Proyecto Itzimná 28

Taller Mid 51 nació en 2004, con distintos proyectos de remodelación. Después de vivir en Barcelona sus fundadores regresaron a México y tras visitar algunas ciudades, Mérida fue la que les pareció que reunía mejores condiciones y la calidad de vida que estaban buscando. Sus primeros proyectos fueron proyectos de remodelación para miembros de su propia familia. Omar Fuentes y Vania Durán nos platican más sobre Itzimná 28, su proyecto de vivienda más reciente.

¿Cómo fue que empezaron con el estudio?

Después de haber realizado nuestros propios proyectos familiares observamos que era una actividad que queríamos desarrollar más a fondo. En un inicio ocupamos una oficina del espacio de danza Tumakat que dirige Vania Duran mi esposa, fuimos contratando más arquitectos de distintos antecedentes y lugares y fue necesario crear un espacio propio en la misma Calle 51. Descubrimos que había espacio para poder diseñar con más libertad y menos ataduras comerciales; la parte del trabajo constructivo siempre nos interesó y creamos equipos de construcción que tienen habilidades para el trabajo artesanal y de construcción.

¿Qué proyectos están desarrollando actualmente?

Uno de nuestros principales proyectos es la remodelación de una clínica pediátrica en el Centro de Mérida, se trata de convertir el edificio de tres pisos y una casa contigua en 15 unidades de distintos tamaños y características. Al mismo tiempo seguimos con la ejecución de proyectos unifamiliares en el centro de Mérida, algunos son remodelaciones y otros son obras nuevas en el Centro Histórico que retoman algunas de las características de la arquitectura colonial, por ejemplo, los techos altos, patios y vanos amplios y altos.

¿Hacia dónde se dirige el estudio en un mediano o largo plazo (tomando en cuenta la situación actual)?

El Taller (prefiero llamarlo así porque los que participamos tenemos contacto muy estrecho con la parte concreta y volumétrica en la conformación de los proyectos) se dirige hacia proyectos un poco más grandes (multifamiliares), que tengan una integración urbana más actual. Nuestra búsqueda es llenar los vacíos de necesidades objetivas de calidad que la vivienda puede ofrecer a sus usuarios, algunas veces obligando a un uso menos convencional del comercial.

¿Nos puede platicar acerca del proyecto de Itzimná? Sobre las cualidades espaciales y de materiales del proyecto.

El proyecto de Itzimná es el primero multifamiliar; se proyectó sobre las ruinas industriales de este barrio que fue un suburbio de la ciudad de Mérida. Por lo tanto hoy en día ofrece una calidad adicional en cuanto a las áreas verdes y urbanas en comparación con el centro de Mérida, en dónde habíamos realizado la mayoría de nuestros proyectos.

En este proyecto de 12 viviendas nos enfocamos mucho en tratar de ofrecer una experiencia habitacional que gozara de los espacios comunes que ayudarían a preservar las áreas verdes y al mismo tiempo ofrecieran una ventilación apropiada y recorridos atractivos alrededor de las viviendas; siempre buscando que el espacio ofreciera tranquilidad y sensación de espacio a sus habitantes. La tipología de las unidades recoge otra vez los aspectos de la arquitectura colonial que siguen vigentes, los que permiten que el clima afecte menos a los usuarios y el uso de la energía sea más racional.

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Incluimos en los espacios comunes, además de los típicos que son la piscina y servicios, un área de trabajo o estudio o recreación que es multifuncional; también dialogamos mucho con las autoridades para conseguir que fuera un proyecto mixto en el que pudimos incluir dos locales comerciales que tienen la función, idealmente, de abastecer servicios a los vecinos; tratando de fomentar el pequeño comercio y local, y así no depender de los corporativos que van tomando más espacio.

Dentro de los materiales a destacar son los acabados con color integral a base de colores minerales, pisos de pasta, cementos pulidos y celosías hechas en obra. La carpintería forma una parte fundamental en la estética y función sensorial de los espacios. En cuestión de espacios creo que la aportación es las circulaciones interiores que incluyen áreas semi-descubiertas, la inclusión de dobles alturas en cada unidad y de patios interiores. La volumetría exterior y los muros altos también son importantes y son el resultado de nuestras discusiones internas sobre temas de privacidad y la necesidad de dar una escala agradable en los pasillos y áreas comunes (jardines, piscinas, corredores, etc.); a pesar de tener muros tan altos.

Queríamos que esos muros fueran muy altos en las entradas y entre vecinos para que la proximidad no se viera afectada, al mismo tiempo tener una buena proporción en los espacios que quedaban entre casas, la ubicación de los árboles altos nos ayudó en esto y hace que la vegetación sea protagonista en el proyecto.

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Por último, en cuanto a materiales, decidimos adoquinar los accesos principales que en parte son vehiculares para intentar rescatar la calidad municipal de los pequeños centros municipales y que los usuarios se sintieran en una urbanización interna digna, absorbente y esperamos que permita que la naturaleza se asome entre sus juntas.