UNA RETROSPECTIVA DEL ARTISTA EN LABORATORIO DE ARTE ALAMEDA.

Se inauguró en LAA, su nueva muestra “Entre líneas”; del artista mexicano, pero radicalizado en Estados Unidos: Pedro Lasch. Quien además de ser profesor e investigador en el Departamento de Arte en la Universidad de Duke (Carolina del Norte). Incluye en su trayectoria exhibiciones en el MoMa y el PS1.

Una exposición planeada desde hace cuatro años entre el artista y la directora del recinto: la historiadora del arte Lucía San Román, que fue la curadora. Realizada en tiempo récord (tres semanas). “Between the Lines” esta conformada por más de cien piezas, de las miles contenidas en la trayectoria de Lasch. Son varias líneas en que fue clasificada:

“La muestra se divide en cuatro ejes temáticos: Arte como herramienta, es decir, objetos y procesos pedagógicos con la capacidad de funcionar como herramientas para la toma de conciencia; El juego – tanto en el sentido de diversión como también aquel de crear y acatar reglas; La ficción, es decir, la elaboración de hechos fingidos o inventados, pero posibles para así perturbar sentidos preconcebidos y, finalmente, El desplazamiento, el cual significa la relocalización, ya sea de un espacio o de un sentido asociado a un objeto, de su contexto habitual a un lugar extraño, lo que permite la creación de nuevos significados”.

Componentes lúdicos en la obra de Pedro Lasch

A lo largo de las distintas salas nos podemos encontrar con fascinantes experiencias contenidas en el recinto. Un ejemplo: Ejecución de Maximiliano (el emperador mexicano): Tableau Vivant para Diez Participantes. Esta instalación posee un basto contenido. No solo porque se trata de recrear, o mejor dicho, activar de forma vívida este cuadro. Una copia fotográfica de uno de los originales realizado por el gran Manet. Sino por la manera estética y confrontativa en que lo aborda.

Es una serie de máscaras espejo colgadas en la pared del museo. Listas para usarse, son delicadas y geométricas; poseen un color que corresponde a una posición específica en el piso que debemos tomar. Y convertirnos en juez y parte del hecho. Casi como el juego “twister”, en político. ¿A quién reflejan estas máscaras? ¿Es a la sociedad? ¿A un observante cómplice y pasivo? ¿La justicia republicana quizás? La práctica de Pedro se caracteriza por tener componentes lúdicos que invitan a la reflexión.

Y como siempre, la estrella del recinto, la recién restaurada Capilla de Dolores, abarca una genuina joya. “Espectro Indígena”. Comisionada por el MUCA en 2014, está frágil instalación es importante por la colección de máscaras prehispánicas originales utilizadas. Colocadas en pedestales blancos, nos dan la espalda para observarse en espejos negros. Cristales que apenas insinúan imágenes. De esa “idea”, ese imaginario colectivo que pensamos como México. Que enredo tan complejo, tan anudado es nuestra cultura. Quien verá a quien, o a qué. Bajo la mirada muerta del mural de Cantú, que es la espalda de esta sala, se acendra otra de los componentes del también pintor: El decolonialismo. Desafiar la veracidad del discurso oficial histórico. 

Otra sería “LATINO/A AMÉRICA”. Esta obra tiene al centro un mapa del así llamado continente “americano”. Un mural rojizo que será intervenido para 2024 por tres artistas mujeres a saber: Hokzin, Diana Zyan y Tysa. Aquí se completa una pregunta más. Una pregunta que es originada por la secuencia de mapas en la lateral del mural. Con el mismo icono del continente, estás cartografías fueron entregados por Pedro a diferentes tipos de migrantes, que como el, enfrentaron lo que implica desplazarse. Porque cada mapa contiene en sí el paso de su viaje. Pero un viaje no es lo mismo para alguien con escasos recursos, que una persona privilegiada económicamente.

Quedan grabadas las cicatrices de un contraste. Cuantas realidades que suceden, están escondidas por las fauces del sistema. Pasan desapercibidas como eventos cotidianos, mientras su obviedad se vuelve costumbre. Son ignoradas. Estos eventos por aislados que parezcan a una realidad cercana, si van formando un impacto que terminara por colisionar en la experiencia colectiva.

Cabría destacar la presencia de pintura en esta ocasión, una selección de cuadros realizados en diferentes corrientes artísticas: renacentista, impresionismo, fotorrealismo y demás asociadas al canon estético europeo. Pero con la singularidad de que son representaciones de las dinamitadas torres gemelas de U.S.A., colocadas en tierras bélicas. 

En entrevista con la curadora y el artista

Para ahondar más, en la entrevista que nos concedieron amablemente Pedro y Lucia, abordamos ciertas interrogantes.

Sebastián Coutiño: ¿Cuál es el alcance de las prácticas artísticas contemporáneas al momento de cuestionar temas? ¿Hasta dónde llega genuinamente su impacto en la sociedad? Al respecto, de forma clara y franca nos responden:

Pedro Lasch: El arte cuando es buen arte transforma a la gente. No de que le cambie la vida, yo creo que es demasiado ambicioso pensar que entra alguien que es de derecha y odia a las personas indígenas, y de repente ve la exposición y ya no es racista. También siento que es algo que ha abusado el arte social, se ha prometido demasiado, más de lo que puede hacer el arte, y es nuestra propia trampa. 

Lucía San Román: Lo que nosotros hicimos es una provocación a las prácticas mismas colectivas y participativas de no presentar esa evidencia, porque presentamos la evidencia a partir de la obra en sí. Las listas son tan sospechosas como cualquier otra cosa en el mundo, es decir si les creemos y no les creemos.

Esto como segundo comentario previo a que en su caso, Pedro, si tiene un sinfín de documentos testimoniales sobre los efectos. Es la obra como un resultado de impacto inmediato. Es importante tomar en cuenta el contexto donde se pretende ayudar, puesto que es ilusorio recoger un tiradero de basura con una sola bolsa. Aún teniendo los datos positivos de que hay ciertos proyectos que sustentan su efectividad social, es irremediable que siempre habrá un límite de alcance.

SC: Entonces ¿Qué será el arte?

PL: Todo puede ser arte, pero no todo tiene que ser arte. Hay una línea de Paul Valery que me encanta que dice: la mayoría de la gente tiene una noción tan vaga de lo que es la poesía, que es esa noción de vaguedad lo que se convierte en la definición misma de la poesía. Y yo siento que eso es el arte, y por eso nos atrae, porque nadie nunca te va a decir definitivamente lo que es.

LSR: Yo tengo que dar espacio para lo que no está descrito en la historia, aún, y no lo voy a hacer pensando en las descripciones previas.

SC: Tener un conjunto de reglas para validar la autenticidad de una pieza, es algo peligroso, puesto que esas mismas categorías detienen el proceso de la creatividad. Ahora ¿cuál sería el campo que enfrentan los artistas jóvenes? 

PL: Hacer tu trabajo, no dejar que te digan que no debes hacer, pero también ser generosos con los artistas de tu generación, organiza cosas, no esperes a que vengan a descubrirte. Es un mito de que la gente viene a un taller de un artista y te van a descubrir…

LSM: No es una competencia con la historia del arte, porque van a perder siempre. Es establecer su relación al arte a partir del deseo y la dicha.

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Hemos desnudado una pregunta más. Ansiosa, espera la multiplicidad de verdades que podemos ofrecer a ella. Porque algo quedó al descubierto: somos siempre responsables directos o indirectos de las directrices que toma la vida. ¿Qué haremos ahora con esta obra, que es nuestra vida misma? ¿La transformaremos ó sólo la leeremos entre las líneas, entre líneas?


  • FOTOS: Daniela Villena para LAA

  • TEXTO: Sebastián Coutiño

Fecha de Publicación:
Martes 12/12 2023