REFLEXIONES SOBRE LA HISTORIA DEL MOBILIARIO EN MÉXICO.

Por primera vez, México es sede de esta iniciativa que comenzó en España, Oviedo (2016). Y no podría existir sitio más ideal para realizarlo que el Museo Franz Mayer y sus llamadas “artes decorativas”. Su extravagante colección, es fruto de la pasión de este “anticuario”, de quien el museo lleva nombre: el alemán Franz Mayer. 

El mueble, o lo que asociamos a él cuando lo pensamos, ¿acaso realmente lo pensamos? ¿O queda ignorado en nuestra memoria? en favor de cosas más impresionantes, más importantes… Diría el filósofo Ortega y Gasset, meditando acerca de los marcos (en el contexto del congreso los podríamos entender como muebles también):

“Viven los cuadros alojados en los marcos. Esa asociación de cuadro y marco no es accidental. El uno necesita del otro. (…) Ahora bien: el marco no atrae sobre sí la mirada. La prueba es sencilla. Repase cada cual sus recuerdos de los cuadros que mejor conoce, y advertirá que no se acuerda de los marcos donde viven alojados”.

El congreso

Esto pareció ser uno de los ejes, y casi que la preocupación que dio origen al mismo congreso. Para estudiar más de cerca el enorme patrimonio cultural y artístico como lo es el mobiliario y el diseño que le dio vida a través de los artistas que lo crearon. 

Para entender su origen que dejo huellas como cicatrices escondidas, se dieron cita varios especialistas alrededor del mundo: Colombia, Portugal, Cuba, España, Brasil, y por supuesto México. Todos cuidadosamente seleccionados por el Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM, de quien su líder máxima, la Dra. Angélica Velázquez Guadarrama, estuviera presente en la inauguración, junto con la directora del Franz Mayer, Giovana Jaspersen.

Amables y celosos, estos cirujanos del conocimiento presentaron a lo largo de cuatro días diversas ponencias tratando temas específicos. Cabría destacar la presencia de Ana Elena Mallet, curadora mexicana que dirigió una de las mesas durante este simposio. Otras figuras prominentes también asistieron, como el Dr. Francisco Rivas Pérez del Denver Art Museum. 

Lo sagrado en el mueble

De acuerdo a la ponencia del Dr. Erik Velásquez, en coautoría con la Dra. Ana García Barrios, del Instituto de Investigaciones Estéticas, UNAM y la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, respectivamente. Podemos conocer a través de ellos que en nuestro mundo prehispánico, el maya al que se refieren a través de los muebles y los tronos que estudiaron. Eran entendidos como seres por si solos, almas, incluso con nombres propios, a los que por herencia, podrían acercarse gobernantes para conectar con su pasado y sabiduría. 

Otro dato interesante es que en ese tiempo no existía el concepto de puertas, las divisiones estaban hechas por cortinas. Que minimalismo tan mágico en el diseño interior de moradas. ¿Por qué diseños tan geométricamente simples para la vida de la realeza mexicana? ¿a qué se debe esto en verdad? ¿geografía, contexto, religión? o será que meramente la creatividad entiende de formas muy diversas su entorno, y no por esto hay algo mejor o peor en una concepción, sólo es distinto.

Otro ejemplo fascinante, es la historia de lo que ubicamos como “equipales”. Estas sillas que casi en desuso viven arrinconadas sin más, en un tipo de idea pintoresca de diseño mexicano. Pero que gracias a la investigación de la Dra. Verónica Hernández Díaz (Instituto Investigaciones Estéticas) podemos saber que su origen es ancestral, prehispánico también, y asociado a una religiosidad sagrada. Por piezas de cerámica exhibidas durante su presentación (Muebles para la vida, la muerte y la perpetuidad: representaciones rituales en la cultura de tumbas de tiro del Occidente mesoamericano) notamos que su diseño discretamente paso sin muchas modificaciones, hasta ocupar un lugar tan anónimo, para un uso tan común, como el de una silla más en nuestros días. ¿Cuántas cosas cotidianas, que damos por ordinarias, no tendrán raíces más profundas? 

Rarezas únicas. La fábrica de Bacardí en Tultitlán por Mies Van der Rohe

Inusual podría ser el termino. Que esta figura tan conocida de la arquitectura mundial tuviera un proyecto aquí, y aún más, su visión artística, por lo que nos narro en su estudio el Mtro. Salvador Lizárraga, de la Facultad de Arquitectura de la UNAM.

La idea de que un edificio no es solo un esqueleto frío, reconocible solo por su exterior, como si fuera una dama con abrigo, que solo luce por lo que lleva puesto, sin notar que hay un cuerpo debajo. Sino que es un todo: cuerpo que incluye piel, y con lo que cubren esa piel. Ese cuerpo, me atrevo a reflexionar, son los muebles.

Pensados, no como un ente decorativo, aislado, desligado del interior que los alberga, por el contrario: son una totalidad, es decir, el diseño en Mies no esta segmentado por categorías, el diseño es un todo que no reconoce barreras, que no dibuja limites. Además, algo a notar en la ponencia, es que a la empresa que se le comisionaron los muebles, era la estrella del diseño: Knoll. Y que teniendo que adaptarse a los materiales con los que disponía nuestro país, surgieron de cierta forma muebles únicos en su tipo. Un nuevo diseño puede surgir como resultado de una adaptación imprevista.

Recomendación insitu

Los trabajos académicos siempre tendrán un fin más noble cuando dejan de ser vicio y lujo para sus gremios. Al final, ¿a quién le serviría tener una bodega llena de oro, para luego perder la llave y dejar enterrado el oro? Aunque muchos tesoros estén al resguardo de lo privado o para usos más científicos, quedan algunos espacios públicos que siempre pueden visitarse. Tal es el caso de la llamada “Casa de la Bola”, que por una módica cantidad de $50 pesos ofrece visitas guiadas a su extravagante colección.

Análisis de diseño

Solo habría que mencionar que casi todas las naciones en sus “estilos” característicos, no son otra cosa que todas las naciones construyendo algo nuevo, algo que se encariña en la geografía donde se construye, y se asume como del país que lo vio nacer. Pero las influencias, queriendo o no, son de todos y para todos, el artista no discrimina, el artista asimila, se inspira e incorpora. 

Muchas riquezas permanecen ocultas, entre colecciones particulares, entre el olvido, o quizás peor, en el anonimato. Mudas, cansadas, son incapaces de contarnos su historia. Qué universo tan inagotable es la investigación, cuantas preguntas siempre quedan por resolver. Algunas tal vez quedarán solas, así, como preguntas nada más. Pero, la “verdad” acerca de algo, no es un dios incuestionable y severo. Por el contrario, es un éter que se nutre de constantes aportaciones, del debate, vive en el progreso. 

Es justo en este punto, cuando se hace notar lo que ahí esta, pero no le hemos puesto suficiente atención, que inicia un descubrimiento, uno muy nutritivo, que puede aportarnos diversas cualidades: inspirar para crear más, saber para revalorar lo que somos, lo que tenemos. “Desterrar los mitos” diría el renombrado Dr. Gustavo Curiel, especialista en arte mexicano. 

¿No podemos ver ahora que estamos rodeados de diseño? aunque no tenga ese calificativo actual, vanidoso, que menosprecia lo que no se ajusta a ideas contemporáneas. Todo puede ser diseño, a lo mejor resuelto con menos recursos, a lo mejor no tan útil, a lo mejor odioso a la vista, pero al fin, diseño.

“Observar – estudiar cada detalle, detenerse en cada fracción de forma y color.

Aprehender de las partes al todo. Esto es analizar.

Saber (qué) olvidar. Saber retener esencias… esto es sintetizar.

Saber sintetizar con lente propio, diferente, nuevo.

Esto es ESTILO”.

Alejandro Rangel Hidalgo.


  • TEXTO Y FOTOS: Sebastián Coutiño.

Fecha de Publicación:
Jueves 12/10 2023