NOTAS DESDE EL PROGRAMA DE CONSUMOS DE SUSTANCIAS DE INSPIRA CAMBIO A.C.
Estoy en la habitación de un hotel en la zona centro de la Ciudad de México, un hotel que se ha vuelto famoso por las sesiones sexuales, a veces de varios días, que se llevan a cabo entre hombres: gays, jotos, maricas, putos, no binaries… cualquier identidad que quepa entre hombres que tenemos sexo con hombres (HSH). He fumado una cantidad considerable de cristal; mi compañero, un chavo que contacté por medio de una aplicación de ligue, está tan colocado como yo. Se aparta de mí un momento para ir al baño.
Comienza a buscar algo dentro de lo que parece un estuche donde uno guarda sus artículos de higiene personal cuando sale de viaje. No presto atención, quizá está buscando más material para fumar. Estoy en el rush del viaje, cierro los ojos y no sé cuántos minutos han pasado cuando de pronto me pide que le ayude: intenta ponerse un slam. Me acerco a él y le digo que no puedo, me da pánico picar a alguien. Su brazo ya tiene la marca de dos intentos fallidos y en su otra mano sostiene la jeringa con la carga de ese rush de placer indescriptible que produce el cristal por vía intravenosa.
Entonces me dice que buscará ayuda en el pasillo y así, desnudo con una liga amarrada en su antebrazo y con jeringa en mano, abre la puerta de la habitación y sale para esperar a que aparezca alguien. No pasan más de cinco minutos cuando entra con otro hombre: un médico que lleva tres días en el hotel y que no ha dormido, según nos cuenta. Estoy completamente perdido en una escena en la cual me he convertido en un actor (in)voluntario. Mi compañero se sienta junta a mi, el médico se lava las manos, le limpia con un trozo de papel la zona y así, sin más, descarga en la vena de mi compañero lo contenido en esa pequeña jeringa.
…
Tenemos que hablar de las metanfetaminas, hablar abiertamente, sin miedos de lo que nos están haciendo como sociedad, en nuestras comunidades. Sí, tenemos que hablar entre las comunidades de HSH pero también hablarlo en las comunidades de mujeres y de mujeres trans, de hombres trans, de mujeres lesbianas y bisexuales, en las comunidades no binarias y queer y sí, también entre los y las heterosexuales. Porque las metanfetaminas y específicamente el cristal, se nos ha metido poco a poco como la humedad, y ya nos invadió toda la casa. Y no, no hablemos únicamente de las prácticas sexuales relacionadas con el consumo (chemsex), también hablemos de sociabilidad y de explotación —obrerxs y campesinxs saben más de esto último: el cristal llegó a sus comunidades con otro fin y como en la comunidad HSH, está siendo implacable.
Inspira Cambio
Desde nuestra trinchera, la salud sexual en la comunidad LGBTQI+ y específicamente en personas que viven con VIH. En Inspira Cambio A.C. hemos comenzado a tejer redes con otras organizaciones, con instituciones de gobierno, con académicxs y con personas interesadas y afectadas por el tema, agrupando estas actividades dentro de nuestro programa Consumo de Sustancias. A lo largo del 2020, quizá por la pandemia, el consumo de cristal se disparó considerablemente en la comunidad de HSH y poco se está documentando, poco se está investigando. La respuesta de las autoridades de salud se ha quedado corta y se está reduciendo a la atención de la reducción de riesgos y daños (RRD) por un lado o a la patologización de las experiencias por el otro.
La investigación internacional recomienda que cada país elabore su propio modelo de RRD pues los contextos culturales y sociales son diferentes; también nos dice que no hay un solo camino para atravesar esta experiencia, la respuesta entre sociedad y gobierno debe ir de la mano. Es necesario romper con el paradigma del riesgo y abordar otros temas relacionados con el consumo, dejar de ver sólo los consumos problemáticos para relacionarlos con la enfermedad y la adicción y ser capaces de voltear a ver otros consumos que no son un problema y descubrir, quizá, otras posibilidades para las personas a quienes en algunos casos la psicología y la psiquiatría están violentando.
Un espacio seguro
Una de estas posibilidades son los Jueves de dulcerxs un espacio seguro para hablar entre pares sobre nuestro consumo; un espacio de escucha y catarsis, de contención y de cuidados; espacio de risas y oportunidades para hablar quizá de los miedos, las frustraciones o las violencias; espacio para compartir los goces, los placeres y los
encuentros, porque sólo en la posibilidad de escucharnos encontraremos caminos para
atravesar como comunidad esta experiencia.
Si quieres conocer más acerca del programa de Consumo de Sustancias o de los Jueves de dulcerxs de Inspira, puedes escribirnos a chemsex@inspiracambio.org.
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Pablo Caisero es gerente del Programa de Salud Sexual, co-coordinador del programa de Consumo de sustancias. VIH+ y consumidor de sustancias.
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TEXTO: Pablo Caisero vía Inspira AC
Fecha de Publicación:
Lunes 11/03 2021
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