Martínez Zárate

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Pablo, ¿de dónde nace la idea de crear “Ciudad Merced”?

Todo sucede a partir de un encuentro fortuito entre Isabel Gil y Carlos Souza, «ambos productores que por esa época se encontraban realizando un recorrido por La Merced, al mismo tiempo en el que yo me encontraba haciendo un trabajo sobre documentación urbana en el barrio de Tlatelolco». Al momento en que Isabel se entera de ésto, decidió invitarme a dar una caminata por La Merced, al ver toda la cantidad de estímulos sensoriales que tiene, las referencias constantes a la identidad mexicana, la arquitectura y la riqueza histórica que tiene este lugar decidí aceptar.

Posteriormente comencé a venir semanalmente a empaparme de lo que es la zona y durante este tiempo conocimos a la coordinadora de producción –una residente del barrio llamada Luisa Cortez–, a partir de ahí comenzamos a generar activaciones directas con la comunidad.

Todo ocurrió antes de comenzar grabaciones «noviembre del 2011 a febrero del 2012», tiempo en el que descubrí que lo que teníamos que hacer era una sinfonía del barrio en donde retratáramos la parte audiovisual contemplativa, no muy rítmica para que pudiera ser acompañada con una composición músical original que responda también al lugar, por esta misma naturaleza muy saturada del vecindario, la cual esta llena de color y sonido.

Comenzamos a filmar en Junio del 2012 «durante una semana», en donde abarcamos de lunes a sábado desde las 6:00 AM a 10:00 PM (períodos en donde captamos a algunos personajes, diferentes formas en que cae el sol y la vida de las calles, por ejemplo). Logramos 23 horas de material, de las cuales conseguimos sacar varios productos (como un documental interactivo), para ese entonces ya habíamos terminado la bitácora –que fue como el proceso de investigación–, el cual se publicó en mayo, antes de tener lista la cinta.

Para cerrar este ciclo de creación fue decidimos mostrar el resultado final y estrenarlo aquí precisamente, en “La plaza de la Aguilita”, con las personas del barrio y con algunos invitados especiales.

Es un material que no se había producido antes como tal, ¿cierto? _

Particularmente el “documental interactivo” no se había hecho como tal en México.

Sí hay un contra-discurso en la película, en donde decidimos no retratar a las prostitutas ni hablar de los altos niveles de violencia con la que cuenta, pues en una investigación previa nos dimos cuenta de que esto es de lo que siempre se habla en los medios, dejando de lado la importancia histórica que tiene este barrio para la ciudad.

Ciudad merced es una plataforma que presentamos a los usuarios en donde el contenido no se le impone al observador, para que éste pueda elegir cómo verlo y en qué tiempos, y así poder generar una narrativa distribuida, no lineal, en donde hay mucha interacción.

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A partir del trabajo que has generado durante este tiempo, ¿cómo percibes a La Merced ahora?

Dos cosas: la primera es que la siento igual de asombrosa desde la primera vez que vine, es decir –La Merced está tan cargada de significados–, recuerdo que hoy iba caminando sobre la calle de La Alhóndiga hacia la iglesia de “La Santísima” y descubrí una inscripción de un triángulo con un ojo en el centro que nunca antes había visto y me parece que es proveniente del S. XIX.

Por otro lado siento la transformación que se vive a pasos agigantados en donde el comercio ambulante se ha ido apoderando de las calles, lo que me apunta un poco lo que viene: La Merced ahora fue objeto de un concurso público, que intenta fomentar la construcción de plazas, para evitar un reflejo de la resonancia que se vivió hace diez años, en donde el centro capitalino era un lugar inhabitable.

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Para una producción de este tipo, ¿qué tan difícil fue generar y tener el material listo?

Lo más importante justo fueron los nueve meses de trabajo con la comunidad, en los cuales nos tomamos el tiempo de familiarizar con ellos, para no llegar de una manera tan invasora con la cámara en mano, «recuerdo que a lo mucho llegué a ir con una libreta en mano para hacer algunas anotaciones, cosa que creo que es esencial a la hora de iniciar una investigación como ésta, pues es tomarse el tiempo y la calma para entender bien el barrio».

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¿Cuál es el principal reto para un cineasta independiente que quiere llevar a cabo un plan como éste?

En este caso tuvimos la fortuna de contar con fondos privados otorgados por una fundación que se dedica a elaborar interacciones con la sociedad, en pro de la educación. Éste sí ha sido un proyecto muy independiente, que requiere de mucho tiempo, que no va a tener una remuneración económica y que a final de cuentas terminan por ser apuestas a largo plazo.

Es parte del proceso, es difícil, pero al final es el trabajo que se tiene que hacer.

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¿Cuáles fueron tus impresiones al ver el proyecto terminado y exhibido?

Justo después de la primera proyección tuve una sensación muy satisfactoria que no tenía nada que ver con el contenido en sí o la calidad estética o narrativa, sino con la escénica detrás del proyecto que tiene que ver más con esta idea necesaria que pretende reflejar e valor cultural o histórico que no se presenta comúnmente.

La presentación se llevó a cabo en un lugar popular del lugar, en donde el público era gente que creció en esta zona, misma que hacía comentarios como: –mira ahí esta Juanita– o –ese es el edificio de tal y tal–, y al final, eso me hizo sentir una conexión con los lugareños, pues todos pudimos sentir la misma emoción con lo que se estaba proyectando en pantalla sin importar el lugar del que nosotros vengamos.

Hablando de los términos estéticos y narrativos, me quedo con ganas de haber trabajado más, pero son etapas que vienen después de y todo sirve para crecer.

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Ciudad Merced es un material que vale la pena ver y buscar, una mirada sensible e incluso nostálgica de los protagonistas que hacen al barrio todos los días, un documento que en algunas décadas encerrará pistas para comprender la transformación de la sociedad. El documental se encuentra inscrito para ser proyectada en otras ferias de cine y el material interactivo.