Anfora, la historia de la vajilla mexicana

¿Quién no recuerda la vajilla azul en casa de la abuela? ¿Quién no ubica perfectamente los platos de Sanborns? ¿Quién no piensa en Anfora como un elemento en las mesas mexicanas?

Hay mucho que platicar sobre esta marca mexicana. Empecemos por el principio: la cerámica. Esta técnica de trabajar la arcilla, el agua y el fuego surgió hace más de treinta mil años. A lo largo de la historia cada civilización la ha trabajado de maneras únicas. En México, con el intercambio cultural del siglo XV comenzaron a llegar objetos de porcelana china en azul y blanco, punto de partida de lo que se convertiría en un distintivo mexicano. Alfareros de Puebla retomaron este arte inspirándose en los objetos de deseos incorporándoles formas propias dándole vida a lo que hoy llamamos Talavera Mexicana –historia en laque no ahondaremos porque claramente merece su espacio propio.

Ahora nos vamos a 1920. El 20 de abril de ese año se fundó en la Ciudad de México la Fábrica de Loza El Anfora a espaldas de la cárcel de Lecumberri. Los dueños, cinco empresarios alemanes que habían elegido a México como su hogar. Y ahí comienza todo.

Un sinfín de historias envuelven los más de cien años de esta marca. Desde los fundadores, quienes han trabajado dentro de la fábrica, los espacios que han habitado; hasta las que tenemos cada uno de nosotros con algún objeto Anfora. Claro que algunas positivas y otras no tanto, pero todas enriquecedoras y todas parte también de la historia de México.

Por ejemplo, Hans Kritzler, Director General, nos contó (durante la presentación del libro del que hablaremos en el siguiente apartado) la anécdota de cómo surgieron los Almacenes Anfora y cuál es la diferencia que existe. Porque muchas veces nos vamos con la finta de que es lo mismo, pero en realidad no.

Mercedes Larrobonduno abrió, en la década de 1940 una tienda de regalos. Un par de años después, en 1942 –en plena Segunda Guerra Mundial en gobierno mexicano intervino la fábrica Anfora. ¿La razón? Empresarios Alemanes. Ellos en su desesperación por conservar su trabajo, pidieron ayuda a Mercedes para guardar lo que tenían en el almacén. Ella gustosa aceptó ayudarlos. Cuatro años más tarde, después de una serie de eventos gubernamentales y empresariales, pudieron regresar con la señora reclamando sus piezas. Las piezas ya no existían, y no porque algo malo hubiera pasado con ellas, sino que Mercedes vendió todo el inventario y guardó todas esas ganancias, mismas que dio a los dueños de Anfora y que fue una parte importantísima para poder volver a levantar la fábrica. En agradecimiento por esta gran acción, decidieron que a partir de ese momento (y hasta ahora) las tiendas de Mercedes serían llamadas Almacenes Anfora. Que sí, venden cerámica Anfora, pero en realidad no es lo mismo. La fábrica de Anfora hoy se encuentra en Pachuca, y cuentan con una tienda en Ciudad de México y en donde sí podemos encontrar todos los objetos de la marca.

Anfora, 100 años

Para conmemorar este centenario sobre las mesas mexicanas, Anfora lanza un libro en el que se presenta una colección única de la historia de la cerámica, del arte y de la transformación de una empresa llena de recuerdos, pero también de crecimiento en la vida nacional.

Estas historias se cuentan a partir de colaboradores y especialistas. Editores, historiadorxs, fotógrafxs, restauranteros, chefs –que además eligieron una década entre 1920 y 2020 para elaborar una receta de ese periodo histórico, usando un plato de ese mismo tiempo. 

También se recuentan distintas épocas y publicidad de la marca en México durante los últimos 100 años, siendo testigos de posters, colores, y diseños que han acompañado a la marca a través del tiempo. Y, por supuesto, Historias del equipo interno de Anfora, el talento de su gente y la inclusión laboral marcan el corazón narrativo de la obra.

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Anfora como marca es testigo y actor de la historia industrial, política y del diseño industrial de México. El libro no estará a la venta, sin embargo estarán haciendo dinámicas a través de sus redes sociales.