¿ESTAMOS ANTE EL AMANECER DE UNA NUEVA ERA VINÍCOLA?

Karl Marx solía creer que no debemos fiarnos de alguien a quien no le gusta el vino. Contrario a esta idea, para muchxs este fermentado de uva está envuelto en una atmósfera de elitismo y sofisticación, reservado sólo para conocedorxs y catadorxs expertxs. Pero ¿esto es cierto o ha empezado a dejar ciertas etiquetas de lado?

La mítica bebida ha sido maridada con múltiples aspectos de la vida, sin importar la geografía y el tiempo, ha conquistado los paladares del mundo. De acuerdo a la Organización Internacional de la Viña y el Vino, el consumo promedio por persona en México ha alcanzado los 1.2 litros de vino al año. Esto indica que su consumo va en aumento. ¿Será que los cambios en los consumidores han influido en esto?

Las marcas han tenido que adaptarse a la nueva generación de consumidores y la industria del vino no ha sido la excepción. Actualmente, estamos frente a los crossumers, compradorxs exigentes, pero abiertos a nuevas alternativas. Es justo bajo esta premisa que diversas marcas han comenzado a desmitificar el vino, ofreciendo opciones que hubieran sonado como un disparate para las generaciones previas.

Por supuesto, las situaciones en la que se degusta una copa, un vaso, o cualquier recipiente que pueda contener vino, también han cambiado. El icónico destilado ya no se limita a ocasiones de pipa y guante, también está presente en actividades cotidianas como una tarde de películas o un día caluroso en el que las nuevas propuestas están destacando. ¿Se aproxima el fin de la pretensión en torno al vino?

Foto por Kelsey Knight vía Unsplash.

Un vino… ¿En lata?

Una de las marcas que está desafiando la percepción tradicional del vino es Rosadito. Inspirado en el estilo de los rosados de Provenza, esta propuesta ha optado por una presentación en lata no solo para romper con los estigmas del vino, sino también para facilitar el disfrute en diferentes momentos y lugares. Se trata de una mezcla, hecha en Ezequiel Montes Querétaro, a base de grenache en un 70% y un ligero burbujeo que lo hace refrescante.

Algunas preocupaciones comunes sobre esta alternativa se enfocan en la conservación del vino en una lata. No obstante, es un contenedor que se adapta perfectamente. Al no ser transparente ayuda a conservarlo, pues lo protege de la luz directa y también se enfría más rápido que una botella. Además, tiene beneficios medioambientales, ya que este empaque tiene una huella de carbono 80% más pequeña a comparación de las botellas de vidrio tradicionales y el ciclo de reciclaje de la lata es ilimitado.

Con Rosadito, se quería eliminar el ritual que existe alrededor del vino y facilitar su consumo. En México, el vino rosado es difícil debido a su baja popularidad y estigma como un vino dulce. Esto fue una oportunidad para producir un rosado fresco y ligero que sabíamos que le gustaría a la gente joven y consumidores nuevos del vino.

En esta misma línea y contemplando que en ciertas ocasiones menos es más, también encontramos a Pardiez Spritz, otra marca que está haciendo olas en el mundo del vino enlatado. Esta propuesta ofrece dos tipos de spritz: vino rosé del Bajío mexicano y frutos rojos, y vino blanco con esencia de flor de sauco, ambos con un toque de agua con gas. Su objetivo es simplificar la experiencia de esta bebida y acercarla a las personas sin tantas pretensiones.

Una etiqueta dice más que mil palabras

Reconocer que las personas que gustan del vino no se ajustan a un conjunto de estereotipos es vital para las marcas. Esto viene acompañado de una comunicación efectiva que logre transmitir las características de un vino a aquellxs que simplemente desean disfrutar de sus bondades. I Heart Wines se rige bajo este principio y busca que el vino sea accesible y agradable para todos.

Una de las estrategias de esta marca son sus etiquetas. Este elemento es diseñado para brindar a lxs comsumidorxs la oportunidad de elegir fácilmente entre las múltiples opciones del fermentado de uva que ofrecen. 

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En este nuevo capítulo del mundo del vino, el cambio se convierte en la constante. La accesibilidad y la diversidad de opciones son las estrellas principales. Ya no se trata de complacer a un selecto grupo, sino de brindar a todos la oportunidad de disfrutar de esta bebida milenaria. Así, cada gota se convierte en una invitación a explorar, disfrutar y compartir. ¿Estamos ante el amanecer de una era vinícola inclusiva que promete satisfacer todos los paladares y ocasiones?

Foto por Maja Petric vía Unsplash.

  • TEXTO: María Fernanda Carmona

  • FOTOS: Cortesía

Fecha de Publicación:
Jueves 21/09 2023