SALUD SEXUAL PARA TODAES: UN GRAN RETO EN MÉXICO.

“Sí las mujeres supiéramos que estamos en riesgo de adquirir VIH por parte de nuestra pareja estable, la PrEP sería una medida de prevención extraordinaria. ¡Necesitamos deconstruir la idea del VIH en mujeres!”.

Ana Amuchastegui 

México no ha sido la excepción al vivir la creciente pandemia por el VIH desde 1983. Desde entonces a octubre del año en curso se han notificado al menos 345, 980 casos1. Cifras que se consideran alarmantes a través de los años debido al aumento y dispersión de nuevas infecciones en diferentes estados de la República. Sin embargo, no debemos hacer de la vista ciega que a lo largo de estos años se ha reflejado cierto impacto en aquello que vulnera a diferentes poblaciones. Y que varia respecto a lo que se vive en cada estado.

¿Qué es la PrEP?

Debido a esta situación y de forma mundial, en los años 90, distintas instancias internacionales generaron estrategias que no sólo implicaron el tratamiento y calidad de vida de personas con un diagnóstico positivo a VIH; sino que a partir del uso constante (adherencia) de tratamiento con antirretrovirales y llegar a lo que hoy conocemos como indetectabilidad (capacidad de no transmitir el virus a otras personas) lograrían encontrar un esquema de terapia antirretroviral que funcione como método de prevención para las personas que no viven con VIH y así evitar adquirirlo. A esto le llamamos Profilaxis Pre-Exposición o en sus siglas, “ PrEP”. 

Este tratamiento ha sido una herramienta más para la innovación en prevención y que en su forma combinada  —uso de condón y lubricante—, van a evitar de forma efectiva adquirir el virus en prácticas sexuales que representen un riesgo o vulneren la seguridad y salud sexual de las personas. 

“Las mujeres tienen mayor dificultad para acercarse a espacios donde puedan hablar de sexualidad. La complejidad es que no hay políticas públicas porque se cree que tienen menor riesgo de adquirirlo comparado con los hombres.”

Brenda Crabtree

Inspira Fest 2022: SIMVIHOSIS
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En México, la epidemia de VIH y sida está concentrada en las denominadas poblaciones clave; Hombres que tienen  Sexo con Hombres (HSH), mujeres trans y personas usuarias de sustancias inyectables. Hasta hace unos meses, dentro de algunas guías, las mujeres cisgénero con parejas sexuales hombres que viven con VIH son un grupo importante dentro de las estadísticas epidemiológicas. Sin embargo, esta focalización casi siempre se ha dirigido en su mayoría a “la comunidad LGBT” por un tema en cuanto a la libertad sexual y lo que ha representado para la heteronormatividad.

Es bien es sabido que a pesar de ello, la mujer cis, la persona con vulva o chica de la disidencia sexual no reciben el mismo bombardeo de información; sensibilización o acceso a consejería y detección de VIH sin discriminación ni estigma tanto en los sistemas de salud. Además de las múltiples campañas por la lucha contra el sida a lo largo de los años. Por lo tanto, se deja a un lado las realidades que atraviesan y las violencias que les vulneran. 

Salud sexual para todaes

Hemos avanzando en el discurso del placer femenino, pero nos estamos quedando cortxs a la hora de abarcar estrategias de prevención; y en la escucha de experiencias referentes a Infecciones de Transmisión Sexual (ITS). Entre ellas la vivencia a partir del diagnóstico del Virus del Papiloma Humano (VPH) y las de mujeres que viven con VIH.

Preguntar y hablar los temas de sexualidad aún es tabú. Si no hablamos de un autocuidado con información completa  no podemos hablar de una verdadera autonomía en las decisiones que tomamos.  Y lo más impactante aún, estamos olvidando tener estrategias con enfoque de género. Es decir, medidas que consideren diferentes problemáticas a las que nos enfrentamos. Ya sea la invalidación o discriminación hacia personas sáficas, situaciones de violencia sexual o discriminación por vivirte bajo una identidad trans/nobinaria, etc. 

Ball. Inspira Fest 2022: SIMVIHOSIS

Hay omisión de una consejería de las necesidades y realidades de las mujeres diversas y personas con vulva por no ser parte de la población clave. Se han excluido a las personas con vulva del conocimiento de otros métodos de prevención para evitar la transmisión del VIH que permita promover una autonomía en el cuidado de la Salud Sexual; y por ende, reciba alternativas a las diferentes violencias que puedan vivir o simplemente al ejercer una sexualidad de manera plena y segura.

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La descentralización de las estrategias de prevención como la PrEP de poblaciones clave y ampliar la promoción y acceso de dicho tratamiento en espacios de Salud Sexual y Reproductiva es una alternativa a favor de otras realidades; de voltear a ver a quienes se sienten ajenas por la falta de percepción de riesgo, de devolver autonomía y seguridad a otras, porque el derecho a la Salud es un derecho de todas las personas. Es el llamado comunitario. 

“El trabajo comunitario de organizaciones no gubernamentales ha sido de las acciones más importantes para visibilizar esta problemática”. 

Alicia Piñeirua
  1. Información al 17 de octubre 2022, de acuerdo a lo establecido en el Manual de Procedimientos Estandarizados para la Vigilancia Epidemiológica de VIH


  • TEXTO:

    Agenda Género y Sexualidades

    Inspira Cambio A.C.

  • FOTOS: Alejandra Patrón

Fecha de Publicación:
Miércoles 25/01 2023