ULISES INDIO HACE DEL TATUAJE Y LA ILUSTRACIÓ UN ESTUDIO DE LAS IMÁGENES RELIGIOSAS, ESOTÉRICAS E HISTÓRICAS PARA REFLEXIONAR SOBRE LA IDENTIDAD DE LO "MEXICANO".

Ulises Indio estudió en la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado La Esmeralda.  Sus primeros acercamientos al dibujo fueron por medio de su hermano, quien estudiaba diseño gráfico cuando él era pequeño. Con él se ponía a dibujar con carboncillos y siguió dibujando hasta la universidad donde lo pudo formalizar e integrar el dibujo como una parte más de su vida.

Cuando salió de la preparatoria trató por tres años entrar a la carrera de Artes, y durante ese tiempo tomó cursos de pintura al óleo en la Academia de San Carlos y de dibujo en el museo de la caricatura. Luego escuchó sobre la Esmeralda y aplicó dos veces hasta que fue aceptado. Ya en la universidad pudo conocer la práctica artística y la gráfica, que fue lo que particularmente le interesó durante la carrera. 

Durante septiembre nuestros contenidos giran en torno a descolonización y sus referentes históricos nos parecen que ilustran bien esta idea. Platicamos con él sobre su trabajo.

 Háblanos un poco de tu entorno ¿Cómo consideras que esto aporta a tu labor creativa?

Yo me crié con mi abuelita en Ciudad Azteca, y vivía con mis papás en una colonia cercana, igual en Ecatepec de Morelos. A partir de cierta edad comencé a ir diariamente al centro (unas dos horas y media de distancia) lo caminaba muchísimo y de allí era de donde tomaba la mayor parte de las imágenes y las ideas; el hecho de que esté repleto de historia y tenga tanto movimiento es algo que me gusta mucho y me inspira. 

Parte de los recorridos que yo hacía en el centro me ayudaron a aprender e interesarme por la ciudad y su historia; quizás no tanto desde la teoría si no desde la experiencia de recorrer las calles. Me interesaban mucho las zonas, los edificios y claro, las iglesias que lógicamente eran mucho más complejas, más adornadas y mucho más antiguas que las que íbamos en Ciudad Azteca.

Mi abuelita nos llevaba a comulgar allá y las iglesias no estaban tan chidas. Nada más había una cruz y ya; luego llegas a la ciudad de México y empiezas a ver todo el oro y el tamaño de las iglesias y eso me impresionó. A la fecha tengo la costumbre de ir siempre que puedo; registro las cosas que me gustan y luego las utilizo en los diseños de los tatuajes. En parte eso fue lo que me llamó la atención, vi allí una fuente de inspiración y un cúmulo de imágenes que no encontraba en mi entorno y que todavía siguen siendo muy estimulantes.

Definitivamente el contraste entre Ecatepec y el centro influyó al cien por ciento en mi trabajo. Mi colonia está en una zona de fábricas, por los alrededores hay talleres de refacciones mecánicas, el gran canal de Ecatepec, las vías del tren, un rastro. Digamos visualmente no es muy agradable también es una zona conflictiva con mucha delincuencia como la mayoría del municipio entonces no era como que yo le prestara mucha atención aunque estuviera allí todo el tiempo, paseaba con mis perros, recorría las calles, caminaba rápido y ya. No es muy común salir a pasear en Ecatepec.

A mi me gustaba el centro, irme en metro hasta la lagunilla, al Chopo, a la Merced, a CU, a Coyoacán, a los Museos, todo lo que pudiera ver, pasear. No me importaba subirme al metro dos o tres horas con tal de ir al centro, y ver otras cosas. Así empecé a descubrir lugares icónicos como el Puente de fierro, el Albarradón, la Casa de Morelos; espacios históricos que estaban por ahí; que podían ser interesantes pero claro, no son muy llamativos ni tampoco tienen mucha publicidad.

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Cuando entré a la universidad empecé a trabajar sobre y desde la periferia y trate de irme de menos a más, empecé a caminar por el canal de aguas negras; a lado hay un terreno baldío por todo el borde del canal y son kilómetros de cascajo, basura, jaurías de perros y objetos de todo tipo. En general es un tramo muy solitario pero de vez en cuando me encontraba gente que se estaba trasladando; haciendo ejercicio o hasta paseando a sus perros como yo. Allí empecé a hacer estos ejercicios de caminar y registrar con fotos y videos; recolectar objetos que me encontraba, hacía composiciones con el cascajo y escribía sobre eso, llené bitácoras por dos años. 

Creo que parte de esas derivas las apliqué en mi último proyecto de la escuela que eran recorridos en los tianguis sobretodo en el Mercado de Sonora y empecé a recolectar objetos que en este caso fueron los jabones esotéricos, que luego los lleve a diseños de tatuajes.

Tengo un proyecto sobre eso que aún no he terminado (Libre de todo Mal) pero eso me abrió un panorama más amplio para empezar a trabajar a partir de otras imágenes que estuvieran más cerca de mí. En este punto quizás ya no buscaba directamente referencias de grabado europeo sino otro tipo de referencias; a lo mejor cierto edificio (que quizás tiene la misma influencia) pero ya el acercamiento a las imágenes y la forma de llegar a ellas es distintas, creo yo. Por ejemplo, he visto que muchas casas y edificios en la Ciudad de México que tienen ornamentos y conchas en sus fachadas; yo las fotografío y las integro a mis diseños y la experiencia para mí es muy distinta. Con los querubines también, intentó darle más importancia a la desproporción y hacerlos un poco menos perfectos o alejándome del cánon clásico. 

Me inspira mucho el barroco indígena de Santa Maria Tonantzintla en Puebla o de la estética de los exvotos, la pintura naive de personas que quizás no tenían el conocimiento académico de como pintar un santo pero son obras grandiosas; los rótulos y en general la gráfica popular es algo que me apasiona y son imágenes que se pueden consumir más de cerca.

Yo diría que algo que caracteriza mi búsqueda en el tatuaje es precisamente estas imágenes religiosas sincretizadas y las hibridaciones que existen en la cultura visual mexicana, pero desde mi punto de vista claro. 

Comparte un poco desde tu experiencia o círculo cercano ¿Cómo crees que se encuentra el ámbito cultural/ilustración actualmente?

Yo puedo hablar desde el tatuaje porque es de la comunidad de la cual más me siento parte, y la verdad es que después de viajar me di cuenta que tenemos un muy buen nivel en el tatuaje en México. Sobre todo porque hay mayor aceptación a nivel social, hoy tatuarse es muy popular y como no hay  tanto prejuicio la gente está más abierta a salir de los lugares comunes y tatuarse propuestas más arriesgadas; eso motiva la creatividad y que lxs tatuadorxs puedan experimentar con otras formas de representar.

Hay muchxs ilustradorxs y artistas para quienes el tatuaje es una forma de explorar su dibujo y su expresión  gráfica a la vez que puede ser una forma  muy atractiva de ganarse la vida a diferencia de otros trabajos tradicionales.

En comparación con otros países sobretodo en Europa que es donde tengo mas punto de comparación, pienso que en México tenemos un nivel muy chido y muy fresco. Buenxs tatuadorxs, propuestas alocadas, buenos estudios y mucha gente que se tatúa; tenemos una gran comunidad. Así como muchos de lxs tatuadores de aquí y de Latinoamérica buscan ir al gabacho, a mi me gusta que también vengan a México y nos podamos retroalimentar mutuamente. Eso ya está pasando porque es un destino muy interesante para lxs tatuadores. 

Platícanos un poco sobre tu proceso creativo ¿Cómo empiezas los proyectos y los vas desarrollando? ¿Cuáles son las temáticas que te inspiran?

     Mi proceso creativo comienza con la recolección de imágenes ya sean físicas o digitales: objetos, periódicos, recortes de libros antiguos; digitalmente tengo archivos organizados por categorías, por ejemplo una carpeta de nubes, ornamentos, querubines etc. A su vez, estas categorías a veces son más específicas y se subdividen en otras como ornamento tribal, floral, barroco, asiáticos. Me interesa que las imágenes tengan orígenes diversos, no solo artísticas sino que provengan de un rango de fuentes mucho más amplio.

Luego, elaboro diseños y los comparto, allí voy viendo cómo reacciona la gente; a veces a algunos diseños no les va muy bien y otros se venden muy rápido. Mi objetivo siempre es encontrar un equilibrio entre la experimentación y la aceptación de la gente que consume mis tatuajes. Hay una especie de diálogo entre lo que la gente quiere ver y lo que yo necesito explorar, ese equilibrio es lo que me permite continuar profundizando.

Todo el tiempo estoy cazando ornamentos en donde sea que los encuentre, y por temporadas me voy interesando en ciertos objetos como ahora con las fuentes o las conchas de mar. Todo es un ejercicio de repetición pero tienes que ir haciendo variaciones y eso hace que vayan cambiando constantemente, al menos así lo hago yo para no aburrirme.  

     Mis temáticas abarcan desde lo religioso, las representaciones católicas, los ornamentos barrocos, tribales, la cultura prehispánica y la época novohispana. Me interesa todo aquello referente a lo esotérico, la brujería, las hierbas, los lugares donde venden adornos religiosos, escapularios, los rótulos, querubines, las pirámides y los códices. La estética de lo hecho a mano o como escuche hace poco en un video “a la forma indígena” que se refiere a lo manual y desproporcionado, a lo naive de la pintura novohispana tratando de emular la academia europea, pero que al final se apropia de la estética y genera la suya propia, eso me parece muy bello.       

Compártenos dos o tres- proyectos, colegas o cuentas de ig. Que te inspiren y gusten mucho.

El primero que se me viene a la mente es Tlahtoani Cuauhtemoc encabezado por Enrique Ortíz, porque tiene mucha información acerca de la historia de México; sus fotos están super bonitas y además van acompañadas de un textos informativo bastante bueno. Bilis negra, un colega tatuador y artista que de hecho está conmigo en el estudio. Él trabaja a partir de resignificaciones del imaginario popular y eso lo lleva al tatuaje y creo que es muy interesante su chamba. Y también me gusta mucho Rótulos chidos ,básicamente es un registro muy completo de rótulos bellísimos, excelente mapeo de la ciudad.  

¿Realizas otras actividades que inspiran tu trabajo?

Antes del tatuaje me dedicaba a la artesanía y los textiles me gustan mucho. Tejo macramé y estoy haciendo bordado; estoy enfocándome en hacer bordados con aguja mágica como tipo alfombras y sueño con aprender a hacer telar de cintura. 

¿En qué proyectos andas o cuales tienes a futuro? 

Junto a mi novia y socia Maria Arismendi, estamos trabajando en Amor Indio, nuestro estudio de tatuajes que también es un taller de formación y producción artística donde nos interesa la exploración colectiva, la reflexión de las imágenes y las dinámicas de formación alternativas a las institucionales. Ahí estamos habilitando el taller de gráfica donde se van a realizar diferentes técnicas de impresión; además de eso queremos ofrecer herramientas para la creación de imágenes a través de la  pintura, la gráfica, el dibujo y el tatuaje.

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Con mi obra quiero seguir estudiando y trabajando más acerca de la historia de México, y a eso que le llamamos “la identidad mexicana”. Mi reto siempre es complejizar las imágenes que trabajo, estudiar la historia de México incluyendo todo el bloque colonial, el racismo, la religión, la apropiación cultura. Yo creo que darnos cuenta de que hay muchos estereotipos racistas y comportamientos coloniales que están ocultos o se han adaptado, o lo hemos naturalizado para que parezca que son temas del pasado y que ya somos mejores cuando en verdad no lo somos. 

Al generar imágenes constantemente me estoy preguntando ¿Es esto un refrito del arte europeo? ¿Es esto válido? ¿Es esto mexicano? Qué lo hace ser mexicano y qué es ser mexicano y si en verdad eso tiene algún valor. Reflexionar que la escuela, el estado, el internet nos está diciendo todo el tiempo que tenemos que sentirnos orgullosos de las culturas prehispánicas y de toda la historia de México y hasta qué punto esa historia realmente te pertenece. Supongo que ser mexicano no es solo comer chile y tortilla. 


  • Redacción Coolhuntermx

Fecha de Publicación:
Jueves 09/09 2021