LOS ÚLTIMOS DESFILES DE ESTAS DOS FIRMAS NOS HACEN PREGUNTARNOS ¿CÓMO SEGUIR INNOVANDO EN LA INDUSTRIA DE LA MODA, DESPUÉS DE TANTOS AÑOS EN ELLA?

 En México, la industria de la moda (en un eterno ‘en pañales’) se justifica (y se inventa) a sí misma (o no).

–Emiliano Villalba
Coeditor de Última de Universal

 

Julia y Renata y MALAFACHA son de las marcas con más historia en la escena nacional, siendo de los primeros creadores que no dejaban el concepto únicamente en las prendas. Ambas marcas destacaron por las atmósferas multi-sensoriales de sus presentaciones durante las semanas de la moda de nuestro país.

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El desfile de MALAFACHA cerró el tercer día del pasado Mercedes-Benz Fashion Week Mx en el Comité Olímpico Mexicano. Al terminar el desfile escuché decir a alguien del público que le había faltado el gran show que la firma siempre da, yo compartí su opinión. Fue la primera vez que un desfile de MALAFACHA no capturó mi atención.

Al inicio, sentí el misterio característico de la firma, su lealtad a las bellezas diferentes y a inspirarse de manera conceptual en elementos de nuestra cultura.

Noté cierta sencillez anormal de MALAFACHA en ciertos looks. Después. y conforme siguieron pasando los modelos, me daba la sensación de que eso ya lo había visto: un pantalón con corte pachuco, un kimono XXL con plisados en los hombros y algo ovalados…

La música y accesoración como siempre impecable, el maquillaje conceptualmente correcto pero el venue no le hizo justicia. El público poco pudo apreciar este detalle.

No solo me faltó el show, me faltó el sentir: ¡claro solo MALAFACHA pudo haber creado esto!

 

Al otro día Julia y Renata abrieron el día en la Fuente de la Cibeles. Estas diseñadoras llevan casi 25 años creando moda, siendo de las primeras referencias que los más jóvenes tienen de lo que es crear moda en México.

Sus inspiraciones son siempre conceptuales y con una fuerte presencia espiritual. En su desfile en #MBFWMx las modelos caminaron bajo una suave melodía que rezaba la frase “destruir para crear”, palabras muy sabías y con un gran peso simbólico a la nueva era (espiritualmente hablando) que estamos viviendo.

Las siluetas que desfilaron nos recordaron a monjes tibetanos, pero con prendas híbridas como camisas, caftanes masculinos y más piezas sastre. Todo muy sutilmente construido, transmitiendo la importancia de valorar el estado natural de las cosas.

Conceptualmente correcto, pero no desafiante. Volví a sentir lo mismo que el día anterior, me dio la sensación de que era algo que ya había visto antes.

 

A más de una década de sus inicios, y después sus presentaciones en el pasado #MBFWMx nos damos cuenta que ambas marcas deben retarse así mismas, renovar su imagen para no perder su lugar dentro de las marcas avant garde de México. 

Por la naturaleza cambiante de la moda una firma no puede seguir haciendo lo mismo, usar los mismos patrones con la mínima o casi nula intervención o re-interpretación.

 

La moda no se hace de una sola manera, y esto es algo que nos han enseñado estas dos firmas. Queremos ver de qué manera siguen manteniendo el deseo el público y la admiración de la escena nacional.

 



  • FOTOS: Hannah Cauhépé y Vanessa Flores

  • TEXTO: María Nájera

Fecha de Publicación:
Lunes 30/04 2018