NOS ENCONTRAMOS EN LA COLONIA ROMA CON UN LUGAR DONDE EXPERIMENTAR LA NOCHE AL MERO ESTILO NORTEÑO, PEDIR UNA CAGUAMA, ALGO RICO DE COMER Y DISFRUTAR EN SÍ DEL LUGAR PLENAMENTE.

Miércoles 08/09 2015

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FOTOS: Aurora Corzas

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Orizaba 171, col. Roma
México, D.F.

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Orizaba, esa calle de la colonia Roma donde los camellones dirigen a los modestos parques que resultan un oasis en plena urbe, es una de las favoritas para aquellos que buscan donde disfrutar de un mezcal o una cerveza. Tal vez ambos dependiendo de que tanto el preámbulo de la noche se extienda.

Es ahí en el número 171 donde se encuentra Linares, lugar que se define como cantina norteña, cuya carta y atmósfera – resultado del diseño interior y su selección musical – refleja el abolengo que le viene de otros favoritos de la zona como es Belmondo y Félix, con los que se encuentra emparentado.

Si bien el lugar se descubre sin pretensión alguna, cada pieza de mobiliario y demás objetos de decoración a simple vista ordinaria contienen detalles fuera de lo común que construyen su personalidad de manera precisa.

Desde las sillas que además de haber sido inusualmente pintadas antes de soldarse y que presentan también uniones donde normalmente no las hay, los materiales como el cobre y el bejuco luciendo en su esplendor, e incluso detalles en cartón para complementar, Linares nos mantiene constantemente descubriendo la historia detrás de cada uno de sus componentes.

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La carta es por supuesto algo que bien vale la pena explorar de principio a fin. Para comenzar con el banquete la recomendación es la ensalada, receta original de la casa donde se incluyen tomates verdes, siguiendo con los tacos de asado norteño, la tostada de carnitas, el chicharrón de arrachera, las chimichangas, la torta de barbacoa regia y el aguachile de rib-eye, el cual es definitivamente imperdible.

Aquí la caguama se sirve con la elegancia propia de la champagne, acompañada con sal de grano y limón, básicos del norte al destapar las cheves; además de que proponen un delicioso trago hecho con mezcal, cerveza y sal de gusano. Para acompañar este refrescante momento la sugerencia son los Ignacios, nachos con deshebrada, frijoles, pico de gallo, queso y crema; o los jalapeños lampreados, rebanadas de chile jalapeño acompañados por un dip de cilantro criollo y limón amarillo con los que sí te vas a enchilar pero no vas a poder parar.

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Si todavía necesitas un pretexto más para darte una noche de chelas, comida y buena compañía, sigue a Linares en sus redes sociales, donde podrás estar al tanto de los eventos musicales que preparan.

 



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