Día Internacional del Diseño Gráfico

Como cada  año, el día 27 de abril celebramos el Día Internacional del Diseño Gráfico. Cada año también, lo exploramos a través de artículos que nos permiten cuestionar o compartir acerca de esta profesión y quienes se dedican a ella. Es por ello que en nuestras redes sociales les preguntamos a nuestros lectores cuáles son esos pequeños inconvenientes de dedicarse a esto. ¿Cuál es el colmo de lxs diseñadorxs?

No queremos ahondar en problemáticas complejas ya que esas, las tocamos en otro artículo donde estudios de diseño nos compartieron sus preocupaciones e inquietudes. Por otro lado, si lo que queres es deprimirte un poco a partir de la realidad que la disciplina enfrenta, puedes consultar nuestro estudio de los salarios de diseñadores gráfico. Este año quisimos reírnos un poco y encontrarle el humor a peculiares situaciones, a continuación te compartimos los colmos sobre el quehacer de hacer diseño gráfico que más coincidieron entre nuestros lectores:

Amistad es amigo

Cuántas veces no te han dicho ¿a cuánto el precio amigo? o el influencer que te ofrece compartir tu trabajo a cambio de un logo. Independientemente de cuál sea la situación, si no es posible pagar por un servicio de diseño, por lo menos negociar un intercambio en el que ambas parte estén de acuerdo y sea un poco más justo. Y si el o la diseñadora no está de acuerdo, bueno, pues entonces habrá que llegar al precio. Justo porque conocemos las dificultades de la profesión, creemos que regatear es descalificar el trabajo que se realiza.

El indeciso

El cliente sin un concepto claro de lo que quiere fue una constante de quienes nos escribieron. Y del por qué es importante que el cliente ya venga por lo menos con el nombre de la empresa (tantita madre). Ya que si quiere que le hagas también el naming o el concepto, por lo menos que tenga claro qué es lo que quiere reflejar y cuál es el adn del proyecto. Pero cuando llega y no tiene ni referencias, bueno, una dosis extra de paciencia y listo.

No nos malinterpreten, un diseñador tiene toda la capacidad de embellecer y darle sentido a cualquier proyecto, pero es más fácil trabajar cuando sabemos lo que el cliente busca.

El temible: sí pero…

Los miles de cambios de última hora, el clásico cambio de opinión: primero sí pero resulta que después de tres semana, no; es el pan de todos los días. Aquellos que tampoco están abiertos a nuevas propuestas porque esperan que puedas interpretar de la manera más fiel, lo que ellos ya tenían en mente. Aunque esto, toca un tema importante, una habilidad que el diseñador desarrolla con el tiempo: saber hacer las preguntas correctas. Y escuchar, escuchar y escuchar, los diseñadores tienen algo de terapeutas. Lo más importante se revelará entre líneas poco a poco, en una de las muchas juntas que pudieron haber sido un mail.

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Si te quieres inspirar un poco, te invitamos a leer nuestros dos artículos sobre estudios de diseño, encontrarás firmas de CDMX, Monterrey, Guadalajara, Puebla y Nayarit.

Ilustración de portada: Juan Carlos Boo utilizando Wacom One.