Exposición Fuimos Modernos, 2018


DEL METATE A LOS ROBOTS PARA COCINAR, LA COCINA MEXICANA SE HA TRANSFORMADO CON EL PASO DEL TIEMPO Y NO SOLO ESO, TAMBIÉN NUESTRAS COSTUMBRES CULINARIAS.

En la primera parte de Cocinas en México, recorrimos de manera breve su nacimiento y desarrollo, desde la cultura prehispánica hasta el virreinato. En esta segunda entrega haremos un repaso por el diseño moderno, la cocina contemporánea y el futuro deseable para la cocina en México.

Recordemos que la cocina es en sí misma un objeto; un repositorio de otros objetos y funciona como un sistema creativo que se adapta a sus ocupantes, su bagaje, usos y costumbres. Y representa al corazón del hogar, pues en ella se realizan actividades sociales y se refuerza la comunidad familiar. También en esta ocasión quisiera entablar que el diseño en la cocina responde a su momento histórico aderezado por modas, tendencias y estilos.

Las cocinas modulares

Para inicios del siglo XX, el diseño moderno se gestaba en Europa, específicamente en Alemania con diseño arquitectónico más eficiente, práctico y económico; así surgió la cocina Frankfurt, el modelo ideal de la cocina moderna, diseñada en 1926 por Margarete Schütte-Lihotzky. Fue la primera graduada por la Wiener Kunstgewerbeschule, la Universidad de Artes Aplicadas de Viena. Si bien su diseño no fue el primero, fue el más exitoso e influyente en el diseño de cocinas para espacios domésticos.

El concepto de cocina integral se incorporó a la cultura norteamericana y poco a poco se introdujo en los diseños mexicanos. Esto trajo consigo la posibilidad de modular los espacios para reforzar lo que ya sabemos: la forma sigue a la función. Y así la cocina que antes fuera oculta y alejada, ahora comenzó a formar parte del proyecto íntegro del diseño habitacional. Se comunicaba abiertamente con el comedor y la sala de estar.

En cuanto a los objetos, es continua la convivencia entre los utensilios europeos o norteamericanos con los regionales, el sincretismo de tecnología y la relación cada vez más visible entre la modernidad y el progreso con la higiene y la salubridad pues, en 1950, refrigeradores, estufas y alacenas lucían acabados impecables, generalmente blancos, siendo parte de la llamada línea blanca.

Cocina Frankfurt, diseñada por Margarete Schütte-Lihotzky, Ca. 1926-1930, Departamento de Recursos Visuales del Instituto de Arte de Minneapolis

El diseño globalizado

Actualmente, el diseño en la cocina es mucho más homogéneo y constituye un sistema casi repetitivo, en parte porque la vivienda misma se diseña de forma sistemática. El ideal de cocina contiene los mismos electrodomésticos y elementos clásicos que dejamos de ver pues se vuelven parte del paisaje doméstico.

Padecemos una innegable globalización en el diseño, no sólo para las cocinas, me refiero a todos los ámbitos, pues las tendencias y los estilos se distribuyen rápidamente. Lo que parece buena idea en cualquier parte del mundo puede ser aplicado fácilmente aquí, en México. Las herramientas que promueven este tipo de diseño global son digitales: Behance, Pinterest, Instagram y muchas más, funcionan como escaparate e inspiración, en el mejor de los casos. Y plagio o extractivismo, en los menos afortunados.

De cualquier modo, a pesar de que las cocinas contemporáneas son más y más parecidas, hay intentos de identificar el espacio mexicano añadiendo características que relacionamos con nuestra identidad cultural. Por ejemplo, agregando materiales locales, formas familiares o colores conocidos. Aún así, en el uso, la cocina mexicana sigue siendo un cúmulo multicultural, en el que nuestras tradiciones siguen dominando. Entonces, ¿la función sigue a la tradición?

Cocina de autor, Ariel Rojo, 2011, Ariel Rojo Design Studio

Los objetos del futuro deseable

Hablar de diseño, es hablar de deseo, lo que queremos obtener, tener y poseer. La cocina funciona como el pretexto ideal para alimentar nuestros hábitos de consumo, no por nada existen electrodomésticos y utensilios en diversidad de formas y colores. Para el futuro tenemos un apabullante anuncio de lo nuevo, lo más novedoso y lo que te hará la vida sencilla, más rápida y efectiva. A últimas fechas se ha popularizado la idea de delegar las tareas tediosas de la cocina a los llamados robots: procesadores todo en uno que te salvan de amasar harina y agua por horas, para entregarte un pan caliente perfecto, por poner un ejemplo. 

Y también está la contrapropuesta, la que me gusta más, que es volver atrás, a los objetos simples y los ingredientes locales, a ser amigables con uno, y respetuosos con lo otro, con el entorno. Modificar el cómo para llegar a un bien común, impulsar el comercio justo, reutilizar, reciclar y reparar. Las redes sociales también sirven como enlace para concretar intercambios de objetos que aún son útiles entre vecinos o productores locales.

Cocina de casa habitación, Colección Bonifacio Maraveles, Ca. 1957, Instituto Nacional de Antropología e Historia de México

Al final, la cocina mexicana siempre será mexicana

Pueden pasar muchos años y nuestra cocina seguirá conteniendo el misticismo mexicano, el orgullo mexa y las tradiciones que rodean nuestro kitsch porque somos fieles a la comida que deleita al paladar en celebraciones y tristezas. Y porque no hay mejor herencia que la olla de cobre de la abuela y el molinillo de madera que gracias a la mano artesana todavía podemos usar al espumar el chocolate.

Para nosotros, la cocina no es sólo el espacio donde se elabora la comida y se comparte la mesa, también es el punto de reunión social, donde se elaboran costumbres familiares y se entablan conversaciones cotidianas.


  • TEXTO: Itayedzin Aragón

  • FOTOS: Cortesía

Fecha de Publicación:
Miércoles 04/05 2022