EL PAPEL DEL GÉNERO FEMENINO NO SOLO HA SIDO AL INTERIOR DE LA CASA, ELLAS HAN HECHO LAS CASAS.
Arquitectas históricas
A lo largo de la historia se han perpetuado roles de género que limitan a las mujeres a desarrollarse en el espacio privado, específicamente en la casa, desarrollando actividades concebidas como pasivas. Pero, ¿quién se encargaba de la construcción de la vivienda en primer lugar?
Actualmente, habilidades como el tejido se consideran mayormente como pasatiempos. Sin embargo, desde hace 5,000 años, con los primeros pueblos nómadas y seminómadas, ésta era la forma principal de construir las viviendas temporales, siendo un trabajo activo y de suma relevancia para la supervivencia de los grupos.
Este trabajo implicaba varias acciones: conocer el medio en el que estarían temporalmente, evaluar los elementos naturales, seleccionar el material que se encontrara en buen estado, diseñar la vivienda según las condiciones climáticas, construirla y finalmente acondicionarla. Todo este proceso se concibe actualmente como una práctica de diseño arquitectónico.
Esto no era de ninguna manera una actividad “menor”. Las mujeres construyeron la vivienda, su interior y su relación con el exterior. Ellas decidían la disposición de las viviendas familiares, que a su vez conformaban el asentamiento y su comunidad.
Arquitectas hoy
Las prácticas arquitectónicas actuales de las mujeres están atravesadas por diversas situaciones producto del sistema patriarcal. Factores como los estereotipos de género, la brecha salarial, la carga desproporcionada de trabajo doméstico y de crianza, además de la violencia, han llevado a las mujeres a agruparse, desafiar al sistema y construir sus propios espacios.
En México, Naima Antonio Ortiz coordinó el proyecto “Yoó Béñe” que ha permitido la reconstrucción de viviendas en Asunción Ixtaltepec, Oaxaca. Naima ha elaborado tabiques de adobe desde sus 35 años como medio de sostén económico para su familia. Tras los sismos de 2017 y el daño a las viviendas del poblado, ella compartió con la comunidad su conocimiento. Así, con tabiques reforzados y trabajo comunitario liderado por mujeres, inició la reconstrucción de 100 viviendas en Ixtaltepec.
En Brasil, el proyecto “Arquitectura en la periferia” ha brindado asistencia técnica a mujeres que quieren construir sus casas. Las arquitectas e ingenieras involucradas ofrecen capacitación en talleres con el fin de que las mujeres puedan elaborar de manera autónoma sus viviendas. Así, socializar el conocimiento se vuelve también una práctica de construcción.
En 2021, en la provincia argentina de Río Negro, la cuadrilla de albañilas del Frente de Organizaciones en Lucha realizó la construcción de su salón comunitario en el barrio de Fiske Menuco. La Casita FOL Ruka Newen alberga un comedor y salones destinados a la enseñanza colectiva y a las infancias. Las albañilas y personas de la comunidad sueñan con seguir ampliando la Casita FOL, al igual que los hogares de las vecinas y vecinos.
Seguir construyendo
Las condiciones de la vivienda han ido cambiando a la par que las prácticas humanas y sus necesidades. Desde la vivienda efímera hechas por mujeres seminómadas, hasta las casas de ladrillo y cemento construidas por albañilas en la actualidad, las mujeres han sido creadoras del espacio que se habita y vive.
Tejer y construir, tanto espacios físicos como redes de apoyo, ha permitido a las mujeres sentirse seguras y acompañadas. Las mujeres siempre han sido constructoras de hogares y comunidades. Las mujeres siempre han sabido que la arquitectura es una práctica social.
¡Por un mundo en el que las mujeres sigan construyendo!
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Texto por Kenya González, arquitecta, fotógrafa y creativa de la Ciudad de México. Busca fusionar sus disciplinas mediante el arte, la divulgación y volver el internet un espacio museal.
IG: @kenya_gm_
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TEXTO: Kenya González Mancilla
FOTOS: Cortesía
Fecha de Publicación:
Miércoles 13/03 2024
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