Yahritza y Su Esencia: sobre el racismo y el nacionalismo exacerbado 

Basta que sólo hables mal de México para que tu carrera vaya en picada o sino pregúntale a Ángela Aguilar y a Tiziano Ferro, son algunas de las muchas opiniones que encontramos en las redes sociales sobre el desaire que hizo la menor de edad Yahritza con 16 años; y sus hermanos Jairo con 18 y luego Armando con 25 años, que conforman la agrupación Yahritza y Su Esencia. Sería lamentable que su carrera se viera afectada a causa de un nacionalismo exacerbado. Te compartimos por qué.

Durante su visita en México a comienzos de este año para promocionar su álbum Obsessed. Además de la serie de conciertos que estarían realizando a lo largo del año; en una entrevista a Soy Grupero, que curiosamente, se hizo viral hace poco; la joven promesa del regional mexicano daría, según la opinión pública digital, muy lamentables comentarios sobre la Ciudad de México y su comida callejera.

Yahritza afirmó que la Cd. de México es muy ruidosa (¿dijo mentiras?) y sus hermanos dijeron que la comida de Washington era mejor o que los refrescos eran más azucarados en EU que aquí. Además de su carita de disgusto a la hora de servirles refresco en bolsita.

Ante lo que pareciera ser “malinchismo”, se responde con racismo y burla

Aunque tenemos noción de la implicación misógina y muy cuestionable del término “malinchista”; lo usaremos en esta ocasión por ser un concepto insertado en la cultura mexicana mucho más de lo que creemos. Lo que parece ser el rechazo por tus orígenes o tu propia cultura, parece ser un error imperdonable. Tratándose principalmente de un país donde el Estado Nación se ha encargado de meternos “la identidad mexicana” todo el tiempo, donde sea, siempre. Y la principal estrategia causante de la invisibilización y omisión de la existencia de los pueblos originarios.

Y a eso nos referimos con nacionalismo exacerbado. Parece que, no se puede “venir a ofender” al emitir una opinión que no sea echar flores sobre el principal país que escucha tu música. Las preguntas son: ¿te tiene que gustar todo de México? o más bien ¿tienes que fingir que te gusta? ¿La honestidad no conviene por ser figura pública? ¿eso realmente nos afecta o es más bien nuestra frágil identidad mexicana herida por un grupo de jóvenes que su único error fue haber nacido en otra nación que constantemente rechaza a poblaciones en situación de migración? Y que, lo único que les queda es ¿abrazar y hacer suya la cultura en la que crecieron?

Ante sus declaraciones y reacciones, Tik Tokeros y trolls en Instagram comenzaron a burlarse y a generar memes que aludían al sarcasmo: ¿y estos güeritos por qué tan delicados con lo hecho en México? Utilizando su imagen con referencia a símbolos como el nopal y el Chac mool de la caja de cerillos. También personajes como Tisoc o la película de Azteca. O burlándose porque pronunció “mal” una palabra en inglés. Y cuyo principal mensaje de esas imágenes son: si eres una persona racializada no tienes derecho de hacer el feo a lo mexicano. Y pensar en cuánto racismo hay en estas imágenes y discursos de odio hacia una menor de edad, eso sí es muy lamentable.

Va siendo hora que nos quitemos la venda del fanatismo identitario que nos cargamos en México y seamos críticxs de los discursos de odio y cancelación que algunos influencers y creadorxs de contenido ejercen.

El nacionalismo como estrategia, el ser mexicano para rematar en orgullo y virtudes, carencias y desdichas; la identidad de las grandes ciudades y el capitalismo, el mexicano como cuentahabiente, el nacionalismo como una invención que agotó su utilidad…

Carlos Monsiváis