UNA EXPERIENCIA GASTRONÓMICA QUE REPIENSA LOS GESTOS, LOS OBJETOS Y SABORES DE LA COMIDA MEXICANA.

From Scratch es una colaboración entre los diseñadores industriales  Antonio Quirarte (México) y Pauline Lemberger (Francia), que tuvo como premisa generar, en dos semanas, una experiencia gastronómica a través del diseño, tomando como inspiración el buen comer mexicano y su vivencia cotidiana.

La dimensión gráfica y utilitaria  fue parte fundamental que buscó a partir de la cerámica, platos y cubiertos que re-significaran la experiencia de comer un platillo mexicano. El barro fungió como reflejo de la masa de maíz, volviéndose en cada plato una tortilla que sostiene los alimentos. Para elaborarlos contaron con la guía del artesano Ángel Santos, con quien experimentaron con vasijas, canastillas para panela, exprimidores de limón, las hojas del maíz y el torteado a mano. Los cubiertos y popotes se trabajaron de forma cerámica en el taller ALACHE con una estética desproporcionada que marca lo burdo del comer, resumiendo cada herramienta a su razón de ser: agarrar, pinchar y sorber.  En ellos el color tomó protagonismo a través de los esmaltes elegidos, los cuales son una remembranza al peltre en contraste con el barro y la comida que presenta.

 

 

El proceso creativo culminó en una noche compartida donde Antonio y Pauline prepararon una experiencia culinaria. Repartidos por toda la mesa había una serie de sellos que dejaban la marca de los dibujos anecdóticos de Pauline, con los que la gente disfrutaba aplanarlos sobre el papel, casi como cuando se amasa la masa de maíz. El menú elegido fue una selección de lo esencial de la comida mexicana con un ligero toque francés, comenzado por distintas frutas llenas de color colocadas en un gran “huarache” de barro. El siguiente plato de barro-maíz presentaba 3 tacos distintos: tortilla de cúrcuma con mango,  una base de puré de col morada y frijoles con panela, higos y salsa de aguacate; tortilla de perejil con flores, acompañada de brotes verdes, salsa de pimientos y frijoles negros, y el último, tortilla de betabel rallado y flor de jamaica, agregando papas cambray, coles de bruselas y salsa de zanahoria. El final fue la nieve de garrafa, de tamarindo o mango según tu suerte, servida en un delicado limón de barro cuyo molde fue un exprimidor y espolvoreado con un crocante crumble de semillas.

 

 



  • FOTOS: Pauline Lemberger + Noemí García

  • TEXTO: Mariana Quirarte

Fecha de Publicación:
Jueves 24/05 2018