¿CÓMO SE CUENTAN LAS HISTORIAS DE MIGRACIÓN? EN ELLAS SE VAN LAS TRADICIONES, LOS PAISAJES, LA GENTE Y LA AÑORANZA DE VOLVER.

Las historias sobre la migración son historias de humanidad misma. Todas las comunidades y culturas del mundo han migrado o migran aún y en estos caminos se han cimentado las narraciones que forjan nuestro entendimiento del mundo que nos rodea y las personas que lo habitan. Aunque la persona migrante debe dejar atrás su lugar de origen y a sus seres queridos, una de las pocas cosas que siempre ha podido llevar consigo son las narraciones de su gente, de los paisajes, de las fiestas y tradiciones. Estas son un recordatorio para quien se despide; recuerdos sobre el lugar del que viene, quién es, y dónde desea volver, algún día.

Por otro lado, la manera en la que son retratadas las personas migrantes en los medios de comunicación también influye en la percepción que tenemos de la migración como fenómeno en nuestro presente. ¿Cómo son narradas estas historias? Y sobre todo ¿Quiénes las cuentan? ¿Desde qué subjetividad?

Hace algunos meses ocurrió un escándalo en el mundo literario estadounidense; una mujer blanca escribió una novela titulada “American Dirt”, que pretendía contar la historia de una mujer mexicana que se ve obligada a emprender el duro camino a pie a través de México para buscar asilo en Estados Unidos con su hijo; después de haber sobrevivido un intento de asesinato en una fiesta de quince años. La escritora chicana Myriam Gurba fue una de las primeras personas en denunciar el texto por su contenido y contexto de producción¹.

En primer lugar, a pesar de ser una mujer que se autodenominaba como blanca en 2015, tras la publicación de esta novela en 2019, comenzó a nombrarse como latina (que en Estados Unidos es considerada como una categoría racializada) para legitimar su derecho a contar estas historias de migrantes latinoamericanos. Su identidad latina se basaba en reconocer a una abuela puertorriqueña, excluyendo por completo cualquier mención a alguna herencia cultural, lingüística o de racialización. En otras palabras, hizo uso de la lógica del “blood quantum”², que forma parte de la concepción racial en Estados Unidos. De esta manera pretendió justificar su supuesto derecho a narrar historias de un contexto histórico, social y cultural completamente ajeno al suyo.

Ahora bien, la novela en cuestión recurrió a representaciones estereotipadas sobre la vida en México, representaciones que sólo pusieron en evidencia la ignorancia de la escritora sobre el tema del que escribía. Se hizo evidente que, si bien se trataba de personajes mexicanos y posiblemente personas racializadas,como dice Gurba, la narración se hizo desde un punto de vista patriarcal y racista, pretendiendo romantizar la violencia a la que se enfrentan gran parte de las personas migrantes en su paso por México. Incluso se situó esta novela como una narración de “pornomiseria”, término que se refiere a la explotación de imágenes y narraciones explícitas sobre violencia y situaciones de pobreza extrema para un público ajeno a este contexto. Esta lógica supone que existen razas diferenciadas biológicamente, por ende, las personas generalmente usando el morbo para despertar en la audiencia un sentimiento de lástima³.

En respuesta surgió el colectivo Dignidad Literaria: una organización de “autorxs latinxs dedicadxs a combatir la invisibilidad de autorxs, editorxs y ejecutivxs latinxs en la industria editorial en Estados Unidos, así como a la escasez de literatura latinx en los estantes de las bibliotecas y librerías”⁴.

Este colectivo ha buscado cuestionar y modificar la discriminación racial en la industria editorial estadounidense y hacer frente a ella, y aquí me surgió la duda: ¿Por qué no trasladar esta discusión a la literatura mexicana? O incluso de manera amplia al quehacer editorial en América Latina.

A partir del siglo XIX a lo largo de la región latinoamericana se produjeron obras literarias en el marco del romanticismo que pretendían retratar a la población de cada país de reciente emancipación de España. Parte de estas historias hablaban acerca de los pueblos indígenas. No obstante, al igual como se sigue haciendo en obras como “American Dirt”, los personajes indígenas eran representaciones creadas a partir de la mirada y el imaginario de los escritores; personas blancas o mestizas que desconocían completamente las culturas de las que pretendían hablar. Transformando completamente a los personajes de acuerdo con los prejuicios y percepción sesgada del escritor.

Es por ello, que en el mundo de la literatura, el mero acto de escritura por parte de grupos históricamente violentados y silenciados es un acto de resistencia. No sólo es importante mostrar otras realidades en la literatura; es fundamental que sean contadas por personas que vienen de estos espacios, que crecieron en ellos y que están narrando a sus propias comunidades.

Parafraseando a la escritora afrobrasileña Conceição Evaristo⁵, una misma escena será escrita de manera dependiendo de quién está mirando, pues la propia subjetividad empapa la interpretación de los personajes, acciones y sentires descritos a través de las palabras.

Regresando al caso de “American Dirt”, en lugar de leer cómo es que las personas blancas estadounidenses entienden a las personas latinoamericanas migrantes ¿por qué no leer directamente a quienes migraron? Un ejemplo es “Unaccompanied” de Javier Zamora, un joven salvadoreño que tuvo que salir de su país de origen a los nueve años hacia Estados Unidos⁶. En su poemario narra esta experiencia y la persona lectora aquí tiene acceso a otra manera de vivir la migración, sí al dolor, pero también a la resiliencia y a la resistencia de quienes van en búsqueda de una vida mejor. Es por ello que les invito a leer y a escuchar a las personas migrantes, pues nadie sabe mejor que ellos, ellas y elles cómo se vive este camino, y contarán sus vivencias como parte de la memoria colectiva de la que forman parte en lugar de ser objetos de historias de melodrama escritas por personas en espacios de poder que pretenden lucrar con el dolor ajeno.

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¹ https://tropicsofmeta.com/2019/12/12/pendeja-you-aint-steinbeck-my-bronca-with-fake-ass- social-justice-literature/

² Esta lógica supone que existen razas diferenciadas biológicamente, por ende, las personas con herencia racial mixta tiene distintos porcentajes. Asimismo, esta lógica supone que ciertas características de comportamiento y culturales “se llevan en la sangre”, y que por ello una persona tiene derecho a nombrarse como parte de un grupo étnico si tiene el porcentaje
suficiente. Para mayor información véase: https://www.npr.org/sections/codeswitch/2018/02/09/583987261/so-what-exactly-is-blood-quantum

³ Para mayor información: https://www.eluniversal.com.mx/opinion/irene-tello-arista/pornomiseria. Veáse el cortometraje “Agarrando Pueblo” de Carlos Mayo y Luis Ospina (1977), disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=kSmggQPLdZA

http://dignidadliteraria.com/

https://www.youtube.com/watch?v=NZMYyZa5IZQ

⁶ Véase: https://www.youtube.com/watch?v=sO6N_jyxbYA


  • TEXTO: Jumko Ogata

  • ILUSTRACIÓN DE PORTADA: Ollie Torres

Fecha de Publicación:
Jueves 24/09 2020