Atsë’kiwa y’önïk. Una de las obras que niñas y niños de Santa María Ocotepec presentaron con diálogos en Ayöök.


ENTEVISTA DE JUMKO OGATA AL COLECTIVO KUMOONTUN Y SOBRE LOS USOS ANTIRACISTAS EN TORNO A LA TECNOLOGÍA.

Sobre las discusiones acerca de los usos racistas y antirracistas de la tecnología.

El uso de la tecnología suelen ser llevadas a cabo con una mirada eurocéntrica y supremacista blanca; es decir, sólo se considera como tecnología todo aquello que surge en sociedades europeas u occidentales. La tecnología creada por naciones originarias y pueblos racializados es despreciada hasta que es “redescubierta” por una persona blanca.

La tecnología que recibe la mayor cantidad de fondos para su desarrollo en sociedades occidentales en la actualidad suele ser la creada por compañías multimillonarias; que a su vez, suelen contratar a una mayor cantidad de personas blancas, obviando así los posibles sesgos racistas que su tecnología puede contener.

Asimismo, parte de los estereotipos racistas suponen que las personas que no son blancas somos “primitivas”; en el caso de las personas indígenas se tiene la noción que si utilizan tecnología occidental son “menos indígenas”. Por lo que se les limita a una forma muy reducida de entender y vivir sus identidades.

En esta serie de dos artículos entrevistaré a diferentes individuos y colectivos en México que están haciendo activismo a favor de los derechos de las personas indígenas; de la conservación de sus lenguas, así como la enseñanza de las mismas. A través de las siguientes plataformas les invitamos a cuestionar algunas de las ideas y prejuicios racistas que nos han impuesto sobre los pueblos originarios en México. También aprender sobre la gran diversidad lingüística que existe en el país.

En esta ocasión, platicamos con Marco Antonio Martínez, hablante del Ayöök, una de las variantes de la lengua mixe. Es coordinador del colectivo Kumoontun, también le llaman una filosofía de trabajo que significa tequio; algo a lo que Marco se refiere como el trabajo en colectivo para obtener beneficio más amplio. En la web de Kumoontun están disponibles audiolibros bilingües para iOS y Android para aprender la variante Ayöök de Santa María Ocotepec. También hay memes e infografías que publican en redes sociales para enseñar a personas acerca de las lenguas indígenas en México.

¿Cómo nació este proyecto y en qué año?

Formalmente iniciamos en 2018, la verdad es que surgió a partir de dos cosas; la buena intención de querer colaborar algo con nuestro pueblo. En nuestro pueblo es común apoyar quizá en la fiesta…había una intención de querer hacerlo, pero pensábamos que podíamos hacerlo de otra manera, como un poco más a largo plazo.

Algo que se pudiera visualizar a futuro, después identificar que no había materiales en lenguas indígenas, entonces dijimos “pues si tenemos el conocimiento dentro de quienes estamos ahí, quienes escriben en procesos desde hace treinta años para normalizar el abecedario y demás, ¿por qué no sumamos?”.

Yo trabajaba en la iniciativa privada en el tema de las redes sociales y decía, ¿por qué no combinamos un poco de aquí, un poco de allá y creamos…quizá no sea muy notorio nuestra aportación, pero pensar que en unos cinco, diez años alguien diga “ay, hubo alguien que registró algo, que guardó algo y que pueda servir, así fue como surgió.”

¿Por qué utilizar específicamente el internet y las redes sociales?

Yo estudié administración de empresas y siempre cuento esto como una anécdota de que nosotros teníamos algo que yo llamaba “planeación estratégica”, trazamos objetivos a dos años, cinco años y así. Y una de las cosas que observábamos es que podíamos hacer mucho trabajo en campo, es decir, que sí hacemos talleres presenciales de lecto-escritura y demás, pero decíamos, “¿qué caso tiene si le dedicamos tanto tiempo, tanto material al trabajo en campo y cuando salimos de nuestra comunidad nos enfrentamos a discriminación y el racismo”, a muchísimas cosas más.

Entonces decíamos, “habría que pensar en contenido al interior, pero también al exterior. Y es ahí donde visualizamos una oportunidad en internet para dar a conocer nuestra lengua. Si notas, por ejemplo, nuestra página web sí tiene la opción de elegirlo en español, pero primero está en Ayöök, que desde ahí sea.

Publicaciones que generamos, tratamos de posicionar Ayöök. De tal forma que pues al menos generemos ese, como que alguien identifique que se habla esto. Y después, porque es un medio también muy rápido, por ejemplo, crear un libro quizá nos llevaría muchísimo tiempo, porque hay procesos…y además no encontraríamos quien pudiese imprimirlo, quizá, entonces en lo que se hacía eso, los audiolibros fueron una opción muy rápida porque lo podemos compartir por WhatsApp y por correo.

Ya que habíamos hecho el libro lo imprimimos, en impresora de casa, la engrapamos y órale, a repartirlo. Entonces como un poco de practicidad, pero también yo lo llamo un poco de reclamo, ¿no? De hacer visible y que la gente viera que existe esta diversidad y no sólo es Mixe así, sino Ayuuk, y Ayöök…yo de repente lo visualizo como que es un megáfono y queríamos gritar “aquí estamos y vean que podemos apropiarnos además de esto”.

Hay toda clase de discursos racistas en torno a las personas indígenas que tiene que ver con volverles reliquias del pasado. Decidir con parámetros arbitrarios si una persona es indígena o no, que incluye su uso de la tecnología. Si usas una computadora se cuestiona tu identidad indígena, quisiera que nos pudieras comentar un poco tu perspectiva sobre estos discursos.

Creo que justo las redes nos han servido para dar a conocer esto, pero también para nombrar algunas cosas. Por ejemplo, si tú vas a mi pueblo y preguntas “oye, ¿tú has sufrido racismo o discriminación?” No lo entendemos de esa manera. Es más, yo creo que son conceptos que conocí mucho después, pero eso no significa que no existan, es decir, alguien te va a decir “yo racismo no sé que es, pero a mí si me golpeaban por hablar (mi lengua), a mí me castigaron…” Es decir, hay muchísimas experiencias pero quizá no es nombrado como tal.

A mí también me sucedió, justo una persona me decía que yo no era “un verdadero indígena” porque tenía un teléfono, y recuerdo que quería cobrarle algo y su cara fue así de “¿Cómo? Si te dices que eres indígena, ¿por qué usas esto?” Y fue de ah…bueno, todavía lo que hay que trabajar al respecto.

Creo que estas plataformas nos permiten romper con eso, sobre todo en Twitter, cuando digo “sí, bailo mis jarabes y sones pero también de repente escucho a Maluma o no sé, a quien quieran”. Hace poco un joven de una Universidad, él me decía, “oigan, y ustedes que son hablantes de una lengua ¿qué publican en sus redes sociales?” Y le decía, “pues lo mismo que ustedes”.

Quizá sólo es un agregado que nos apropiamos del espacio para hablar de otros temas, pero eso no significa que no pongamos memes, que no pongamos un video, que no bromeemos; hay mucho al respecto para romper y que pues creo que hay otros compañeros y compañeras que han ido rompiendo. Está Tajëëw, está Yasnaya, están muchos otros compañeros que llevan años en esto y la intención también es ir aprendiendo y replicando cadenas más grandes con estos temas.

¿Cuál piensas que pueda ser el papel de la tecnología como parte de la resistencia antirracista?

Algunos puntos que hemos identificado tiene que ver con estatus, no sólo con internet, sino en cine, en radio, en televisión. Es decir, en la medida en que podamos ver lenguas indígenas, ya no sólo el Ayöök sino lenguas indígenas en general…O sea, yo me emociono cuando veo cine mixteco, por ejemplo.

Y de repente digo, ojalá haya pronto en Ayöök, entonces eso permite ir normalizándolo. De tal manera que incluso no sea como en estas películas donde hay dos frases en alguna lengua y dicen que ya es en lengua indígena sino invertirlo y decir “pues tiene dos frases en español nada más, todo el contenido es en Ayöök”.

Entonces, creo que tienes estatus, eso es muy importante porque también nos permite a nosotros saber que no sólo es el castellano o el inglés las lenguas que tienen que estar en dispositivos, que tienen que estar en los medios, sino también las nuestras. Entonces yo celebro mucho lo que salió apenas del traductor de Google en Aymara y !uechua porque justo nos permiten esto, nos abren esta posibilidad.

Que si hay temas que discutir alrededor de quién guarda la información, cómo se almacena y demás, estoy completamente de acuerdo, me sumo a esas discusiones. Pero en sí, colocarlo ya nos brinda un estatus. Y lo siguiente que yo observo es la documentación. Anteriormente, una de las compañeras, Engracia, por ejemplo, empezó con su labor y lo hacía en escrito.

Después pasó a los cassettes, después pasó a los famosos disquetes, y al día de hoy ya no se puede recuperar. Las libretas, una vez que se guardaron, por la humedad se perdió, los casetes algún día se rayaron o no sé, se fue los disquetes…Y pienso que ahora nos permite documentar toda vez que podemos tenerlo en el teléfono, en la nube, el hecho que ya estén rondando por ahí en alguna página, ya eso es ganancia.

Podemos escribir el #ayöök y aparece información en audios, video y demás. Entonces, creo que esa es la posibilidad que se nos está abriendo y finalmente también la enseñanza. Nosotros ahorita con la pandemia empezamos a dar talleres virtuales, cosa que si no existiera simplemente hubiéramos parado y se hubiera acabado todo. Creo que hay una oportunidad ahí para seguir siendo rebeldes y decir “aquí estamos y aquí seguimos”.


  • TEXTO: Jumko Ogata

  • FOTOS: Cortesía

Fecha de Publicación:
Miércoles 06/07 2022