Mario Mucho, ilustraciones maricas descolonizadoras

Mario González González, mejor conocido como Mario Mucho, es ilustrador, artista y comunicólogo audiovisual de formación. Desde niño “dibujaba” y nunca ha parado. Al principio, de forma casi inconsciente se representaba a si mismo; en un momento de vida que coincidió con su salida del clóset y el entenderse marica; un término que se distancia de lo “gay” como contra propuesta a esta concepción hegemónica blanca.

A través de pintarse se entendía, pero también se preguntaba porque no habían otros ilustradores pintando gente morena, reflejando otros contextos, como el suyo.

Más tarde tomó un par de cursos en la Academia de San Carlos, de ilustración y figura humana, para perfeccionar sus conocimientos y definir un estilo que mantiene hasta ahora.

“En las escuelas no nos enseñan a pintar pieles morenas, las combinaciones de pigmento son más dificiles y tienen mayor profundidad.”

Él encuentra que la discriminación, a pesar de una vasta oferta, también viene en los mismos materiales. Los pigmentos “tonos piel” tienden a ser en su mayoría de pieles blancas. Además de que las narrativas de las poblaciones morenas, indígenas o periféricas, siempre las cuentan los blancos, lo que imposibilita las propuestas desde adentro y al descubrir tu propia identidad la comparas con estereotipos que buscan la satisfacción de la mirada blanca.

Para Mario, la ilustración, además de hablar del amor y el homoerotismo, en su trabajo toca fibras de problemáticas que le rodean; las condiciones de pobreza, la explotación y extracción de recursos naturales, la migración, la política o el adoctrinamiento a través de los medios. Los hombres que retrata por momentos cuentan sus propias historias y por otros, son crítica del sistema heteropatriarcal. Para él es importante mostrar diferentes corporalidades y que se representen erotizados, de la misma forma en que se representa a los cuerpos hegemónicos.

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“Abarco mi mundo inmediato, lo que yo vivo. La experiencia de descubrirte homosexual en Ciudad Nezahualcóyotl. No quiero apropiarme de otras luchas u otros discursos.”

Abordar el tema de la descolonización a través de la ilustración digital y la tecnología es muy importante para él, ya que este recurso; las redes sociales, las imágenes de stock, los algoritmos, tienden a ser colonizadores y nos muestran un tipo específico de contenidos. “Me da gusto ver que este es un proceso que estamos llevando en conjunto con otres artistes de Latinoamérica, que comparten preocupaciones similares a las mías.” Para él, la transculturación y la resignificación de elementos y símbolos que tienen significados dolorosos para las poblaciones diversas son una manera de imaginar nuevos mundos.

Entiende que el acceso a la tecnología no es universal y es un privilegio poder mostrar estas narrativas, pero al mismo tiempo es una manera de habitar un espacio que está poco poblado de estas imágenes. Ahora mezcla su práctica profesional, la animación, con su trabajo como ilustrador, haciendo que las escenas cobren vida y se musicalicen. Hasta ahora, la ilustración y el arte es un proyecto paralelo y personal a su trabajo profesional y por tal, no es de hacer planes a futuro. Quiere seguir contando estas historias y cada vez llegar a más gente.